Luis Alberto García / Matías Romero, Oax.
*Vida efímera y muerte súbita de las Zonas Económicas Especiales.
*Diez Parques industriales las sustituirán en tierras ejidales.
*El actual plan sería para que dueños obtengan beneficios.
*El vicealmirante Morales Ángeles sustituyó a Rafael Marín Mollinedo.
*Ganancias permanentes para no quedarse “nomás mirando”.
*Esquema de reducción del impuesto sobre la renta.
El proyecto para crear siete Zonas Económicas Especiales (ZEE) lanzado en el sexenio de Enrique Peña Nieto para impulsar el desarrollo del sureste de México, quedó formalmente enterrado con un decreto presidencial que analizó la consejería jurídica del Poder Ejecutivo federal.
El 23 de abril de 2019 se anunció que, en su lugar, se crearía una zona libre con seis parques industriales a lo largo del istmo de Tehuantepec –que une los puertos de Salina Cruz, Oaxaca, con Coatzacoalcos, Veracruz–, “una de las regiones de mayor rezago en el país”, según funcionarios del nuevo gobierno.
“El futuro de esas zonas es que se va a decretar su desaparición”, puntualizó entonces Rafael Marín Mollinedo, nombrado por Andrés Manuel López Obrador al inicio del sexenio como responsable del Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec y de las ZEE.
En lugar de las ZEE el gobierno federal proyectó una zona libre, a lo largo del istmo de Tehuantepec, con seis parques industriales de 500 hectáreas cada uno, con incentivos fiscales similares a los otorgados en la frontera norte (donde a partir de este año se redujeron impuestos y aumentó el salario).
Serían ubicados en tierras ejidales para que sus propietarios obtengan beneficios permanentes y no se queden nomás mirando cómo pasa el progreso y el desarrollo sin que se les incluya, manifestó el funcionario, sustituido por el vicealmirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, en una evidencia más del poder que han adquirido los militares, ahora en esta mega obra sexenal
Se trataba del mismo esquema de reducción del impuesto sobre la renta (ISR) y del impuesto al valor agregado (IVA) en una franja de veinte kilómetros de ancho por 300 kilómetros de largo alrededor del tren, y es será la zona libre para explotar la conexión con Estados Unidos y Asia. De
Desde que comenzó 2019, la tasa del ISR se redujo de 30 a 20 % y la del IVA bajó de 16 a 8 % en 43 municipios de seis estados de la frontera norte, además de que el salario mínimo se duplicó de 88.36 a 176.72 pesos por día.
Todo ello fue analizado por la Secretaría de Hacienda en el Plan Maestro de la Zona Libre, que quedaría terminado en octubre del mismo 2019.
En paralelo, que además se promovieran y quedaran listos los primeros Parques Industriales para que al final del sexenio, en 2024, estén sentadas las bases para los seis, con 50 % de avance en instalación de empresas.
La apuesta fue generar todo un polo de desarrollo industrial, comercial y de servicios de manera integral; pero antes se promovería la agroindustria para aprovechar todas las materias primas de la zona.
Sin embargo, el gobierno federal carecía de proyecciones sobre inversión, creación de empleos, demanda y cruces de barcos por el corredor y la generación de carga que se esperaba detonara el proyecto.
El Corredor Interoceánico -al principio llamado Transístmico- no es nuevo, puesto que existe infraestructura para puertos y tren desde 1900, cuando Porfirio Díaz era presidente; pero se optó por la modernización y la eficiencia para atraer la llegada de barcos, para que descargaran y trasladaran sus mercancías de un océano a otro.
Aunque las autoridades aseguraron que, con la consulta indígena que realizó el gobierno federal, se obtuvo el respaldo para el proyecto y se estableció un diálogo permanente con las comunidades indígenas para que participaran y fueran incluidos en él, un alto porcentaje de la población istmeña rechazó la encuesta y puso en duda la validez del ejercicio gubernamental.