CIUDAD DE MÉXICO, 28 de julio (AlMomentoMX).- En la madrugada del 28 de julio de 1957 ocurrió un fuerte sismo en la Ciudad de México, a dicha tragedia se le conoce como “El Terremoto del Ángel”, debido a que la victoria alada de la columna de Reforma cayó desde las alturas, quebrándose.
De aquel terremoto, que dejó al menos 70 muertos y numerosos edificios destruidos, el recuerdo más importante es la imagen por los suelos del Ángel, todo un símbolo nacional para los mexicanos.
Para el sociólogo e historiador mexicano Carlos Martínez Assad, la imagen del Ángel por los suelos fue realmente traumático, mucho más que los muertos y la destrucción de aquel sismo.
Su epicentro se ubicó cerca del puerto de Acapulco, en la costa del estado de Guerrero, y registró una magnitud de 7.7 grados. Ocurrió a las 02.43 hora local del domingo 28 de julio de 1957.
Investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Martínez Assad aseguró que para los mexicanos el hecho de ver el símbolo nacional destruido causó una “aflicción generalizada”.
Carlos Martínez escribió La Patria en el Paseo de la Reforma (2005), un libro en el que narró los efectos y detalles de aquel impactante día.
Recordó que en algunas fotos de la época se observa cómo hubo personas que intentaron llevarse partes del Ángel por la creencia de que era de oro, cuando realmente es de bronce con una recubierta del preciado metal.
El impacto de la caída rompió la cabeza y el brazo derecho de la estatua, únicas piezas que fueron reemplazadas en la restauración que el escultor José Fernández Urbina hizo durante un año, tras lo cual el Ángel volvió a su sitio y reinaugurado el 16 de septiembre de 1958.
“La cabeza fue hecha exactamente igual a la que tenía previamente”, indicó el historiador al explicar que para elaborar el nuevo brazo el escultor tomó como modelo a su entonces secretaria, Esperanza Nájera.
Carlos Martínez confirmó que el actual rostro de la Victoria Alada que los mexicanos llaman Ángel es el mismo que tenía la estatua original, el de Ernesta Robles, una costurera conocida del escultor francés Enrique Alciati, autor de la obra.
Los restos de la cabeza original acabaron en una vieja bodega del gobierno hasta que fueron rescatados en 1986 como parte de la restauración del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Actualmente, la cabeza parcialmente deformada, que pesa alrededor de 250 kilos, se encuentra expuesta en la entrada del Archivo Histórico “Carlos Sigüenza y Góngora”.
Al devolverla a su pedestal tras el sismo de 1957, los constructores de la época reforzaron la columna y la base que sostiene la estatua hasta el punto que el Ángel ha resistido otros temblores, incluido el terremoto de 1985.
De hecho, su estructura es tan sólida que a su alrededor la ciudad se ha hundido tres metros desde 1910 a la fecha sin que el simbólico monumento se haya movido un ápice, destacó Martínez.
La construcción de la columna y el Ángel se inició en 1902 y fue inaugurada el 16 de septiembre de 1910 por el presidente Porfirio Díaz con motivo del Centenario de la Independencia de México.
AM.MX/dsc