jueves, diciembre 26, 2024

Gran Museo de Chichén Itzá registró 4,500 visitantes en sus primeros cuatro meses

CHICHÉN ITZÁ.— Durante los primeros cuatro meses de operación, el Gran Museo de Chichén Itzá, ubicado en la zona arqueológica, ha registrado la afluencia de más de cuatro mil 500 visitantes. Esto, luego de su cierre por unos días, como medida preventiva por los recientes fenómenos meteorológicos.

Este nuevo espacio museístico ha venido a dar mayor realce a la zona arqueológica y al patrimonio cultural de la región, destacó su director, Julio César Alonso Ramírez. También, resaltó que se trata de “un mecanismo de difusión del patrimonio arqueológico de una de las antiguas urbes mayas más importantes del país”.

⇒ Abierto al público el 1 de marzo, el Gran Museo de Chichén Itzá, adscrito a la Secretaría de Cultura federal —por medio del INAH—, registró esa cantidad de visitantes a fines de junio. No obstante, se anticipa un aumento gradual en su afluencia mediante la captación de los turistas que viajan por el Tren Maya.

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Tras asegurar que el recinto es funcional y recibe al público que recorre los dos grandes claustros y un vestíbulo para exposiciones permanentes, Alonso Ramírez espera que el museo sea una experiencia enriquecedora para el turismo, ya que además de piezas arqueológicas contará con una sala inmersiva y otra donde se podrán apreciar algunos de los objetos arqueológicos recuperados dentro del Cenote Sagrado.

La colección permanente está organizada en cinco grandes líneas temáticas. Inicia en la Sala A, o Sala Introductoria, en la que se exponen algunos de los ejemplos más característicos de la plástica de Chichén Itzá, como el Chac Mool, las serpientes emplumadas y una representación icónica de la zona arqueológica: el hombre-pájaro-serpiente.

Enseguida, en la Sala B, “Tiempo y espacio”, se muestran piezas de cerámica y de lítica con representaciones de flora y fauna. En la Sala C, “Rutas del Mayab”, se presenta una colección de piezas asociadas con las rutas de intercambio de Chichén Itzá, urbe que durante su apogeo fue un destacado enclave comercial.

“A partir de los elementos naturales plasmados en los sillares o en los objetos cerámicos podemos abordar, de manera clara y sencilla, la apropiación de algunos aspectos naturales que hicieron los mayas que habitaron Chichén, como parte de su cosmovisión. Esto nos permite humanizar y comprender mejor nuestro patrimonio. Al mismo tiempo, facilita un cambio de mentalidades y revaloriza nuestra propia cultura”, comentó Alonso Ramírez.

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La Sala D, “Una gran ciudad”, exhibe piezas relacionadas con la astronomía, la escritura, el linaje y el poder político que se desarrolló en esta ciudad prehispánica. Mientras que la Sala E, “Arquitectura”,, los visitantes conocerán un segmento de la fachada del templo superior de El Osario; la composición particular de un friso acompañado de unos mascarones de Chaac, dios maya de la lluvia, y una mesa ceremonial soportada por atlantes.

En la última parte del Gran Museo de Chichén Itzá hay elementos con pintura mural, herramientas de trabajo especializado, como la cantería, y piezas que permiten abordar la organización social que rigió a esta gran metrópoli maya. Con horario de 8 a 16 horas, los visitantes pueden acudir a este recinto de lunes a domingo, de manera gratuita, a apreciar las más de 400 piezas en exhibición.

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AM.MX/dsc

Redacción/dsc
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