viernes, diciembre 13, 2024

CONCATENACIONES: Nostalgia y confusión

Fernando Irala

 

El 85 Aniversario de la Expropiación Petrolera fue el pretexto para la concentración convocada por el Presidente de la República el pasado fin de semana en el Zócalo.

No le fue tan mal, pero tampoco le fue muy bien.

La comparación con la pasada concentración de la llamada marea rosa, en defensa del INE y del voto libre, fue inevitable.

Esta vez el Zócalo lució lleno, pero sin los desbordamientos de febrero, además de que convenientemente se recortó el frente de Palacio Nacional con una doble valla, lo que por supuesto vuelve más pequeño el espacio a ocupar.

Fueron menos, pero eso no es lo importante, los inocultables camiones de todo tipo, tamaño y origen, hicieron inocultable el acarreo, con lo cual ambas expresiones placeras dejaron de ser equiparables.

La convocatoria de ahora fue oficial pero el discurso fue partidista.

El Presidente habló lo mismo de la historia y de la posición de su gobierno frente a los norteamericanos, que de sus planes para la campaña, para la elección presidencial y para el próximo sexenio.

Previamente al acto de nostalgia del momento cardenista se había dado la salida de otro Lázaro Cárdenas, el nieto, de las oficinas de Palacio Nacional, para ocupar un cargo internacional que suena a dulce exilio, lo que simbólicamente se ve como un rompimiento con la corriente madre del movimiento de izquierda en nuestro país.

Todo ello ocurre como parte de la efervescencia anticipada por la sucesión presidencial, la que se ha visto avivada por la oposición a las reformas electorales que intentan restarles capacidad y eficacia a las autoridades en la materia, y certidumbre a los resultados.

Los próximos meses serán definitorios, ahora que ha empezado el ocaso de un régimen que desencantó a muchos de sus propios partidarios originales y ha polarizado a la nación.

En el ambiente se presagian grandes batallas, porque por primera vez en un cuarto de siglo, los que están en el poder ya han amenazado con que no se quieren ir, y se están preparando para no hacerlo, a como dé lugar.

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