viernes, noviembre 8, 2024

Reforma pega a temas de género e inclusión y pone en peligro la justicia a mujeres

Sara Lovera
CIUDAD DE MÉXICO / SemMéxico.- Si se aprueba la Reforma Judicial no habrá justicia para las mujeres, pues afectará temas como los juicios de divorcio, la custodia de menores, el combate a la violencia de género y el acceso a la interrupción legal del embarazo, señalan juristas y feministas consultados por El Sol de México.

La ex diputada Martha Tagle Martínez y Andrea Medina Rosas, asesora de Naciones Unidas, coincidieron en que se perderán décadas de aprendizaje sobre la igualdad entre mujeres y hombres, estereotipos y mecanismos para juzgar con perspectiva de género en la carrera judicial si se aprueba la reforma, pues habrá un cambio masivo de impartidores de justicias (jueces, magistrados y ministros), los cuales serán elegidos por voto popular.

“De entrada el comité de selección de candidatos que contempla el art. 96 en el dictamen es ambiguo y nada garantiza que quienes lo integren sean imparciales y objetivos”, coincidió la doctora Laura Frade, a lo que Tagle Martínez agregó que acabar con la independencia judicial afecta de manera directa a las mujeres que buscan justicia, pues si ahora se dejan influenciar por políticos (casos de violencia vicaria por ejemplo) será peor cuando los jueces sean políticos que buscan el voto para ser electos.

«Hasta ahora, la carrera judicial ha significado un aprendizaje sobre la igualdad entre mujeres y hombres, estereotipos y mecanismos para juzgar con perspectiva de género. Elegir vía votos y no por concursos de oposición. Ojalá Claudia (Sheinbaum Pardo ) sea más sensata y escuche a quienes sí sabemos lo que significa el poder judicial en una democracia”, subrayó Alicia Elena Pérez Duarte, feminista, doctora en Derecho en investigadora Titular C del Sistema Nacional de Investigadores.

El ex procurador general de la República, Diego Valadés Ríos, señaló que todas las mujeres se verán afectadas porque los jueces federales y locales obedecerán criterios políticos y no jurídicos, que perturbarán los juicios de divorcio, la custodia de menores y la violencia de género.

«Cada caso (divorcio, violencia, custodia de menores, etc.) será resuelto de acuerdo a las relaciones políticas de las partes, «, dijo Valadés.

José Roldán, especialista en derecho electoral e investigador del CIDE, dijo que esta reforma afecta también a las juezas y magistradas que lo son por sus méritos, pues perderán el cargo y el plan de vida. Agregó que la sustitución completa de juzgadores, tanto federales como locales, afectará los casos en trámite. Los nuevos jueces tendrán un costo de aprendizaje y será mayor el tiempo de duración de los casos.

Por su parte la senadora Amalia García señaló que se requieren reformas de fondo en el ámbito civil y penal.

Recordó que la Corte ha resuelto temas fundamentales para las mujeres como el aborto y los cuidados y eso ha sido gracias a que los ministros resuelven con independencia y tienen la capacidad para juzgar con perspectiva de género.

A unas horas de que llegue al pleno del Senado de la República la iniciativa aprobada en diputados, Pérez Duarte advirtió que “así como yo, casi todas y todos mis colegas tragamos angustia por nuestro país y nuestra profesión. Ojalá Claudia (Sheinbaum Pardo) sea más sensata y escuche a quienes problema de acceso de las mujeres a la justicia es la impunidad, y la reforma profundizará el problema al no garantizar que lleguen jueces y magistrados capaces y formados con una mirada de género.

Medina Rosas, feminista destacó que la elección popular es un riesgo porque y los derechos de las mujeres no son populares, y dijo que si el Tribunal Sancionador, no está integrado por personas formadas en perspectiva de género y derechos humanos de las mujeres “sancionarán a quienes si la apliquen, algo que ya está sucediendo.

La doctora Laura Frade, por su parte opinó que “ someter a los jueces y magistrado al voto popular conlleva a la lógica más neoliberal del mundo porque es someter el poder judicial que debe ser autónomo de toda ideología, creencia o convicción para garantizar la justicia a las mujeres, “no es la compra venta de las decisiones del juez”,

Coincidió con la abogada Bárbara García en que el cambio masivo de juzgadores y juzgadoras va a generar de inicio, un tiempo de aprendizaje y acomodo, en el que no se responderá de manera oportuna y adecuada a aspectos indispensables para las mujeres como las órdenes de protección.

A García que no está en contra de la reforma dijo que La iniciativa debió contemplar desde el proceso eleccionario los mecanismos para asegurar la paridad en cargos en los distritos y circuitos judiciales; hay que estar pendiente la implementación efectiva y suficiente de la debida capacitación a jugadoras y juzgadores en la impartición de justicia con perspectiva de género, con enfoque intercultural y las condiciones laborales -horarios/cuidados- de las juzgadoras y personal femenino.

Homologación del aborto

Hoy plantearon las entrevistadas la reforma pudo, pero no lo hace, armonizar el reconocimiento y tipificación legal del delito de feminicidio, así como homologar los protocolos de investigación aplicables. Tagle Martínez dijo que los juzgados están atiborrados de casos, lo que les hace falta es más presupuesto y más juzgados. Además esta reforma no toca las fiscalías ni las policías, que son el nudo gordiano en el acceso de las mujeres a la justicia, esa es la puerta de acceso y siempre ha significado revictimización y nula perspectiva de género y su estructura machista es la que sigue sin tocarse.

Otro asunto preocupante es que buena parte de la aplicación de la sentencia sobre el aborto, como dijo García Medina, ha tenido resistencias en los congresos estatales, por lo que ampliar el derecho, hasta 16 entidades del país, se ha resuelto con amparos donde se ha obligado a los congresos estatales a legislar sobre la Interrupción Legal del Embarazo, ahora dijo la senadora, al desaparecer la Ley de Amparo, estos avances se detendrías en detrimento de la lucha por los derechos sexuales y reproductivos.

Por un acuerdo nacional antes de aprobar la reforma: Amalia García Medina

La senadora García Medina propuso que directamente con los jueces en el ámbito civil y penal es donde había que hacer las reformas requeridas. Se refirió no solo al poder judicial , hacer una reforma de fondo para lo que es necesario “ un gran acuerdo nacional, un gran pacto” porque se necesita que no haya impunidad.

Para ellas deben funcionar las defensorías de oficio, que se elaboren buenos expedientes con elementos científicos , que funcionen los ministerios públicos, que los jueces actúen como deben actuar con profesionalismo.

Por ello “no creo que la popularidad por más honorable si bien intencionados que sean quienes quieren ser juzgadores garantice eficacia y profesionalismo eso lo da la experiencia, el conocimiento. Urge un verdadero sistema de justicia que es el que hoy reclama nuestro país

Janette Góngora ex directora de capacitación del Instituto de Estudios Judiciales del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México la carrera judicial tiene que ser por concurso de oposición, igual que todas las actividades que implican profesionalización y experiencia. La formación y su actualización en género es fundamental.

A ella le parece que “está Reforma que acabará con la República, porque mantiene la misma lógica que la que acabo con los Fideicomisos, con la Estancias Infantiles, Indesol, programas de Coinversión Social”, no tiene lógica.

Por su impacto en todos los tribunales, incluso afectará la paridad y el avance político de las mujeres.

Sin consulta

José Roldán, especialista en derecho electoral e investigador del CIDE, dijo que en esta reforma las juezas y magistradas que lo son por sus méritos perderán el cargo y el plan de vida en tanto que la sustitución completa de juzgadores tanto federales como locales afectará los casos en trámite. Los nuevos jueces tendrán un costo de aprendizaje y será mayor el tiempo de duración de los casos.

Hizo notar que no se realizó consulta a los pueblos y comunidades indígenas. En algunos estados (Quintana Roo) hay justicia indígena en los tribunales. La omisión impide conocer los problemas específicos de mujeres indígenas.

Es decir los nuevos jueces elegidos Las mujeres serán afectadas como todas las demás personas porque los nuevos jueces federales y locales obedecerán consignas políticas, no criterios jurídicos. Cada caso (divorcio, violencia, custodia de menores, etc.) será resuelto de acuerdo a las relaciones políticas de las partes. Diego Valadés Ríos

Alicia Elena Pérez Duarte hizo otras reflexiones, con esta reforma, dijo“ [todo México va a perder. Las inversiones extranjeras… se van a ir; el costo de las ‘elecciones’ ¿de dónde lo van a sacar? Muy probablemente de los presupuestos para la igualdad y contra la violencia, de salud y educación”.

“La reforma es, por lo pronto, para el PJF, es decir, en lo inmediato -primera y segunda instancia- seguirían igual. Pero, muchísimos conflictos familiares, se resuelven en amparo. Hasta ahora, la carrera judicial ha significado un aprendizaje sobre la igualdad entre mujeres y hombres, estereotipos y mecanismos para juzgar con perspectiva de género. Elegir vía votos y no por concursos de oposición.

Lo que se perderá

Andrea Medina Rosas explicó tres preocupaciones:

1. Respecto de la elección popular, los derechos de las mujeres no son populares, el avance que se logró al hacer una formación obligatoria en el tema, se perderá y se tendrá que esperar a que se vuelvan a formar los nuevos juzgadores.

2. El tribunal sancionador, si no está integrado por personas formadas en perspectiva de género y derechos humanos de las mujeres, podrá incurrir en investigar y. sancionar a quienes si la apliquen, como de hecho ya ha sucedido.

3. ⁠el cambio masivo de juzgadores y juzgadoras va a generar de inicio, un tiempo de aprendizaje y acomodo, en el que no se responderá de manera oportuna y adecuada a aspectos indispensables para las mujeres como las órdenes de protección.

Martha Table consideró: la reforma judicial no tiene perspectiva de género, eso significa que en ninguna parte considera las implicaciones que tiene en las mujeres, ni resuelve el acceso de las mujeres a la justicia.

El principal problema de acceso de las mujeres a la justicia es la impunidad, la reforma judicial profundizará el problema al no garantizar que lleguen jueces y magistrados capaces y formados con una mirada de género.

Acabar con la independencia judicial afecta de manera directa a las mujeres que buscan justicia, pues si ahora se dejan influenciar por políticos (casos de violencia vicaria por ejemplo) será peor cuando los jueces sean políticos que buscan el voto para ser electos.

La reforma deja en suspenso y retrasa los miles de expedientes que no se han resuelto al momento de cambiar a jueces y magistrados. Preocupan en especial los casos de violencia.

La reforma no toca las fiscalías ni las policías, que son el nudo gordiano en el acceso de las mujeres a la justicia, esa es la puerta de acceso y siempre ha significado revictimización y nula perspectiva de género a pesar de tantos esfuerzos por capacitarles en ese sentido. Su estructura machista es la que sigue sin tocarse

La corte ha resuelto temas fundamentales para las mujeres (como el aborto y los cuidados) y eso ha sido gracias a que los ministros resuelven con independencia y tienen la capacidad para juzgar con perspectiva de género. La reforma pudo, pero no lo hace, armonizar el reconocimiento y tipificación legal del delito de feminicidio, así como homologar los protocolos de investigación aplicables. Los juzgados están atiborrados de casos, lo que les hace falta es más presupuesto y más juzgados. Con la “curva de aprendizaje” va a tardar más en llegar la justicia, si llega.
AM.MX/fm

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