*Tres mil kilómetros de frontera con Estados Unidos colocan a nuestra nación muy lejos de los ideales y sueños de Cuba, Panamá, Nicaragua, Venezuela, Bolivia. La geopolítica impone una realidad que nos debió quedar clara con el fracaso del Telegrama Zimmermann, y con la intervención de Henry Lane Wilson en la ejecución de Madero y Pino Suárez instrumentada por Victoriano Huerta, dipsómano.
Toda ama de casa, todo jefe de familia, aprenden juntos que los monederos distan mucho de ser un pozo de los deseos, pues lo mismo ocurre con los recursos fiscales, a menos de que estén apuntalados por la narco-economía
*“Un delincuente convicto ocupará por primera vez en la historia el cargo de presidente de Estados Unidos a partir del próximo 20 de enero”, en cuanto a lo que sucede en este México nuestro, ejemplo de democracia según los valedores de la 4T, Reforma, en su edición del sábado último y en primera plana, nos ofrece la opinión dejada en una conferencia convocada por el ITAM: “El ex Presidente Ernesto Zedillo acusó ayer que el “poder real” en el País lo ejerce “un caudillo oculto” en Palacio Nacional. “Queremos una Presidenta de verdad”, reclamó
Gregorio Ortega Molina
Desconozco quiénes tripulan ideológica y políticamente a la titular del Ejecutivo, pero seguir por el sendero de la motivación de un nacionalismo totalmente anticuado, y el rescate de una idea de soberanía que únicamente favorece la confrontación entre naciones, conduce al fracaso de su proyecto ideológico, político y social. Las jineteras y los padrotes llaman a la puerta.
Efectivamente no hay espacio para un émulo de Ignacio Zaragoza, para los niños héroes vestidos de guerrilleros, para otra incursión de Pershing tras los huesos de Francisco Villa, para otra ocupación de Veracruz. La evocación del Himno Nacional como imagen de resistencia a las pretensiones de Donald Trump, muy pronto convertidas en realidad con la propuesta de Ronald Johnson como embajador de Estados Unidos ante la doctora Sheinbaum Pardo.
Más ambigua no puede ser la postura de la presidenta de México, tanto como la asumida por su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, que creyó haber engañado a empresarios e inversionistas con el cuento de la consulta para cancelar la construcción del AICM en Texcoco. Encontró una justificación violatoria de la ley, pues dicha consulta no fue vinculante y, mucho menos, garantía de certeza jurídica.
Sólo recordemos que ese tipo de ambigüedades diplomáticas, económicas y políticas, está detrás de la invasión a Ucrania. Tanto buscar una independencia, una soberanía, convertirse en miembro de la OTAN, que el oso Ruso decidió poner fin con un zarpazo.
Tres mil kilómetros de frontera con Estados Unidos colocan a nuestra nación muy lejos de los ideales y sueños de Cuba, Panamá, Nicaragua, Venezuela, Bolivia. La geopolítica impone una realidad que nos debió quedar clara con el fracaso del Telegrama Zimmermann, y con la intervención de Henry Lane Wilson en la ejecución de Madero y Pino Suárez instrumentada por Victoriano Huerta, dipsómano.
Para colmo, la economía mexicana -¿podemos calificarla de narco-economía?- más pronto que tarde entrará en crisis, puesto que los programas sociales consumen cuantiosos recursos fiscales que la capacidad del gobierno y del Estado para producir riqueza, a pesar de los deseos de soberanía energética y alimentaria. La prueba de lo que se avecina es la reducción real del presupuesto del sector salud, más allá de lo afirmado en contrario por la doctora Sheinbaum Pardo.
Toda ama de casa, todo jefe de familia, aprenden juntos que los monederos distan mucho de ser un pozo de los deseos, pues lo mismo ocurre con los recursos fiscales, a menos de que estén apuntalados por la narco-economía.
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¿En manos de quiénes están los gobiernos y el futuro?
Mauricio Maeterlinck lo deja claro en El reloj de arena: no son los mejores los que gobiernan al mundo, los que deciden el futuro de la humanidad. Supongo que Alexis de Tocqueville quedaría apopléjico al enterarse de quién y cómo es el nuevo huésped del Salón Oval.
En nuestro territorio no cantan mal las rancheras. Todo indica que Andrés Manuel Obrador abandonará Palacio Nacional en idénticas condiciones a como se fue Benito Juárez, dictador canonizado porque ordenó fusilar a Maximiliano de Habsburgo.
Ambos casos son constatados en las efemérides periodísticas.
El País del diez de enero último, deja constancia en la entrada de su editorial: “Un delincuente convicto ocupará por primera vez en la historia el cargo de presidente de Estados Unidos a partir del próximo 20 de enero. Esta afirmación tiene carácter oficial e irreversible desde este viernes, cuando un juez de Nueva York confirmó la condena a Donald Trump por un jurado popular como culpable de 34 delitos relacionados con falsedad contable por comprar bajo cuerda en 2016 el silencio de una actriz porno con la que tuvo una aventura. El juez, sin embargo, dejó a Trump libre de pena: no irá a la cárcel (una pena posible pero rara en este tipo de delitos), ni tampoco tendrá que pagar multa o realizar tareas sociales. Tras la lectura de la sentencia, Trump, que ha llamado “corrupto” al juez, dijo que era una “farsa despreciable”. El juez le deseó “que Dios le acompañe” en la Casa Blanca”.
En cuanto a lo que sucede en este México nuestro, ejemplo de democracia según los valedores de la 4T, Reforma, en su edición del sábado último y en primera plana, nos ofrece la opinión dejada en una conferencia convocada por el ITAM: “El ex Presidente Ernesto Zedillo acusó ayer que el “poder real” en el País lo ejerce “un caudillo oculto” en Palacio Nacional. “Queremos una Presidenta de verdad”, reclamó
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