jueves, marzo 28, 2024

A L F A O M E G A: El panteón virreynal y sus personajes

Jorge Herrera Valenzuela

Caminar por las calles de la Ciudad México, es ligarse a la historia de los hombres y mujeres, de usos y costumbres, de pasajes interesantes. Lo que hoy se encierra en el Centro Histórico tiene su origen en la llegada de los aztecas a la Gran Tenochtitlán, los trescientos dos años de dominación española, las invasiones norteamericanas y francesas, la lucha entre conservadores y liberales, el enfrentamiento sangriento de revolucionarios y “los pelones”,  un siglo veinte dominado por un partido político.

Bueno, todo resulta atractivo, siempre y cuando nos interese saber algo de lo que hay en la Capital de la República. De todas maneras creo, espero no estar equivocado, que despierta curiosidad leer sobre los panteones, cementerios o camposantos, que son “la última morada” de miles de mexicanos, de todas las capas sociales. Por ello les entrego, en esta ocasión, lo referente  al único Panteón Virreynal que tenemos en nuestro país.

LA TUMBA DEL CONFLICTIVO SANTA ANNA

Pues empiezo por comentarles que a unos diez kilómetros al Norte del Zócalo y en parte posterior de la antigua Basílica de Guadalupe, hay un cerrito llamado “Del Tepeyac”, donde el indio Juan Diego platicó con la Virgen de Guadalupe y en  ese sitio se encuentra un cementerio que unos dicen fue construido a partir de 1660, otros afirman que data de 1740. El caso es que se trata de un panteón de la época virreynal y uno de los más antiguos en el Continente Americano. Está declarado como monumento histórico nacional.

En la actualidad para visitarlo, se requiere de un permiso que expide la Dirección de Panteones, de la Delegación Gustavo A. Madero.  El pórtico del cementerio fue construido en 1865, cuando de hecho estaba abierto al público, aunque por los elevados costos para la inhumación, la gente del pueblo no tenía acceso. Ahí se encuentran capillas y monumentos muy originales, como es el caso de la capilla donde están los restos del filántropo Gabriel Mancera y de su esposa Guadalupe S. de Mancera, obra realizada por el italiano Octavio Ponzanelli.

En este histórico camposanto están los sepulcros de tres Presidentes de México. El veracruzano Antonio López de Santa Anna, que entre 1833 y 1855,  en once ocasiones, rindió protesta como Presidente de México. Conflictivo, combatido, acusado de vender la mitad del territorio mexicano, murió en la parte alta de su casa en las calles de Bolívar casi con la Avenida 5 de Mayo, en el corazón de la Ciudad de México. En la historia se escribió que en los días anteriores a su deceso preguntaba insistentemente, a su esposa, Dolores Tosta, que cuántas personas le pedían audiencia. El hombre deliraba.

Era el mismo al que campesinos envolvieron en hojas de plátano y lo iban a “coser como tamal”, pero un sacerdote impidió ese final para quien se dio el lujo de “nombrar” –en esos 22 años—a 13 de los 14 Presidentes de México, porque Mariano Arista fue electo e inclusive derrotó a López de Santa Anna. Valentín Gómez Farías, por su cargo de vicepresidente, estuvo en cinco etapas distintas en la silla presidencial y Nicolás Breve en tres, una por cinco días.

Los otros personajes sepultados  en el Tepeyac, son: Mariano Salas y Félix María Zuloaga. Ambos despacharon como presidentes en los días del imperio de Maximiliano de Habsburgo, cuando el Presidente Constitucional era Benito Juárez. Fue la primera vez que México tuvo “gobiernos paralelos”. El sonorense Zuloaga Trillo duró casi todo 1858 en el poder y a su vez nombró a Miguel Miramón, cuando éste tenía 27 años y 4 meses de edad. El defeño Salas en 1846 “designado” por Santa Anna y durante 11 días, en 1859, José Mariano le cuidó la silla a Miramón.

LOS HERMANOS MIER Y TERÁN

Juan, Manuel y Joaquín Mier y Terán, mencionados por fechas de nacimiento, fueron insurgentes y participaron en las batallas con Miguel Hidalgo, con José María Morelos y con Mariano Matamoros. Nacidos en la Ciudad de México entre 1785 y 1794, los tres se significaron por su destreza en la milicia. Manuel fue Ministro de Guerra y Marina con el presidente Guadalupe Victoria, buscó ser el sucesor en la presidencia pero López de Santa Anna impuso a Vicente Guerrero, quien a los nueve meses solicitó licencia para ir a pelear contra su vicepresidente y eterno enemigo Anastasio Bustamante.

Del trío Mier y Terán, solamente Joaquín está en una tumba del Tepeyac, desde 1821. Es uno de los muchos personajes como Manuel María Contreras, Filomeno Mata y el doctor Rafael Lucio, también ubicados en los terrenos de ese camposanto.

Curiosamente hay otro Mier y Terán inhumado en ese cementerio, pero, al parecer no tiene parentesco con los arriba mencionado. Luis fue un oaxaqueño liberal que vivió de 1835 a 1891. Luchó contra los franceses y estuvo preso en Normandía. A su regreso a México, se unió a Porfirio Díaz y de él recibió la orden de “Mátalos en caliente y después averiguas”, según se consigna en su ficha biográfica. Luis, que fue gobernador de Oaxaca, cumplió con la orden de su jefe militar al pasar por las armas a los insurrectos.

HOY NO HAY PREGUNTA PARA MEDITAR

LO QUE OÍMOS EN LA CALLE

“EL QUE SE MUEVE, NO SALE EN LA FOTO”

La nota de mi compañera Consuelo Aguilar, en este diario digital,  referente al vigésimo aniversario de la muerte de Don Fidel Velázquez Sánchez, el pasado miércoles, me hizo recordar al político que por décadas no sólo fue el número uno en el sindicalismo de obreros de todas las ramas, sino al hombre que fue decisivo en el mantenimiento del equilibrio económico, social y político en toda la República Mexicana. Don Fidel fue un líder nato, nacido al principio del siglo XX en el hoy municipio Nicolás Romero, Estado de México. Mil anécdotas en su vida y una frase para siempre: “El que se mueve, no sale en la foto”. Decía que el aspirante presidencial que se adelantaba al día del “destape”, perdía su oportunidad de ser el candidato.

“LA CABALLADA ESTÁ FLACA”, FIGUEROA

Abierto el cajón de los recuerdos relacionados con la política mexicana y la sucesión presidencial, vale la pena platicarles que otro influyente político fue el guerrerense Rubén Figueroa Figueroa, a quien tuve el gusto de tratar amigablemente. Este hombre descendiente de los revolucionarios Figueroa de Huitzuco, fue emprendedor empresario caminero, líder de los transportistas nacionales, de la Alianza de Camioneros de México, diputado federal, senador y gobernador, éste último cargo después de ser secuestrado en la Región de La Montaña por la guerrilla de Lucio Cabañas. Pues bien, el ingeniero Figueroa soltó la frase “La caballada está flaca” cuando era la sucesión de Luis Echeverría o sea que no había “caballo de cuarto de milla”.

ESCUELA PRIMARIA, DEFEÑA, SIN AGUA

En la semana llegó a mi mesa de trabajo una solicitud, considero que es un angustioso llamado de los padres de familia que tienen a sus hijos en la escuela primaria Pedro Saínz de Baranda, ubicada en la Colonia Buenos Aires, del antiguo Distrito Federal. Resulta que no hay agua en los baños y el pestilente olor invade las aulas, además de propiciar enfermedades. No sé si es a la Secretaría de Educación Pública, al Gobierno del Distrito Federal o la Delegación Cuauhtémoc, a quien  corresponde resolver el problema. Lo malo es que el secretario Nuño Mayer, el doctor Mancera Espinoza y el delegado Ricardo Monreal andan en precampaña para el 2018.

UN GRANDE DEL FÚTBOL, EN LÍO GRANDE

Lo que está ocurriendo en torno al futbolista portugués Cristiano Ronaldo, acusado de evasión fiscal por la suma de 14.8 millones de euros, algo así como 298 millones de pesos mexicanos. El estrella del Real Madrid, equipo que tal vez Ronaldo deje, se encuentra un problema mayor al que le imputaron al argentino Leonel Messi, quien junto con su padre, ya compareció ante la justicia española. El próximo 31 de julio Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro deberá comparecer ante la juez Mónica Gómez Ferrer y dar su versión.

P.D. El martes 13 del presente los vecinos de la Colonia Militar Marte, Delegación Iztacalco, al Oriente de la Capital, se llevaron la sorpresa de que los visitó el delegado Carlos Estrada Meraz, quien prometió instalar cámaras de vigilancia, enviar servicio policíaco, instalar alarmas en las casas y atender todas las demandas. Durante su breve estancia se percató de que eran podados los árboles del Andador Norte, entre Plutarco Elías Calles y Playa Azul. Por cierto que entregó una tarjeta personal, en la cual aparece un correo electrónico equivocado y dos números telefónicos que puede uno marcarlos, pero nunca le contestan. Pronto se rompe el encanto.

jherrerav@live.com.mx

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