martes, marzo 11, 2025

OTRAS INQUISICIONES: El México oculto

Pablo Cabañas Díaz.
Hasta hoy, se discute si pudo ser un crimen de estado, o un suicidio. Su muerte sigue siendo enigmática y misteriosa. Así fue la vida de Fernando Jordán Juárez, quien nació en la ciudad de México, un 26 de abril de 1920. Egresado de la escuela Vocacional decide inscribirse en la carrera de Arquitectura en el Instituto Politécnico Nacional, sin embargo, al poco tiempo la abandona e ingresa en la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Durante el tiempo que estudió esta carrera tuvo la oportunidad de escribir varios artículos en periódicos del instituto con lo cual descubre su vocación periodística.
A la edad de 25 años, se gradua como antropólogo y empieza a trabajar en el periódico de mayor tiraje de la época, “La Prensa”, posteriormente en las revistas “Mañana” y “Novedades”. Se distinguió siempre por sus artículos agudos e incisivos en los cuales denunciaba las inequidades en México, y por ello recibió varias represalias y regaños los cuales sólo sirvieron para estimular su deseo de continuar por este camino. Su gran oportunidad llega en el año de 1949, cuando decide unirse a quien fuera su principal promotor y amigo, Regino Hernández Llergó, quien funda la revista “Impacto”, nombrándolo su corresponsal viajero y que así pudiera combinar sus dotes de periodista y antropólogo visitando diferentes lugares de la República Mexicana y enviando sus profundos reportajes para esta revista.
Cuando Jordán llega a Baja California, la define como el “otro México”, pues advierte inmediatamente las características especiales que la situación geográfica de la frontera imprime en su gente y en el espacio geográfico. El desarrollo urbano en Baja California se daba vertiginosamente con respecto al resto del país, pues a partir de la década de los cuarenta del siglo XX, empezó a convertirse en plataforma de migración itinerante hacia los Estados Unidos.
Su primer trabajo fue acompañar a la Marina Mexicana en una expedición al Archipiélago de Revillagigedo en donde da cuenta de este sitio tan singular el cual debería ser un orgullo el tenerlo en nuestro país; su segunda misión fue una expedición a Chiapas donde escribió sobre las etnias del lugar; siguieron Coahuila y la rara población de raza negra que habita ahí.  En Baja California, realizó recorridos en un jeep el cual lo llevó a través de las Sierras de Guadalupe, San Pedro Mártir, San Francisco, La Giganta y la Laguna. En un barco de nombre Neptuno realizó un interesante viaje, el cual se antojaba como imposible por las islas de la Península. Se cuenta que en sus travesías se hacía acompañar de varios muñecos de trapo con los cuales conversaba y los que hacían más llevaderas sus andanzas por esa región  ocultas de nuestros  país.

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