TLAXCALA, TLAXCALA.- El rescate y rehabilitación de fauna silvestre despierta preocupación entre la población, pero muchas veces las buenas intenciones resultan en daños si no se manejan adecuadamente. De acuerdo con el Instituto de Fauna Silvestre para el Estado de Tlaxcala (IFAST), la intervención humana, por más altruista que sea, no siempre es la respuesta adecuada para los animales que encontramos en situaciones vulnerables.
De acuerdo con El Sol de Tlaxcala, el jefe del Departamento Ambiental y de Recursos Faunísticos del IFAST, Ezequiel Julio Moreno Pérez, destacó que “el mejor manejo es el que no se hace”, pues es común que las personas encuentren animales silvestres en condiciones aparentemente peligrosas y la tendencia es pensar que deben ser rescatados y llevados a un lugar seguro; sin embargo, esta intervención, si no es realizada por personal especializado, puede ser más perjudicial que beneficiosa para el ejemplar.
La clave está en reconocer cuándo un animal realmente necesita ayuda y cuándo simplemente debe ser dejado en su hábitat, tal como lo señala el Zoológico del Altiplano. Uno de los rescates más recientes de la institución fue el de un zorro gris (Urocyon cinereoargenteus), un ejemplar que, luego de ser capturado indebidamente en el municipio de Amaxac de Guerrero, fue evaluado y liberado de inmediato debido a que no presentaba daños significativos. Su liberación en el mismo lugar donde fue encontrado permitió que el zorro regresara a su ecosistema sin alteraciones.
Aunque en muchos casos la mejor opción es no intervenir, existen situaciones en las que la fauna silvestre sí necesita ser rescatada y rehabilitada. Si bien no fue proporcionado el número exacto de casos de manejo por parte de las instituciones ambientales de Tlaxcala, sí existe una clasificación de deja constancia de la frecuencia con la que ocurren.
Entre otros de los casos más relevantes está la recuperación de un puma (Puma concolor), hallado en los límites de Totolac y Panotla en 2022, que fue trasladado a instalaciones especializadas para su recuperación. Serpientes nativas también son rescatadas con frecuencia por el parque, especialmente aquellas que han sido maltratadas debido a mitos y creencias regionales. El objetivo es rehabilitarlas y liberarlas en su hábitat natural dentro de las 72 horas posteriores a su rescate, siempre que sea posible. El Zoológico también ha recibido otros ejemplares como tortugas y diversas especies menores que requieren cuidados especializados antes de ser liberadas.
En colaboración con la Fiscalía General del Estado, se logró el rescate de 40 loros que eran transportados ilegalmente. Estos loros fueron trasladados al IFAST para su rehabilitación, y su recuperación forma parte de la labor de concienciación sobre el tráfico ilegal de fauna. En 2024, la PROFEPA hizo el rescate de un búho virginiano que se encontraba tirado afuera de un domicilio en Apizaco en condiciones de estrés. Se presume que el ejemplar fue acorralado por una jauría.
Ese mismo año llevó a cabo el rescate y manejo de un ejemplar de aguililla (Buteo platypterus), una especie de distribución natural en Tlaxcala y regulada por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010. El ave ingresó accidentalmente a un domicilio particular en el municipio de Tlatelulco, donde fue resguardada por las autoridades municipales mientras llegaba el equipo especializado, que luego del protocolo médico procedió a su liberación.
Otro rescate relevante fue el de un pavo real y un mirlo durante un operativo contra el robo de combustible (huachicol), donde se recuperaron estos ejemplares en condiciones complicadas. Tras recibir atención médica en el Zoológico del Altiplano, estos animales pudieron ser rehabilitados adecuadamente. En Ixtacuixtla, se llevó a cabo el rescate de un varano salvator (Varanus salvator) de 1.80 metros y un cocodrilo acutus (Crocodylus acutus) de 1.50 metros, los cuales fueron trasladados al Zoológico para recibir atención especializada. Uno más, pero de la clase Moreleti, fue rescatado de un domicilio al que ingresó en el municipio de Xicohtozinco.
Fuera de Tlaxcala, personal del Instituto participó en el rescate de 87 cocodrilos de pantano (Crocodylus moreletii), que fueron reubicados de manera segura en colaboración con Profepa y Semarnat desde el sureste del país. Este esfuerzo permitió la creación del primer cocodrilario del estado. Además, el Zoológico del Altiplano recibió tres leones (Panthera leo) provenientes del predio Black Jaguar White Tiger, un centro de rescate de animales de la Ciudad de México que fue clausurado por las autoridades mexicanas en 2022 debido a las irregularidades de cuidado.
Más allá de los rescates específicos, el enfoque principal del IFAST y el Zoológico del Altiplano es la prevención de la caza ilegal, la destrucción de hábitats y los mitos que rodean a algunas especies para evitar que más animales lleguen a situaciones de riesgo, por lo que hicieron un llamado a dejar la fauna silvestre en su entorno natural y contactar a los expertos solo cuando realmente se requiera ayuda.
El rescate y la rehabilitación de animales deben ser actividades bien coordinadas y llevadas a cabo por profesionales capacitados. El contacto con especies silvestres, aunque pueda parecer inofensivo, puede tener consecuencias negativas para el bienestar de los animales y alterar su comportamiento natural.
¿QUÉ HACER SI ENCUENTRAS FAUNA SILVESTRE?
Si te encuentras con un animal que parece estar en peligro, lo primero que debes hacer es evaluar la situación. Si no está herido ni en una condición de riesgo inmediata para la especie o la población humana, lo mejor es dejarlo donde está y observarlo desde una distancia segura.
En caso de que necesites intervenir, contacta a las autoridades competentes como la Profepa o el IFAST, quienes podrán hacer una evaluación y tomar las acciones necesarias. La naturaleza tiene sus propios mecanismos de autorregulación y nuestro papel como seres humanos debe ser el de respetarla, educarnos y contribuir a su conservación sin alterar el equilibrio natural, finalizan las autoridades.
AM.MX/fm