FELIPE CARRILLO PUERTO. – A estas alturas, se sabe que Maricarmen Candelaria Hernández Solís llegó a la presidencia municipal de Felipe Carrillo Puerto a hacerse millonaria, a vivir el sueño de cobrar sin trabajar y ser un prototipo de “influencer”, porque en las actividades en el Ayuntamiento simplemente no da una.
De acuerdo con Sol Quintana Roo, una de las formas para obtener recursos públicos para objetivos personales es simular obras y entregar los proyectos a sus prestanombres, algo que viene haciendo en sus más de dos años de gobierno, lo cual ya es un abuso por su parte.
Una de las reglas para entregar licitaciones es que los contratistas estén registrados en el Padrón de Proveedores de Quintana Roo o en el Registro Público de Comercio, algo que claramente no cumplen los beneficiados de Maricarmen, quienes parecen ser, en toda la extensión de la palabra, sus prestanombres.
El ejemplo de ello es Wilbert Manuel Cab Hau, del cual no existen mayores datos, pero que fue ayudado por la alcaldesa que, sin miramientos ni remordimientos, derrocha los recursos del erario, lo que ya le ha costado el rechazo popular, pese a promocionarse hasta en la “sopa”, como dirían los locales.
Tan sólo el 19 de octubre de 2013, la edila le entregó dos contratos para la construcción de calles de terracería en las localidades de Tepich y Señor, donde además se ampliaría el sistema hídrico de las comunidades.
Dichas obras comenzaron el 25 de octubre y concluyeron el 28 de diciembre de 2023, motivo por el cual se erogaron del fondo público $10,984,974.03 (Diez millones novecientos ochenta y cuatro mil novecientos setenta y cuatro pesos 03/100 M.N.).
Además, en los documentos firmados por la presidenta municipal, el contratista, el director de Obras Públicas, Apolinar Acosta Guzmán, y el tesorero municipal, Hernán de Jesús Poot Chan, se especifica una cosa, pero en realidad se hizo otra.
Se sabe que Felipe Carrillo Puerto es el feudo de Maricarmen Hernández o “Mary”, como presume en redes sociales, de ahí que su palabra sea ley, sin importar que sus dichos y actos tengan consecuencias, esta se debe cumplir al pie de letra.
Sus actos déspotas ya han colmado la paciencia de la gente, pues como si se tratara de una serie televisiva al estilo “Juego de Tronos”, para la alcaldesa estos simplemente se trata de “voluntades compradas” por su parte.
Las consecuencias claramente no son para ella, ni su círculo cercano, sino para la gente, porque a pesar de pagar impuestos y todas clases de cobros, con la esperanza de ver una mejora en sus comunidades, se quedan sin nada.
Ya que ese dinero es mejor invertido en publicidad personal, donde afirma que trabaja para y por el pueblo, en vez de hacer lo que realmente dice, todo por promocionarse para la anhelada reelección, que no por nada está en veremos.
Así como viajes de placer, los cuales presume en redes sociales, como si se tratara de un personaje público al estilo de Instagram, cuando claramente evade sus responsabilidades en la alcaldía, que se ahoga en violencia, pues tan sólo en este 2024, ya van once ejecuciones, siendo el municipio más violento, detrás de Benito Juárez… Toda una proeza de su parte.
Retomando la información del prestador de servicios, no existen más datos sobre él, solamente lo mencionado con anterioridad, por lo que se embolsó casi once millones de pesos por dos meses de trabajo en ambas comunidades, y no es posible hallar datos en el Registro de Comercio Público.
AM.MX/fm