sábado, julio 19, 2025

OTRAS INQUISCIONES: El fin de una era: La historia del Teatro Arlequín

POR PABLO CABAÑAS DÍAZ

En el corazón palpitante de la Ciudad de México, se erigía el Teatro Arlequín, un refugio para el arte y la cultura. Inaugurado un 17 de agosto de 1953, este teatro se convirtió rápidamente en un símbolo de la escena teatral mexicana. La noche de apertura, Nadia Haro Oliva, con su presencia magnética, presentó “La hora soñada”, una obra que capturó la imaginación de miles, alcanzando el impresionante hito de mil representaciones.

El Arlequín no solo era un teatro; era un punto de encuentro para los amantes de las artes, un lugar donde el vodevil francés encontraba una audiencia ávida de entretenimiento y donde cada función se convertía en una celebración. Obras memorables como “Buena para todo” y “La pícara Cocó” llenaban sus butacas noche tras noche. Al final de cada espectáculo, Nadia y su esposo Antonio se aseguraban de agradecer personalmente a los asistentes, creando una experiencia cercana y única que fortalecía el vínculo entre público y artistas.

Sin embargo, la historia del Arlequín también está marcada por los desafíos. En 1994, el teatro resurgió con “La Dama de Negro”, una producción que desafió las expectativas y se convirtió en un éxito inesperado. Pero, como en toda epopeya, el paso del tiempo y las dificultades económicas eventualmente llevaron al cierre del teatro en 2016, marcando el fin de una era dorada.

El terreno que albergaba sueños y talentos ahora funciona como estacionamiento, mientras el proyecto de revivir el Arlequín quedó como un sueño que no pudo cumplirse por la falta de la inversión necesaria.

Redacción/dsc
Redacción/dsc
Periodista en crecimiento; siempre buscando algo que contar.

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