POLYUC, QUINTANA ROO.- Luego del aterrizaje de un narco Jet Hawker Hacer a la altura del kilómetro 158 de la vía corta a Chetumal-Mérida, fuerzas castrenses mantienen un operativo por toda la zona.
A las 6:15 horas de ayer domingo, fue detectado el narco Jet Hawker Hacer a la altura del kilómetro 158 de la vía corta a Chetumal-Mérida, donde fuerzas castrenses mantienen un operativo por toda la zona.
De acuerdo al radar la nave ingresó de Centroamérica a México y fue vigilada por aire por dos helicópteros y por tierra por efectivos de la Sedena, Marina-Armada de México y Guardia Nacional.
Los narcos abrieron fuego contra los helicópteros en la entrada al rancho “Los Ocho Venados” para proteger la aeronave y la presunta droga que era descargada. Posteriormente, se internaron en el monte y dejaron abandonada una camioneta Toyota Tacoma roja con matrícula de Quintana Roo TA-2101-J, con algunas bolsas negras en la batea.
Las fuerzas federales buscan la supuesta droga que transportaba la aeronave, así como a los narcotraficantes que huyeron con dirección al municipio de José María Morelos en camionetas de lujo.
Personal del Ejército Mexicano realiza rondines permanentes en la zona de aterrizajes de narcoavionetas, aseguran habitantes de Río Verde, Miguel Alemán y comunidades aledañas. También, afirman a Sol Quintana Roo que la familia Coronel cuenta con una pista propia en las inmediaciones de la comunidad de El Gallito
Tal y como lo publicara en su edición impresa de esta semana, los narco aterrizajes en la zona sur de Quintana Roo están a todo lo que dan. Un total de 390 kilogramos de cocaína con un valor estimado en más de 109 millones de pesos fue asegurado por el Ejército Mexicano tras el aterrizaje de un narco jet al noreste de Polyuc, la mañana de hoy, se presume traía cerca de 2 toneladas del alcaloide
La aeronave proveniente de Colombia fue detectada por el Sistema Integral de Vigilancia Aérea cuando ingresó a territorio mexicano, lo que generó la movilización en el espacio aéreo y terrestre para interceptarla
Hasta el momento la Guardia Nacional sólo ha informado del aseguramiento de una camioneta que fue abandonada por los delincuentes frente al rancho “Los Ocho Venados”, a unos 3 kilómetros de dónde aterrizó la aeronave y de la cual, presuntamente lograron descargar la droga que fue transportada a los vehículos y luego incendiar la unidad aérea.
Eran las 6:15 de la mañana de hoy cuando personal militar adscrito a la Trigésima Cuarta Zona Militar y Undécima Zona Naval tuvieron conocimiento del sobrevuelo de una aeronave en territorio del municipio de José María Morelos, de acuerdo al radar ingresó de Centroamérica a México, por lo que fue necesario que dos helicópteros con personal de reacción inmediata iniciaran un recorrido en las coordenadas señaladas mientras que por tierra efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional y Marina-Armada de México, así de la Guardia Nacional se desplazara vía terrestre para apoyar en la ubicación de la aeronave.
El jet Hawker con matrícula XB-RCM aterrizó sobre la carretera Polyuc-José María Morelos a la altura del kilómetro 158, donde ya era esperado por un nutrido grupo de hombres armados con rifles de alto calibre y a bordo de al menos 8 vehículos de lujo, donde presuntamente subieron varios paquetes de alcaloide para posteriormente incendiar la unidad aérea y darse a la fuga con dirección a José María Morelos.
Hombres armados que se quedaron para atraer la atención de los militares se instalaron en el acotamiento de esa vía Federal, en sentido contrario, frente al kilómetro 161, donde se ubica el rancho “Los Ocho Venados” y comenzaron a disparar desde tierra al helicóptero militar, por lo que se repelieron la agresión y esto originó que los delincuentes huyeran a pie, internándose en el monte y dejaron abandonada una camioneta Toyota Tacoma roja con matrícula de Quintana Roo TA-2101-J, en la batea se apreciaban paquetes envueltos en bolsas negras, pero hasta el momento las autoridades militares no han confirmado más que el aseguramiento de este vehículo.
No se tiene reporte de personas detenidas ni droga asegurada aunque el operativo continúa en esa zona al que se sumaron más integrantes del Séptimo Regimiento de Caballería Motorizada, del Batallón de Infantería de Marina número 25, Guardia Nacional y del Cuerpo de Fuerzas Especiales para lograr el arresto de los narcotraficantes y el aseguramiento de la droga y armamento.
Cabe señalar que personal de la Fiscalía General de la República ya trabaja en la zona para recabar indicios que comprueben que dicho jet transportaba cocaína y así puedan remover los restos que quedaron de la aeronave de la vía Federal para abrir a la circulación de vehículos.
Bomberos del municipio de José María Morelos llegaron al lugar para sofocar las llamas que prácticamente consumieron el fuselaje del jet.
BELICE, PUENTE AÉREO DEL NARCOTRÁFICO
El mar Caribe es una zona geográfica situada en pleno corazón del continente americano compuesta por los archipiélagos, Antillas mayores y menores y delimitados por las costas de Centroamérica, la Península de Yucatán y el norte de Suramérica.
Belice cuenta con una extensión de 22 mil kilómetros cuadrados y una población de aproximadamente 400 mil habitantes, es uno de los países más pequeños y menos poblados del continente americano.
Belice cuenta con una increíble variedad étnica entre ellos colonos ingleses, descendientes de esclavos africanos, mayas-quichés, yucatecos que llegaron huyendo de la guerra de las castas, chinos, hindúes, árabes y menonitas; y con un gran acervo multicultural y multilingüe.
Es un país en permanente crisis a causa de la marginación y la pobreza endémica, donde el desempleo se sitúa por encima del 20 por ciento, lo que genera que los beliceños se dediquen al trabajo informal que apenas les garantiza una mínima supervivencia.
Por eso los jóvenes prefieren unirse a las pandillas o engrosar las filas de contrabandistas y narcotraficantes que les proporcionan mejores ganancias, como sucede en los países vecinos.
La inseguridad se ha apoderado de la vida cotidiana de Belice como lo reflejan los altos índices de criminalidad.
Guatemala, es otro de los países con frontera entre México y Belice, desde hace décadas es un país infiltrado por las mafias del narcotráfico, lo que significa que los cárteles y grupos delincuenciales se han hecho fuertes ante la facilidad de comprar a policías y funcionarios corruptos.
En la selva del Petén -también dedicada al cultivo de la marihuana y la amapola-documentado por Sol Quintana Roo, aún no existe una frontera definida, a causa los diferendos limítrofes es la mejor vía de entrada del tráfico de drogas, madera, animales exóticos, contrabando trata de blancas y paso de maras o de migrantes.
El dominio de esta estratégica zona se lo disputan los Zetas, el cártel de Sinaloa, el Jalisco Nueva Generación, la mara Barrio 18 y la mara Salvatrucha 13.
Las organizaciones de narcotraficantes a nivel internacional utilizan flotillas de aeronaves para transportar los cargamentos de cocaína procedentes de Suramérica con destino a Estados Unidos.
Belice es un puerto de trasbordo tanto de alcaloides, sustancias psicotrópicas, precursores químicos y armas.
Las avionetas colombianas, mexicanas o panameñas realizan vuelos rasantes para burlar los radares aprovechando la oscuridad de la noche.
Existen pistas clandestinas en tierra firme previamente señaladas donde aterrizan avionetas para descargar la “mercancía” o “bombardear” con fardos de cocaína alguno de los 450 cayos de la barrera de coral, la segunda más grande del mundo, para posteriormente introducirlas en México por medio de lanchas con motores fuera de borda.
Acción que de igual forma se hacía anteriormente por el río Hondo, en el que los ‘pescadores’ obtenían un ingreso honroso híbrido de acuerdo a los paquetes que lograran recolectar o ‘pescar’.
Otras naves aterrizan para recargar turbosina para luego continuar su viaje con destino a los Estados Unidos, donde se encuentra el mayor número de consumidores de droga.
El poderío del narco ha abierto un puente aéreo entre Suramérica, Centroamérica, el Caribe y México en el que Belice es un punto neurálgico de vital importancia para la geopolítica del narcotráfico que forma el triángulo norte de Centroamérica, pues es la puerta de entrada a México.
Belice es un reconocido paraíso fiscal con alto nivel de confidencialidad que aprovechan tanto los defraudadores como las mafias para lavar el dinero negro, ante el éxito de las operaciones ilegales, es garantía para que jueces, políticos o policías sean susceptibles de ser sobornados al carecer de un sistema policial y militar eficaz para hacer frente a las organizaciones criminales.
Esto pese a que el ejército colombiano entrenó las fuerzas armadas de Belice en el asunto del combate al narcotráfico, lavado de activos y la interceptación marítima y aérea, pero los resultados no ha sido el esperado.
Y lo que es mundialmente conocido es que ese país sigue brindando “asilo” a matones y delincuentes de Inglaterra, Nigeria, Líbano, Taiwán, China, Honduras y Guatemala, por lo que ha sido considerada como una nación que representa una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.
BELICE, TRAMPOLIN DEL NARCO
El país centroamericano no cuenta con aeronaves para persecución de narco-avionetas, pero pese a sus carencias ha logrado incautar importantes cargamentos de droga en los dos últimos años
Esa pequeña nación es paso de las aeronaves procedentes de Colombia y Venezuela, principalmente para que la droga sea cruzada a México y Estados Unidos
El vecino país de Belice tiene una tasa de homicidios bastante alta, las principales causas de la violencia son las pandillas locales que operan principalmente en esa ciudad, que participan en el tráfico local de drogas y en robos. A medida que el papel del país en el comercio internacional de drogas ha crecido, las pandillas centroamericanas y los grupos de narcotraficantes mexicanos también han establecido su presencia en su territorio.
Aunque el gobierno de Belice ha señalado que se deben hacer cambios en las fuerzas de seguridad del país, la mayor parte de estas fuerzas continúan teniendo pocos recursos financieros y los agentes suelen tener entrenamiento deficiente. Belice, el país menos poblado de Centroamérica, limita con México hacia el norte y con Guatemala hacia el sur y el oeste; la frontera oriental del país con la costa del Caribe, junto con las espesas áreas selváticas, ha hecho de Belice un destino atractivo para los narcotraficantes, quienes utilizan el país como una puerta de entrada a México.
El aumento en las incautaciones de drogas y armas a lo largo de la frontera con México, y la creciente presencia de Los Zetas en Belice, hicieron que en el año 2011 Estados Unidos incluyera a la pequeña nación en su lista de observación de los países involucrados en el comercio de drogas.
Las autoridades de Belice aseguran que Los Zetas, investigaciones exclusivas de Sol Quintana Roo, podrían estar actuando en la frontera con Guatemala, otro país donde el grupo tiene fuerte presencia; además del Cártel de Sinaloa, que tiene conexiones en ese país y esto se confirmó en agosto de 2012, cuando el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a tres presuntos narcotraficantes beliceños, quienes eran socios clave de esta agrupación delictiva, y se ha comprobado la presencia de este grupo criminal que sega apoderado de ese territorio.
A pesar de la presencia de actores criminales transnacionales, la mayor parte de la violencia en esa nación sigue siendo generada por pandillas locales que participan en el narcotráfico local y en robos, principalmente en ciudad de Belice. Belice es un punto de tránsito del comercio de armas regional, pues los traficantes aprovechan los débiles controles fronterizos del país para ingresar las armas a la vecina Guatemala, México y Honduras, respectivamente.
Es un punto de transbordo de las armas procedentes de Estados Unidos con destino a México, debido a la alta concentración de agentes de seguridad en la frontera entre Estados Unidos y México. También se sabe que el país ofrece oportunidades para el lavado de dinero, en parte porque su moneda está vinculada, comercialmente, al dólar estadounidense.
El Departamento de Policía de Belice (DBP), adscrito al Ministerio de Seguridad Nacional, es el principal órgano encargado de la seguridad interna; la institución tiene la reputación de ser corrupta e ineficiente. Además de administrar la policía, el Ministerio de Seguridad Nacional es responsable de la Fuerza de Defensa de Belice (BDF), es responsable sobre todo de la seguridad externa, aunque a veces le ofrece apoyo a la BPD en la seguridad nacional, particularmente en ciudad de Belice. Belice cuenta, además, con una guardia costera, que es independiente de la BDF y, entre otras cosas, está encargada de controlar el narcotráfico marítimo.
Cuenta con pocos recursos y dispone sólo de seis buques, además carece de los equipos para realizar patrullajes nocturnos, lo que les permite a los narcotraficantes transportar sus productos en la oscuridad y con pocos riesgos de ser detectados. Pese a que cuenta con poca capacidad de respuesta, Belice ha registrado un mayor número de incautaciones de drogas en el año 2019, debido al aumento de los cargamentos provenientes de Colombia.
A principios de septiembre de 2019, la policía de Belice confiscó mil 210 paquetes de cocaína de una aeronave que despegó de Venezuela y aterrizó a orillas de la carretera Costera, cerca del municipio de La Democracia. Tras un enfrentamiento a balazos, seis personas fueron arrestadas cuatro hondureños, un mexicano y un ecuatoriano.
Las cifras de incautaciones de drogas en el país son incompletas, pero aún así indican que la cantidad de cargamentos ha aumentado considerablemente. En 2018, las autoridades confiscaron 996 kilos de cocaína hallados en aeronaves en todo el país, las primeras incautaciones de este tamaño después de ocho años, en los primeros nueve meses de 2017 sólo se aseguró 58 kilos de cocaína.
En el Informe sobre la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos, publicado por el Departamento de Estado de Estados Unidos, se menciona a Belice como un importante país de tránsito de drogas ilegales provenientes de países suramericanos. En 2011, el país fue añadido a la lista negra de Estados Unidos de países considerados como los principales países de tránsito, y sigue incluido en dicha lista.
Belice está padeciendo las mismas consecuencias que han afligido a otros países centroamericanos; la producción de cocaína en Colombia es ahora mayor que nunca, y por las rutas que atraviesan Centroamérica están pasando cada vez más cargamentos, lo cual es un reflejo de esta tendencia. En Guatemala está aumentando el número de narcoavionetas, y en Honduras también se está presentando un mayor flujo de drogas.
Belice es una escala ideal para transportar cocaína, ya que recibe cargamentos de drogas provenientes de Honduras, Colombia y Venezuela en aeronaves y lanchas rápidas, su destino final para comercialización es hacia Estados Unidos, pasando por México.
El país no tiene el equipamiento adecuado para defenderse, entre otros problemas, la Guardia Costera carece de suficientes barcos, y Belice no cuenta con defensa aérea ni con sistemas de vigilancia mediante radares, lo que dificulta el seguimiento y el monitoreo de los aviones.
Sus progresos dependen del Comando Sur de Estados Unidos ha ofrecido ayuda para modernizar la Guardia Costera de Belice, lo que incluye el financiamiento del 70 por ciento de su flota y la capacitación de la mayor parte de sus agentes, aunque también mantiene coordinación con autoridades castrenses de México que ha permitido el aseguramiento de aeronaves en los últimos 2 años de lado beliceño y mexicano.
AM.MX/fm