Francisco Rodríguez
Para my fair lady, mi corresponsal
¿Quién fue el “ganón” de la licitación de Relaciones Exteriores, en abril de 2015, para la elaboración y expedición de pasaportes en México y en los consulados que el país tiene en diversos puntos del mundo? ¿José Antonio Meade Kuribreña, a la sazón responsable de la SRE, a quien nos han “vendido” como inmaculado? ¿O su jefe EPN, quien lo mandó al matadero, y que sí tiene bien ganada fama de ladrón?
¿Cuánto, de un contrato de 81 millones de dólares le tocó a cada cual? ¿Participó en la “polla” Luis Videgaray?
La dependencia, ahora encabezada por el secuestradito Marcelo Ebrard, recién denunció que en la gestión de José Antonio Meade como secretario de Relaciones Exteriores, se asignó a la empresa alemana Veridos — en participación conjunta con Caelum Group GmbH, de Berlín; Nec de México, de inversión japonesa; Seguridata Privada, empresa mexicana; Informática el Corte Inglés, de capital español, y la firma Giesecke & Devrient GmbH, de Baviera, Alemania– sin licitación y en forma directa por un año un contrato por 27 mil 7 millones de dólares, equivalente a más de 500 millones de pesos, para la emisión de pasaportes. Ya antes, Veridos había sido contratada por otras cantidades millonarias en dólares… y también había fallado.
Esta empresa de Alemania había obtenido en abril de 2015 un contrato por 32 meses en una licitación que fue impugnada legalmente, por presunto favoritismo, por un consorcio de cinco compañías que presentaron una oferta más barata.
En ese entonces, el ahora ex secretario de Relaciones Exteriores –también ex de Hacienda y ex candidato presidencial fallido del PRI–, justificó la contratación con la argucia de que se había privilegiado el aspecto técnico sobre el económico. No obstante, cuando la empresa Veridos empezó a emitir los pasaportes en octubre de 2015, el sistema colapsó, lo que provocó protestas de los usuarios. Simplemente no había pasaportes. Ni el equipo para procesarlos en los consulados.
La Auditoría Superior de la Federación reveló que 11 mil 908 pasaportes que se emitían en promedio al día a nivel nacional, disminuyó la elaboración de documentos a 911 diarios y fue necesario que la SRE aplicara acciones urgentes para restablecer el servicio.
Es obvio que alguien de muy arriba recomendó a esta empresa, a cambio de… ¿Meade? ¿El mismísimo Peña Nieto, cuando no estaba jugando al golf?
Atrasaditos en la Cancillería de la 4T
Prácticamente, desde que se dio a conocer el problema de la falta de expedición de pasaportes, en casi todos los medios de prensa se dieron a conocer las anomalías y, en más pocos casos, las sospechas de que el favoritismo hacia Veridos había tenido una compensación de por medio. ¿Para Meade? ¿Para EPN? ¿Acaso también para Videgaray?
La denuncia presentada estos días por la Cancillería de la 4T está ya desfasada. Pero, ¿sólo se va a quedar en eso? ¿En denuncia periodística? ¿Acaso ya presentó el área jurídica de la SRE una demanda contra quien resulte responsable –¿Meade? ¿Peña? ¿También Videgaray?– ante la Fiscalía de Alejandro Gertz?
Porque, amén de que Meade reservó por 12 años los términos del contrato, arguyendo motivos de “seguridad nacional”, el gasto de quienes pagamos impuestos se incrementó al llegar al cargo, medio tambaleante, Claudia Ruiz Massieu, quien tuvo que contratar a ¡otra empresa!, Softtek, para estabilizar su sistema computacional interno y volver a emitir los pasaportes. Nunca se hizo público cuanto nos costó a los pagaimpuestos el servicio de auxilio de esta segunda empresa metida a fuerza en el ajo. Ya ve usted que estos tipejos usan los dineros públicos como si fueran propios.
Y ahí tiene usted a Softteck apoyando a la alemana con la captura de datos biográficos, enrolamiento biométrico, verificación biométrica, personalización de pasaportes y suministro de equipo de cómputo.
De igual forma la proveeduría de láminas de seguridad para las libretas o pasaportes, fabricadas hasta entonces por los Talleres de Impresión de Estampillas y Valores de la Secretaría de Hacienda Crédito Público, que encabezaba Luis Videgaray.
Meade, Peña y hasta Videgaray, sólo por eso, deberían tener ya listo su pasaporte al infierno judicial, pero…
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