Salvador Flores Llamas
A Peña Nieto no le importa recomponer su imagen ante los mexicanos, sino más bien asegurarse impunidad mediante el fiscal general y el candidato del PRI a Presidente. Desesperado, mueve todos los hilos para ello: “el fin justifica los medios”.
Sigue adelante en su embate chantajista contra Ricardo Anaya: quiere mostrar que éste y la familia de su esposa amasaron fortunas fabulosas desde que el presidente del PAN tuvo poder en el gobierno de Querétaro: el diario “El Universal” lo hace con notas pagadas –sin duda– y gacetilleros peñistas secundan la campaña difamatoria.
El PRI dijo no tener en su agenda el pase automático de Raúl Cervantes a la Fiscalía General; pero Pablo Escudero, del Partido Verde y hoy presidente del Senado, por dádiva priista, sostuvo que ambos partidos poseen votos suficientes para designar al hoy titular de la PGR. Todo está fríamente calculado.
Peña confía también en que el “gallo” tricolor que señale su “dedo” lo defienda, aunque dé la razón al Índice Global de Impunidad (IGI) de la Universidad de las Américas de Puebla, que ubica a México en primer lugar con esa lacra en el continente y cuarto en el mundo, superado sólo por Filipinas, La India y Camerún.
Para maquillarse el rostro logró que Mitosky dijera que su impopularidad retrocedió del 17% al 19%, aunque nadie cree ya a las encuestas, porque se cargaron demasiado en favor de Peña cuando en la elección presidencial de 2012, le atribuyeron ventaja de 15% sobre el Peje, y sólo lo superó con 5.5%.
Logró también que el INEGI publicara que subió el ingreso de los mexicanos más pobres, y lo aprobó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que en 2015 rechazó sus nuevas técnicas de medición por favorecer al gobierno.
La embestida de Peña Nieto contra Anaya se le revertirá, pues la gente se está dando cuenta que es falsa, es de un presidente-jefe de una banda de corruptos a un dirigente político que busca vedarle se otorgue impunidad mediante el Fiscal General, que durará 9 años en el cargo para no ser sometido a la justicia en ese lapso.
Tan el gobierno quiere el pase automático, que ya empezó a ganarse a senadores de oposición y reclutó a Javier Lozano Alarcón, quien por largos años fue subsecretario priista de Comunicaciones y de Gobernación (durante la campaña de Labastida Ochoa, en la que lo auxilió de cerca)
Lozano renunció de jefe de la oficina del gobernador de Puebla, Antonio Gali Fayad, lo fue también con Moreno Valle; pero se decepcionó porque éste está empeñado en imponer de gobernadora a su esposa, Martha Erika Alonso, a quien dejó como secretaria general del Comité Estatal del PAN, es quien manda y expulsó y persigue a los panistas que le estorban, según denunció Rafael Micalco, ex líder panista estatal.
Falta ver si Lozano se queda en el PAN, al que llegó porque Felipe Calderón fue su compañero en la Escuela Libre de Derecho y lo hizo secretario del Trabajo. ¿O volverá al redil tricolor el hijo pródigo?
Tan el gobierno promueve los ataques contra Anaya que las fotos que publicó de sus familiares son del archivo de Relaciones Exteriores que aparecen en sus pasaportes.
Se imputa al líder panista que él y la familia de su esposa se enriquecieron desde que él empezó a tener influencia en el gobierno de Querétaro, cuando esa familia se dedica desde décadas a hoteles, restaurantes y turismo y es rica de abolengo.
Nota reciente de “El Universal” dice que Anaya se benefició de un lote expropiado por el gobierno en 1997; él replicó que lo compró en 2014, cuando ya no estaba en el gobierno, a Park Developments, empresa gringa, en 10.5 millones de pesos y, tras construir allí una nave industrial, lo vendió en 53.7 millones, dos años después.
Trump vs. TLC y México
Por otro lado, Trump dijo que sacará a EU se del TLC, porque es muy bueno para nuestro país y malo para el suyo, y volvió a recalcar que México pagará el muro fronterizo, pese a que nuestro canciller es servil del gobierno gringo ante otros países, y ni siquiera opinó porque Donald perdonó al sheriff racista de Maricopa, Texas, Joe Arpaio, sanguinario perseguidor de los mexicanos.
El magnate volvió a ensañarse contra México y no será raro acabe con el TLC, como prometió en su campaña y se ve venir; aunque ni Peña Nieto ni Videgaray parecen percibirlo y buscarán excusas para justificarse ante los mexicanos.
Será otro punto negativo de Peña para la elección presidencial de 2018, y lo moverá a buscar su autoimpunidad con mayor ahinco.
@chavafloresll