Francisco J. Siller
Hasta ahora la Fiscalía General de la República ha sostenido las acusaciones a Emilio Lozoya Austin con dichos, sin presentar las pruebas irrefutables de los delitos que resulten por la compra de Agro Nitrogenados y Odebrecht. Dos audiencias en las que se determinó que no pisará la cárcel, que usará un brazalete en libertad.
Eso no debe extrañarnos, porque es parte del arreglo al que la fiscalía llegó en España, para agilizar la extradición, pero hasta el momento Lozoya no ha cumplido con la entrega de pruebas, se ha mantenido —como la parte acusadora— con dichos y promesas de colaborar con las autoridades.
La FGR tendrá seis meses para investigar y presentar esas pruebas contundentes que se esperan con ansia en Palacio Nacional. La lista de legisladores que fueron comprados para aprobar la reforma energética, el dinero de Odebrecht para financiar la campaña de Peña Nieto, y darle una embarrada de paso a Calderón.
Desde luego, que don Emilio buscará salir lo mejor librado posible y es seguro que suelte algunos detalles, poco a poco. Buscará administrar sus naranjas y no ponerlas todas en una sola canasta, sobre todo porque logró quedar en libertad, aún cuando tenga que firmar cada 15 días en los juzgados de la causa.
Van a ser seis meses de intensa actividad mediática, sobre todo ahora que el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende un juicio popular, lo que es equivalente a un linchamiento público donde la presunción de inocencia no existe porque desde la mañanera ya ha sido declarado culpable.
Para la 4T es urgente que el ex director de Pemex cante como barítono las áreas completas y no se limite simplemente a unos cuantos compases, sobre todo porque estamos a 30 días del inicio de la jornada electoral del año próximo, en la que Morena se juega la supervivencia en el Congreso de la Unión.
La pregunta es, sí estará dispuesto a proporcionar pruebas y no solo dichos que solo a él puedan constarle y que verdaderamente implique a los expresidentes Peña Nieto y Calderón, como son los deseos del presidente, porque ese sería el mayor golpe que puede darle a la corrupción política en México.
El mayor obstáculo para aplicar la ley en nuestro país, es la problemática en integrar prístinas carpetas de investigación que sean irrefutables ante los jueces, que no sean el dalevuelta de abogados defensores con más capacidad y experiencia que los fiscales.
No sería extraño, que la defensa de Lozoya este esperando a conocer todos los detalles de la acusación, para saber hasta adónde sueltan la cuerda o cuándo deban estirarla para ahorcar a la FGR, en beneficio de su defendido y en un golpe de suerte sacar una sentencia de inocencia.
Sin embargo en este par de juicios se dan situaciones contradictorias de origen. Lozoya se declara inocente —”no culpable ni responsable”—, pero espera acogerse al criterio de oportunidad, sin tomar en cuenta que para ello, por necesidad debe ser culpable, para que disminuyan o condonen las penas.
Otro aspecto rescatable de las primeras audiencias es aquello de “fui intimidado, presionado, influenciado e instrumentalizado”. Manifestó que denunciará, y señalará, a las personas responsables de estos hechos y los posibles beneficiarios de los mismos.
¿A quién se refiere? A las autoridades actuales de la Fiscalía, a funcionarios del sexenio pasado. Sólo él lo sabe y buscará jugar sus cartas con oportunidad, dejando que la prisa sea de la fiscalía, que ya ha demostrado qué es capaz de seguir ese juego para causar el mayor daño posible a los opositores.
La peor caída de la economía en 40 años
En otro orden de ideas, el presidente López Obrador dijo en su mañanera del jueves que ya vamos saliendo de la crisis económica, que los números dados a conocer por el Inegi, son los esperados. Lo que no dijo es que llevará todo lo que resta del sexenio en recuperar lo perdido.
Y es que el INEGI reportó en su Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) Trimestral, los cuales señalan que éste disminuyó -17.3% en términos reales en el trimestre abril-junio de 2020 frente al trimestre previo, con cifras ajustadas por estacionalidad.
La caída del PIB de las Actividades Secundarias alcanzó un -23.6%, y el de las Terciarias -14.5%. En su comparación anual, la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto con series desestacionalizadas mostró un retroceso real en las Secundarias cayó de -26%, y en las Terciarias de -15.6%.
Ello sin tomar en cuenta que la economía nacional —de acuerdo a los vaticinios de especialistas y entidades internacionales— podría llegar a un colapso de al menos dos dígitos, con el consabido daño al empleo por la pérdida de por lo menos dos millones de plazas y el quiebre de cientos de miles de empresas.
La ceremonia del grito, va porque va
Y el próximo 15 de septiembre si habrá ceremonia en el Zócalo de la CDMX para celebrar el “Grito de Independencia” y de acuerdo al presidente López Obrador, habría unas 500 personas en la plancha de la plaza representando a las 32 entidades federativas
Esta pandemia del Covid ha obligado al presidente a actuar en soledad. Sus informes, sus actos y ahora una ceremonia sin gente —eso sí, con antorchas—, sin verbena popular, sin conciertos, ni música. Si habrá los tradicionales fuegos artificiales para que sean admirados desde el balcón central.
Y del desfile, pues será diferente al de otros años, con menos participantes y con “sana distancia”. En los próximos días se dará a conocer si se modifica el tradicional recorrido del Zócalo, al Angel de la Independencia. Eso sí, al igual que el Grito se transmitirá en cadena nacional, para que los mexicanos lo disfruten.
Isabel Arvide en el Ojo del Huracán
Vaya que el nombramiento de la periodista Isabel Arvide ha levantado ámpula por ser quien es y por su oscura trayectoria periodística. Columnista considerada dentro del rebaño de “vacas sagradas” a las que había que atender mejor que a cualquier otro, por lo abultado de los sobres recibidos.
Arvide fue premiada por la 4T al enviarla a Estambul, donde fungirá como Cónsul. Habría que preguntarle al Canciller Marcelo Ebrard, quien intervino en su favor para ser incluida en el servicio consular, o si la orden vino de Palacio Nacional, aún cuando carece de experiencia en el sector diplomático.