Por Pedro Camacho
Contra lo que mucha gente supone, no es lo mismo una alternativa que una opción. Cuando alguien se encuentra en la necesidad de tomar una decisión entre varias posibles, tiene ante sí una alternativa, sólo una, que le plantea varias opciones, pero no tiene varias alternativas. Por tanto, es incorrecto decir que una persona que tomó una decisión obligado por las circunstancias, “no tenía otra alternativa”. Lo correcto puede ser que no tenía alternativa (una sola) o bien que no tenía otra opción.
