Luis Alberto García / Moscú, Rusia
*Al invadir Ucrania, Vladímir Putin se lanzó al vacío.
*El desaliento ciudadano ya es una clara evidencia.
*Caída de la moneda y desplome de más de 50% de la Bolsa de Moscú.
*Duro golpe al rublo en todos los mercados internacionales.
*No habrá implosión como ocurrió al extinguirse la URSS.
Para Paul Kornblum, economista y doctor en Relaciones Internacionales por la Universidad Libre de Berlín, el rol de Rusia en el último tiempo fue el de sostener una pujanza con el modelo de acumulación de principios de este siglo, basado en una potenciación de la producción de hidrocarburos y el renacimiento de la economía de guerra.
Algunas de las consecuencias hasta el momento de la invasión rusa a Ucrania, fueron la caída de más del 50% de la bolsa de Moscú y el desplome del rublo que afecta la economía con la consabida protesta de sus ciudadanos porque generará más pobreza
“Con claros efectos económicos y financieros adversos de corto plazo, lo que no va a pasar es una implosión como con la caída de la Unión Soviética, que se debió a la expansión hacia el área tecnológico militar en detrimento de otras áreas de la economía donde se desoyeron las necesidades internas”, dijo el experto, asesor del Deutsche Bank.
Kornblum coincide con sus colegas en que Rusia será un paria por muchos años para el mundo, con claros efectos económicos y financieros adversos de corto plazo”.
El gabinete de Consultoría y la Dirección de la empresa Abeceb, opinaron que lo que Rusia va a lograr con este proceso es sufrir un duro golpe a su moneda en el mercado financiero internacional.
En ese orden, consideró que a Rusia “se le va a complejizar bastante la operación del comercio internacional porque van a aparecer también muchos países negando la utilización de sus puertos como sitio secundario para hacer comercio con Rusia”.
“Ahí tienen un problema porque se complica todo el esquema de crédito y financiamiento internacional para poder negociar cartas de crédito con los bancos de Occidente. Ahí van a estar los bancos chinos como actores principales y ya de inicio eso es una complicación”, dijo.
El detonante que hizo colapsar la economía rusa ocurrió cuando, el 24 de febrero de este año, Vladimir Putin se lanzó al vacío y concretó la invasión a Ucrania a través de su “Operación Militar Especial”.
Occidente se negó a intervenir con tropas o con sus fuerzas aéreas, pero la respuesta en materia de sanciones fue mucho más dura de lo que se podría haber calculado en un principio,
Las principales medidas abarcan desde la decisión de los países occidentales de excluir a Rusia del sistema SWIFT (acrónimo en inglés de Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication).
Esta es la red de alta seguridad que facilita los pagos entre 11.000 instituciones financieras de 200 países, y que permite transacciones de miles de millones de dólares alrededor del mundo, hasta la decisión de Estados Unidos de prohibir las importaciones de gas y petróleo ruso.
Además hubo nuevas restricciones a la deuda y al capital de las principales empresas y entidades rusas.
Algunas de las consecuencias hasta el momento fueron la caída de más del 50% de la bolsa de Moscú, el desplome del rublo, que alcanzó su mínimo histórico frente al dólar tras recuperar más del 60% desde el día previo al inicio de la invasión a Ucrania el 23 de febrero de 2022.
En tanto, las sanciones económicas que desataron Estados Unidos, la Unión Europea y otros países en respuesta a la invasión de Ucrania tienen al sistema financiero al borde del colapso, a las reservas internacionales congeladas y a los ahorristas rusos haciendo largas filas para recuperar su dinero.
Tan es así que el banco central de Rusia tuvo que recurrir a una medida como la que rige en la Argentina desde 2019 para intentar limitar las compras de divisas: se impuso una comisión del 30% a las compras de moneda extranjera en un intento por sostener al rublo ruso.