José SÁNCHEZ LÓPEZ
LOS pasados comicios electorales se caracterizaron por tres hechos sin precedente.
Fueron los más grandes de la historia. Se eligieron 3 mil 415 cargos de elección popular, federales, estatales y municipales. La Presidencia de la República, ocho gubernaturas, los 129 senadores y 500 diputados, congresos locales, alcaldías, ayuntamientos, concejales y juntas municipales, entre otros.
Nunca antes habían sido elegidos tantos servidores públicos en una sola contienda.
Fue también la apabullante victoria de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, una auténtica trituradora y aplanadora que no dejó duda alguna de su triunfo, con una ventaja de al menos 31 puntos, que ni él mismo pensaba obtener.
Pero también hubo otro hecho sin parangón, aunque lamentablemente trágico y sombrío; el asesinato de 133 políticos.
Una jornada sangrienta nunca antes vista. Unas elecciones plagas de crímenes que no deben quedar impunes y que corresponde resolver al nuevo gobierno.
Pero hoy toca celebrar y no regatear el liderazgo indiscutible que alcanzó ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR con su MORENA, festejar en grande, ya que por fin, a la tercera sí fue la vencida.
Pero pasada la borrachera electoral, la euforia democrática, hay que volver a la realidad y una vez que el candidato electo asuma el cargo tendrá que empezar a cumplir todas y cada una de las promesas que hizo y llenar las enormes expectativas que él mismo generó, basándose medularmente en el combate a la corrupción.
Esos millones de votantes que lo encumbraron, estarán vigilantes y demandarán que cumpla con sus promesas.
“Estamos construyendo una verdadera democracia, no una dictadura y voy a cumplir con la oferta de programas sociales, aunque nos quedemos sin camisa“.
“Sicarios no, becarios, sí”, fue uno de sus lemas de campaña y ahora más de 2 millones y medio de jóvenes esperan que les cumpla.
Hasta ahora todo parece miel sobre hojuelas, nada enturbia esa embriagadora luna de miel ni la imagen de LÓPEZ OBRADOR que en sólo 48 horas cambió diametralmente a la que mantuvo durante varias décadas y que no era nada recomendable.
Pero cuidado, la raza no perdona cuando no se le cumple y si no, ahí está como motejó a FELIPE CALDERON, “Fecal”, además de calificarlo como alcohólico; a VICENTE FOX, como “El Golondrino”, un buey manso, viejo y tonto que tenía en su rancho JOSÉ LUIS FOX PONT, padre del ex mandatario; a CARLOS SALINAS como el mayor ladrón y como el jefe de la “mafia del poder” y que podemos decir de ENRIQUE PEÑA NIETO, “El Copetes” o “El Gaviotín” y lo señala como inculto, corrupto y torpe.
Millones y millones de ojos de quienes lo llevaron al poder estarán vigilantes para ver cómo actuará LÓPEZ OBRADOR y de no cumplir lo llamarán a cuentas, ello sin contar que la “minoría rapaz”, como él mismo llamó al empresariado y la amnistiada ex mafia del poder, le saltarán a la yugular en cuanto afloje el paso o de llano desista.
Son varios los refranes aplicables al caso: Del dicho al hecho, hay mucho trecho; El prometer no empobrece, el dar es lo que aniquila y el más lapidario: “El camino hacia el infierno está empedrado de buenas intenciones.
Ojalá que ninguno le acomode.
Indudablemente que le espera una labor titánica, pese a que detenta todo el poder, pues nunca le faltarán piedras en su camino, pero por el bien de todos, y entiéndase que todos somos México, será mejor que cumpla a cabalidad y de rotundo mentís a los incrédulos, que aún son muchos, de lo contrario las consecuencias podrían ser desastrosas.***LO IMPORTANTE NO ES LO QUE SE PROMETE, SINO LO QUE SE CUMPLE.***AU REVOIR.