Pablo Cabañas Díaz
En estos días, Javier Sicilia dice estar muy “dolido y ofendido” por las “majaderías” del presidente Andrés Manuel López Obrador y sus simpatizantes. Lo cierto es que al llegar su marcha a la plancha del Zócalo se encontró con simpatizantes del presidente que realizaban una movilización, para juntar firmas para juzgar a los últimos cinco expresidentes de México. Los seguidores del presidente comenzaron a corear consignas a su favor y algunos pocos gritaron que se fueran los activistas de la caminata. También llamaron “chayoteros” a los medios que estaban cubriendo el hecho.
Sicilia tiene la chispa corta y además engaña y miente con gran facilidad. Desde el inicio del Movimiento por la Paz sus intereses, se manifestaron por encima de las víctimas. Un actor de primer orden en la creación de la Comisión Nacional de Atención a Víctimas fue el abogado Julio Hernández Barros quien además fue miembro del comité redactor de la “Ley General de Víctimas”, por lo que se le designó con el puesto de Comisionado Ejecutivo de Atención a Víctimas, incluso llegó a ser el presidente de esa institución por tres meses, lo que pocos sabían es que en esos días, era su cuñado pues estaba casado con su hermana Claudia.
También guarda silencio sobre el hecho de que en 2011, los hermanos LeBarón y él fueron financiados por Nxivm (nexium), una secta liderada por Keith Raniere, quien en estos momentos se encuentra en juicio en Nueva York por tráfico sexual de mujeres y asociación delictuosa para trabajos forzados. Fue a través de la Fundación In Lak’ech por la Paz A.C que dirigía Emiliano Salinas Occelli, el hijo del expresidente de México, Carlos Salinas de Gortari, que esa fundación financió el documental Encender el Corazón dirigido por el cineasta sudafricano Mark Vicente, quien llegó al país en 2008 para realizar el filme por encargo de Executive Sucess Program (ESP), una subsidiaria del grupo de Nxivm en México. Emiliano Salinas, también ayudó a la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad que viajó en 2011 por todo el país para exigir el fin de la violencia. Emiliano Salinas alcanzó una alta influencia en el movimiento encabezado por Sicilia según el periodista de La Jornada, Julio Hernández López.
El 10 de enero del 2013, tras saludar al entonces presidente Enrique Peña Nieto, con un beso y un abrazo, Sicilia, le agradeció y reconoció haber cumplido su palabra al promulgar la Ley General de Víctimas. Sicilia, fue adulón al expresar: “Usted señor presidente, Enrique Peña Nieto cumple, no sólo con esa justicia que había sido traicionada, sino con lo más sagrado que el ser humano tiene, su palabra, la que usted empeñó en los Diálogos por La Paz que sostuvimos el 28 de mayo en el Castillo de Chapultepec con los entonces candidatos y candidata a la Presidencia de la República”. Antes de dejar el micrófono, Sicilia volvió a los halagos hacia Peña y le dijo: “creemos en los pasos comprometidos y firmes que nunca traicionan la rectitud”. En otro ámbito de su vida la de poeta, en el suplemento Laberinto del periódico Milenio, el crítico Evodio Escalante al reseñar su libro Tríptico en el desierto, premiado en 2009, con el Premio Aguascalientes encontró que Sicilia tomaba líneas y hasta poemas completos de otros poetas para incluirlos, sin referencia alguna, en su obra literaria. Esa práctica podría ser interpretada como un plagio, decía Escalante, incluso señaló que el jurado del premio no quiso o no le dio la gana leer en los poemas del libro que premiaron. La respuesta de Sicilia fue la de comparar a Evodio con un cerdo y le llamó además pequeño-burgués. Así es el poeta-activista .