Por Pedro Camacho
En esta, que es la vertiginosa era de la comunicación global y de la tecnología digital, el lenguaje también sufre cambios, lo cual es una lógica consecuencia de los asombrosos avances y los cotidianos inventos. Por ello, la palabra “internet”, propia del idioma inglés, está admitida por la Real Academia Española como un vocablo de nuestra lengua. Pero aún los términos de origen lingüístico distinto al español, al ser incorporados deben regirse por las normas gramaticales castellanas. Por eso es erróneo considerar como masculino el término internet. El acrónimo surgió de la fusión de la expresión “international network”, que significa red internacional y tiene género femenino. Por tanto, es un error llamarle “el internet”, en lugar del correcto “la internet”.
