CIUDAD DE MÉXICO.- José Alfonso Suárez del Real, asesor político de la Coordinación de Comunicación Social de Presidencia de la República, explicó que el lugar donde fueron localizados restos óseos en la CDMX, pertenecen a lo que fue el panteón o cementerio de Santa Paula, fundado en el siglo XVIII.
El funcionario destacó que en 1758 hubo una epidemia de viruela que ocasionó 40 mil muertes en la Ciudad de México, abarrotando los panteones que estaban afuera de las iglesias.
Según Suárez del Real, los restos encontrados corresponden, probablemente, a algunas de las tumbas que quedaron sin recolección del panteón de Santa Paula.
Luis Gómez, titular de la Comisión de Búsqueda de la Ciudad de México, aseguró que ya hubo otros hallazgos en la zona cercana a Paseo de la Reforma
Aunque las investigaciones siguen su curso, en torno al hallazgo de cráneos y huesos humanos dentro de una obra en la colonia Guerrero, alcaldía Cuauhtémoc, tal parece que en la zona sí hubo un panteón hace años, que existió en el siglo XVIII.
Luis Gómez, titular de la Comisión de Búsqueda de Personas de la Ciudad de México, explicó que se realizó un “análisis del contexto” e identificaron que en el punto referido, Paseo de la Reforma en su cruce con la calle Magnolia, se encontraba el Panteón de Santa Paula. Asimismo, indicó que “ya ha habido desde antes de diferentes instituciones, intervenciones y hallazgos en esta misma zona en este mismo lugar”.
De acuerdo con Reporte Ìndigo, ante medios de comunicación, Gómez señaló que encontraron muchas coincidencias, “evidentemente con este vestigio histórico que reside en este lugar donde se está llevando a cabo esta construcción y donde fueron hallados estos restos”.
Breve historia del Panteón de Santa Paula
Hace muchos años enterrar a los muertos dentro de iglesias era una práctica común y el panteón de Santa Paula surgió como una alternativa moderna y sanitaria. Su historia se remonta a 1786, cuando el arzobispo Alonso Núñez de Haro y Peralta cedió un terreno al Hospital de San Andrés para enterrar a sus fallecidos fuera del centro urbano. Esta medida respondía a la urgente necesidad de evitar epidemias como la viruela, que en 1779 afectó a más de 40 mil personas en la capital novohispana.
El panteón fue oficialmente establecido como Panteón General de Santa Paula en 1836, bajo la dirección de Vicente García. Rápidamente se convirtió en uno de los cementerios más importantes y salubres de la ciudad.
Su arquitectura y limpieza lo hicieron comparable con los cementerios más prestigiosos de Europa y Norteamérica. En sus terrenos descansaron figuras notables como Leona Vicario, el conde de Regla y varios héroes de la guerra de 1847.
Sin embargo, tras la muerte de García en 1851, el lugar entró en decadencia. Dañado por un sismo en 1858, fue finalmente clausurado en 1871, junto con otros panteones, al ser absorbido por la creciente mancha urbana y representar un riesgo para la salud pública.
El antiguo terreno fue loteado y vendido en 1882, y hacia 1903 se demolieron las últimas estructuras que quedaban en pie. Para 1960 aún se podían ver restos de la capilla del panteón, pero su memoria quedó sepultada por el crecimiento de la colonia Guerrero.
AM.MX/fm