Por José Antonio Chávez
Ayer le comenté que a más tardar el viernes estarían aprobando los 17 Congresos locales la reforma para evitar ser impugnadas las reformas Constitucionales.
El presidente de la Cámara de Diputados, el morenista, Sergio Gutiérrez cerraba el miércoles la tarea de aprobar esa reforma, enviada por el Senado y cuya responsabilidad fue encomendada al líder de los diputados, Ricardo Monreal.
Bueno, la sorpresa fue que el mismo jueves por la mañana ya estaba aprobada en esos 17 Congresos más IVA, es decir la declaratoria que ofreció el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña sumaron, de 17 que se necesitaban llegó a 23.
La priista Claudia Anaya reclamó que hayan aprobado en 20 horas esta reforma, que ni siquiera la leyeron, que ellos están en contra de esas porquerías.
Noroña peló los ojos y pidió respeto.
De rebote, se levantó el coordinador de la bancada del PRI, Manuel Añorve para responder a Noroña y reclamar que estén atropellando con este proceso.
Se quejó, también de la marranada que hicieron, Morena y aliados de tomar protesta en lo oscurito al Club de Tobi, el Comité de Evaluación para las elecciones de jueces, magistrados y ministros cuando debería haberlo hecho en el pleno. Que es un comité espurio.
El que más gozaba de este triunfo de aprobar, en fast trak esta reforma de blindaje a la Presidenta Claudia Sheinbaum, era el ex gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat que en su exposición presumía que Morena ganó con 26 millones de mexicanos y por eso el pueblo manda, lo que sorprende es que él y su padre fueron beneficiados como gobernadores por el PRI y hoy hablan pestes.
Y presumía que el Senado, el pueblo les dio la mayoría calificada de los dos tercios, de 86 votos, y que por eso pueden reformar. Bueno, hay que recordarle al senador oaxaqueño de las acusaciones que entregó el estado de Oaxaca que gobernaba a a AMLO a cambio de impunidad y, 2, la mayoría calificada la alcanzaron por utilizar la frase “plata o cárcel” a los dos senadores del PRD, José Sabino y Araceli Saucedo y al del PAN, Miguel Angel Yunes.
Entonces, el pueblo no les dio los dos tercios, les faltaron tres senadores que compraron bajo el esquema de corrupción al máximo nivel, es decir por amenazas de consignarles sus expedientes delictivos y la entrega de jugosas cifras para sus bolsillos.
Entonces, no fue tan limpio el proceso d lograr las mayorías, sino más bien fue por la figura de corrupción para lograr apoderarse del poder. Y qué, decir de las amenazas al de MC, Daniel Barreda que cedió ausentarse a la hora de la votación de la reforma al Poder Judicial para evitar que se cayera la aprobación por falta de un voto.
Don Murat, un priista privilegiado hoy fue de los que más gozaron la derrota a la oposición, sobre todo a su ex partido el PRI, que le dio la riqueza económica y poder, simplemente lo hizo gobernador.
SE LE APARECE EL DIABLO A NOROÑA
La declaratoria se extendió al grado que no le daban la palabra a los priistas, y ello obligó al líder nacional del partido, Alejandro Moreno “Alito” subir a la tribuna para encarar a Noroña.
-Hágalo desde su lugar, le decía Noroña a Alito, una y otra vez subiendo el tono a gritos, y no me toque, argumentaba sin hacer caso a las peticiones. No me ponga el dedo encima, le gritaba Noroña.
¡A mí no me grites!, ¡no me grites!, ¡no me grites!, ¡date a respetar!, ¡date a respetar!, ¡respéteme!, ¡respéteme!, le gritaba Alito en su cara a Noroña que solo pedía respeto a la presidencia, y que lo hiciera desde su lugar y que no lo tocara. Su rostro se desencajaba.
Noroña no la ve llegar con los priistas, basta recordar aquella intervención cuando en una permanente, en la pasada legislación, Noroña como diputado se confrontó con el entonces senador, por Sinaloa, Mario Zamora.
Noroña subió a tribuna y se quejó que el senador Zamora, más joven que él, le quería pegar a un adulto mayor (de 62 años), que no se valía. Y eso fue respuesta porque Zamora lo retó a golpes, y para no ser tan abusivo, le dijo que se amarraría, para ello un pie y una mano.