martes, abril 23, 2024

PANAMÁ, GUATEMALA, BELICE Y CENTROAMÉRICA, REFUGIO DE NARCOS MEXICANOS

***Se tienen indicios que al menos dos capos operan ya en Centroamértica

***“El Mayo” y “El Mencho”, por los que ofrecen 230 millones de pesos

***También políticos pillos se esconden en esa región

***Javier Duarte se escondía en Panamá y Roberto Borge en 

José SÁNCHEZ LÓPEZ

 

La persecución de los gobiernos mexicano y estadounidene, aunado a los sistemas de sociedades anónimas de Panamá, Guatemala y Belice que facilitan las fugas de capitales, la evasión fiscal, el lavado de dinero y la facilidad para el ocultamiento de fortunas, representa para los barones de la droga, empresarios corruptos y políticos pillos mexicanos, el mejor escondrijo para evadir la ley.

 

Como resultado del intercambio de reportes de inteligencia de Panamá, Guatemala y de otros países de Centroamérica, las autoridades antidrogas cuentan con indicios que revelan la estadía en Centroamérica de al menos dos de los más importantes capos mexicanos: Ismael “El Mayo” Zambada García, que nunca ha sido capturado y Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, por los que ofrecen como recompensa, 10 millones de dólares y 30 millones de pesos, más de 230 millones de pesos.

 

El narcotraficante mexicano por el que la Procuraduría General de la República (PGR) y el Buró Federal de Investigaciones (FBI), ofrecen la mayor recompensa: 20 millones de dólares y 30 millones de pesos, respectivamente, más de 430 millones de pesos, es Rafael Caro Quintero, “Don Rafa”, considerado hoy por hoy como el narco de narcos mexicano, aunque las autoridades no cuentan con pista alguna que pudiera revelar su paradero.

 

Pero no nada más los grandes capos de México han encontrado refugio en Centroamérica, sino que se trata de una imparable invasión de carteles mexicanos que han desplazado a los narcotraficantes de origen  y se han aposentado en la región geográfica, tomando algunos de los países como cuartel general, desde controlan todo tipo de operaciones.

 

Sin embargo, la intrusión de organizaciones delictivas de la droga en Panamá, Guatemala, Costa Rica, Honduras y El Salvador, no es nueva, al menos desde hace 10 años los cárteles mexicanos del narcotráfico operan en Centroamérica con un control absoluto que ejercen en esa vasta región.

 

Su presencia e influencia se extiende de las selvas entre Colombia y Panamá, hasta el Río Suchiate, que separa a México de Guatemala y a través de las costas del océano Pacífico y las rutas aéreas sobre el Atlántico.

 

Con sicarios propios o mediante la alianza con pandillas de las mismas naciones e incluso con narcos locales que se hallan preso pero que aún así manejan y controlan el narcomenudeo, han desplazado a los grupos locales  y han convertido en zona de guerra esos territorios, al igual que lo han hecho en México, por la supremaciía del lugar.

 

Hasta hace una década, conforme reportes de la Subprocuraduría Especial de Investigaciones en Delincuencia Organizada (SIEDO) y la Drug Enforcement Admijistration (DEA), se estimaba que al año ingresaban a la Unión Americana un promedio de 300 toneladas de cocaína; ahora, según cifras del Departamento de Estado de Estados Unidos, por Centroamérica pasa el 85 por ciento de la droga que ingresa a ese país, lo que significa que en la actualidad, pasan anualmente entre mil 300 y mil 400 toneladas de cocaína.

 

Pero no sólo se trata de cocaína, sino también de heroína, metanfetaminas, marihuana y fentanilo que llegan en cantidades significativas a los Estados Unidos para ser distribuídas a usuarios a través de células de transportación y distribución, mediante la cooperación de pandillas locales.

 

La invasión de organizaciones mexicanas del narcotráfico es tal, que prácticamente han desplazado a las organizaciones de Colombia que eran los encargados de traerla, embodegarla y llevarla a los demás países, tareas de las que ahora se encargan los cárteles mexicanos, es decir manejar todo el trasiego de droga, principalmente de cocaína.

 

Esa situación comenzó a darse a partir de 2008, cuando se hizo evidente la presencia de carteles mexicanos cuando empezaron a hacerse presentes en los países vecinos, hasta llegar poco a poco a Colombia, donde se apoderaron del mercado.

 

El grueso del trasiego de droga se mueve por mar, especialmente en el Océano Pacífico por donde transita el 85 por ciento de los enervantes enviados a la Unión Americana, mientras que el resto se traslada por tierra en contenedores especiales, dentro de camiones de carga o autobuses de pasajeros, aunque también se utilizan autos particulares.

 

Costa Rica no se salva de la intrusión del narco mexicano. Las autoridades han detectado a miembros del cartel de Los Caballeros Templarios, originarios de Michoacán, que han sembrado el terror en dicha nación por la violencia que muestran al disputarle el control del tráfico a otras organizaciones criminales.

 

Entre otros cárteles mexicanos con los que sostienen sangrientos enfrentamientos, no sólo en Costa Rica sino en Guatemala y Panamá, figuran el Cartel del Golfo y de Los Zetas, no menos sanguinarios y crueles que el primero.

 

Pero de manera preponderante destaca en la geografía del narcotráfico, el Cartel de Sinaloa, liderado actualmente por el capo Ismael “El Mayo” Zambada García, que nunca ha sido capturado y lleva en el negocio más de cuatro décadas y ahora mantiene presencia en prácticamente toda la región geográfica centroamericana.

 

El crecimiento de esta organización ocurrió incluso después de las dos capturas de uno de sus fundadores, Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, cuyo encarcelamiento no cambió la expansión del Cartel.

 

Para establecer su dominio en varios países de Centroamérica, principalmente en Guatemala, el Cártel de Sinaloa aprovechó la persecución que desde hace varios años sostienen autoridades contra grupos locales, como ha sido la extradición de varios líderes del narcotráfico hacia Estados Unidos, entre ellos  el cartel de la Familia Lorenzana.

 

El Cártel de Sinaloa es una de los más antiguos en el negocio del tráfico de drogas en Guatemala. Sus inicios se han documentado desde la década de los noventas y se estima que es la más fuerte en el mercado de tráfico de drogas no sólo en Guatemala.

 

Dicha organización desplazó incluso a Los Zetas, que hasta hace tres años eran la principal organización y se quedó con los enlaces más importantes, además de que es el que menos ha sido golpeado, por lo que

controla las zonas norte y del Pacífico.

 

También los departamentos de Escuintla, Suchitepéquez, Izabal, Zacapa y Petén, en la frontera con México, mientras que en Costa Rica realiza operaciones en la frontera con Nicaragua y Panamá.

 

Las autoridades de Honduras, también han detectado miembros de dicha organización en el balneario Islas de la Bahía, en el Mar Caribe y en San Pedro Sula.

 

El Cártel Jalisco Nueva Generación, cuyo líder es Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”; es la segunda organización con mayor presencia y quien disputa a sangre y fuego el liderazgo en la zona.

 

“El Mencho”, a diferencia de otros grandes capos mexicanos que ante la posibilidad de ser atrapados huyen y evitan confrontarse a las autoridades, éste se ha enfrentado de tú a tú y ha demostrado tener mayor capacidad de fuego, estrategia, logística y respuesta,

 

Oseguera Cervantes ha sido el responsable de cuando menos el asesinato de una docena de agentes federales de élite, lo mismo que de marinos y militares, luego de la captura de su hijo, Rubén Oseguera Cervantes, “El Menchito” y cuando estuvieron a punto de atraparlo en Guadalajara, Jalisco, derribando un helicóptero y causando más de medio centenar de bloqueos en dicha ciudad.

 

Esos son los dos capos mexicanos de las drogas, de quienes los gobiernos de varios países tienen fuertes indicios de que no sólo eligieron Centroamérica para esconderse de sus perseguidores, sino incluso de habr montado su centro de operaciones mediante laboratorios, bodegas de almacenamiento y hasta distribuidores de droga.

 

En Panamá también existe una presencia creciente de carteles originarios de México, de acuerdo a reportes de inteligencia,  en ese país hay presencia, con mayor fuerza del Cártel de Sinaloa, del de Juárez, de los hermanos Beltrán Leyva y de Los Zetas, con lo que se incrementó la violencia en dicho país.

 

En Costa Rica se considera que los cárteles mexianos son responsables del 70% de los homicidios que se cometen al año, en una permanente disputa por el mercado de drogas y es en toda la ruta del trasiego de droga donde más homicidios o muertes violentas se generan, con lo que ese país está dejando de ser la “Suiza de Centroamérica”.

 

En Colombia se producía cocaína una vez al año, pero ahora con la intervención directa del narco mexicano, pueden tener hasta tres cultivos por hectárea, lo que significa una mayor cantidad de cocaína que va a salir de los países sudamericanos, van a pasar por Centroamérica y van a inundar de droga a los Estados Unidos y a Europa.

 

En Panamá, basta con tener el pasaporte, un abogado y mil 300 dólares, para crear una sociedad, obtener un crédito, financiar la compra de una propiedad y, de regalo, hasta le pueden ofrecer apoyo en los trámites de residencia e incluso hay firmas que ofrecen por internet sociedades anónimas ya constituidas, cuyo costo oscla entre 400 y 5 mil dólares, según el cliente y sus antecedentes y los directivos no necesitan identificación.

 

Asimismo, el hecho de que Roberto Borge Angulo, haya sido aprehendido en Panamá, no fue casualidad, sino la confirmación de que ese país había sido elegido por el ex gobernante quintanarroense no sólo para esconderse, sino para fincar su imperio, pues las últimas investigaciones del gobierno panameño revelan que ya había hecho inversiones en diferentes rubros.

 

Ello explica por qué aquellos mexicanos desleales a su país, elijan a Panamá o Guatemala, como en el caso del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, para refugiarse o para esconder su fortuna, pero no sólo es Panamá, donde a diario se reciben alrededor de mil 206 solicitudes para crear sociedades anónimas y al menos 500 sociedades se concretan al día, ya que se tienen identificados otros 21 paraísos fiscales, entre ellos:

 

Islas Vírgenes Británicas, Seychelles, Samoa, Bahamas, Anguila, Nevada, Hong Kong, Reino Unido, Belice, Costa Rica, Wyoming, Malta, Nueva Zelandia, Chipre, Niue, Uruguay, Ras Al Khaimah, Singapore y la Isla de Man, Jersey, entre otros.

 

Ante tantas opciones para delinquir fácil e impunemente, es obvio que los capos mexicanos, con inmensas fortunas amasadas por el trasiego de droga, elijan esos lugares para no ser molestados.

                                                                                     joebotlle@gmail.com

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