Claudia Rodríguez
Con todo y el optimismo verbal que muestra el candidato presidencial, ya muy priista José Antonio Meade y sus voceros de campaña, respecto a que él ganará el derecho a habitar Los Pinos, al decir que esta contienda no se gana con encuestas, sino con votos; la verdad es que barco del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se hunde, sobre todo por los numeroso orificios que le están provocando quienes lo están abandonando en esta empresa rumbo a la Presidencia 2018-24, e incluso quienes en su intento de llevarlo a flote, están logrando todo lo contrario con la práctica de delitos electorales.
En los tiempos de este mismo sexenio, en que Luis Videgaray Caso y el mismo Miguel Ángel Osorio Chong se veían como verdaderos presidenciables frente a la embestida rival, se creía que el Revolucionario tenía posibilidades de una buena competencia, pero en este mismo proceso federal que culminará el próximo y ya muy cercano primero de julio, muchos de sus correligionarios a quienes se les ofreció un puesto de elección, prefirieron declinar y hasta mudarse a otra fuerza política.
El PRI se ganó a pulso el desprestigio incluso de sus mismas bases, ya que hasta ahí llegó la corrupción que se practica en la Administración Pública, al grado de que los candidatos llegaban siempre por dedazo, y se olvidaron de los que hacían el trabajo duro.
Su incondicional Partido Verde Ecologista de México (PVEM) desde su mismo bastión que es Chiapas, ya abandonó al PRI, y van por la libre.
Es el caso similar de Nueva Alianza, quienes al ver la carnicería que se avecina, han dejado de apoyar en sus spots a su candidato presidencial, y piden a gritos el voto útil para no perder el registro.
El empresariado nacional también ya les restó su apoyo a los priistas en su camino a repetir en Los Pinos; sobre todo por el México convulsionado y violento que inhibe en gran parte del territorio nacional su actividad, y porque de hecho, saben que sólo con una enorme trampa, Meade puede ganar. Así que no quieren ya participar en ese tipo de delincuencia electoral, aunque algunos han cometido coacción del voto.
Es más, el Consejo Coordinador Empresarial no valida una encuesta en donde se ubica a Meade en segundo lugar de la carrera a la Presidencia.
Hasta René Juárez Cisneros, dirigente nacional del PRI, se excusa por “enfermedad” cuando es requerido en debates televisivos que presumen gran raiting, y ha dicho el mismo Juárez Cisneros que si pierden. pues no pasará nada más que le tirarán a “El Negro”, o sea, a él.
El enorme número de candidatos priistas asesinados en esta etapa, es otro rasgo de que el partido en el poder, no las trae todas consigo.
El hecho es que el presidente Enrique Peña Nieto y su equipo, arribaron al Poder Público luego de dos sexenios panistas, sólo para comprobar que sí saben de corrupción y de mil y una fórmulas para burlarse del gobernado, como lo demostraron durante siete décadas.
Acta Divina… “Esta campaña prendió, está caminando y la vamos a ganar”: José Antonio Meade, candidato del PRI a la Presidencia de la República, a siete días de que termine el tiempo de campañas políticas del proceso electoral 2017-2018.
Para advertir… Las caras tristes de los priistas, antes de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) dé un ganador.