CIUDAD DE MÉXICO.- En diversas regiones agrícolas de México, en particular de las zonas centro y norte, se da el fenómeno de escasez de lluvias en el invierno, coincidente con bajos niveles de las presas de almacenamiento con fines de riego. Los productores de sorgo, maíz y trigo del ciclo otoño-invierno 2020-2021, no cuentan con insumos, de manera fundamental el financiamiento, señaló Rafael García del Horno, secretario de Finanzas de la Fundación Mejoremos al Campo.
Desde el año pasado se observan bajos niveles de las presas, hecho que se agravó por la entrega de agua en la línea fronteriza a Estados Unidos, a fin de cumplir con acuerdos por conducto de la Comisión Internacional de Límites y Aguas.
La falta de agua en el norte de Tamaulipas, afectará gravemente el programa de cultivos de sorgo y maíz, mientras que más de 20 mil productores tendrán serios apuros económicos, sin que el gobierno federal asuma alguna responsabilidad de crédito rural en esa región y sin que haya la definición de qué sembrar, si maíz o sorgo. Los costos de producción fluctúan entre 12 mil y 14 mil pesos por unidad de superficie.
Anualmente el estado de Tamaulipas aporta el 40 por ciento de la producción nacional de sorgo, sobre la perspectiva nacional de 7 millones de toneladas. Además de este grano, el maíz es el segundo cultivo en el ciclo invernal en esta entidad, con 250 mil toneladas, de manera que en la actualidad los agricultores de esta entidad y de estados del norte, como Chihuahua, Coahuila, Baja California, Sonora y Sinaloa; del centro, como Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Nayarit, así como parte de estado de México.
Resumió que “el programa de siembras del ciclo invernal en las entidades señaladas, presenta un panorama sombrío”, afirmó García del Horno.
Consideró que se tendrá que optar por aumento de importaciones de cereales y alimentos forrajeros para la producción de carne de res, cerdo y pollo, así como para alimentos tan necesarios como el huevo y la leche.
Entre los ingredientes para la preparación de alimentos balanceados, el sorgo se ha convertido en el principal componente de las fórmulas de alimentación animal. Otro ingrediente no menos importante, es la pasta de soya.
La superficie dedicada a este cultivo en México alcanzó un promedio de 1.8 millones de hectáreas en los últimos diez años, con un volumen de entre 6 y 7 millones de toneladas anuales.
Manifestó García del Horno que, entre los diferentes productores agrícolas de las entidades señaladas, tanto ejidales como propietarios, existe inquietud por el abandono en que han caído las diferentes instituciones de apoyo productivo y de financiamiento, con el riesgo de que los rendimientos, la calidad y programas de nuevas tecnologías para aumentar productividad, se vengan abajo, por la desintegración de esquemas de capacitación, investigación y colaboración de productores cooperantes con instituciones específicas de apoyo a los agricultores.
AM.MX/fm