Pablo Cabañas Díaz/
El director de Fondos de Inversión de Goldman Sachs, Jim O´Neill, vio con el cambio de gobierno en México, en 2012, la oportunidad esperada de romper el tema “tabú” de los gobiernos mexicanos: privatizar Pemex . La apuesta por el negocio que se abriría con el gobierno de Enrique Peña Nieto, fue tal que Goldman Sachs preparó un texto para los nuevos inversores a través del “Center on Global Energy Policy”, de la Universidad de Columbia, bajo la firma de Adrián Lajous Vargas, asesor de primera línea, ya que el señor Lajous Vargas fue director general de Pemex de 1994 a 1999. Otros grupos financieros hicieron los mismo, tal es el caso del JP Morgan y de entidades menores, como el Boston Consulting Group.
La reforma energética, de telecomunicaciones , educativa y la laboral eran la agenda del sexenio 2012-2018 del Banco de México. Al respecto, el 28 de marzo de 2012, Agustín Carstens, en entrevista con el diario británico Financial Times, señaló la ruta a seguir, , se podría llegar a tasas de crecimiento de 5% anuales, más del doble del promedio de la última década. Cartens, en la parte medular de la entrevista, señaló: “Es muy importante que los candidatos a la presidencia comiencen a pensar sobre reformas estructurales. El reto que México enfrenta es transformar el entorno macroeconómico en un crecimiento más alto.”
Una encuesta realizada en enero de 2017, por el diario Reforma indicó que un 86% de los ciudadanos reprobaba el trabajo de Peña Nieto como presidente, tras darse el aumento al precio de la gasolina. El fenómeno de la caída de la aprobación del gobierno federal no es nuevo. Desde agosto de 2014, la aceptación del presidente Enrique Peña Nieto registra una caída relevante que fue atribuida al descontento sobre la situación económica del país.
Una encuesta del Centro Pew de Investigación, divulgada en ese mes mostraba una aprobación de 51%, cuando en 2013 —tras un año de haber asumido el poder— era de 57%. Además, el porcentaje de personas que no aprobaban su gestión había subido de 38% a 47%. Encuestas similares publicadas el 18 de agosto de 2014 por el periódico “El Universal” y “Reforma” aportaban resultados similares. “El Universal” incluso marcaba que había un 64 % de los encuestados que opinaban que había que cambiar el rumbo que llevaba el gobierno federal. Era la primera vez que la aprobación a un mandatario caía tanto desde los años 1995 y 1996, al inicio de la gestión del ex presidente Ernesto Zedillo en un contexto de fuerte crisis económica.
En Los Pinos las encuestas realizadas por la Presidencia de la República mostraban cifras cercanas a las del Pew Research Center del 26 de agosto de 2014 -una organización estadounidense con sede en Washington DC. -y las del diario “El Universal” publicada el 18 de agosto de 2014. Este escenario tuvo particular influencia en las decisiones que se tomaron en “Los Pinos” en la segunda semana de agosto de 2014.
Las encuestas indicaban que había que reforzar la imagen presidencial antes del “Segundo Informe de Gobierno” los datos mostraban una situación a la que había atención: “Seis de cada 10 mexicanos expresaban insatisfacción con la economía del país y el mismo porcentaje reprobaba el desempeño de titular del Poder Ejecutivo en asuntos económicos”.
En la estrategia para “posicionar “ la imagen de Enrique Peña Nieto se opto por dos foros muy distintos entre sí: uno “popular”, la revista matutina “Hoy”, que transmite el Canal 2 de Televisa, y otro dirigido a un público más informado: un programa del Fondo de Cultura Económica (FCE), que fue titulado “Conversaciones a fondo”, que incluyó una entrevista al presidente Peña Nieto realizada de manera colectiva por seis periodistas y se difundió a través de una cadena en la que participaron medios privados y del Estado.
La entrevista para grupos de mayor ingreso y nivel de educativo se presentó en el marco del 80 aniversario del Fondo de Cultura Económica fue realizada por : Ciro Gómez Leyva, Pablo Hiriart, Lilly Téllez, León Krauze, Pascal Beltrán del Río, Denise Maerker y con José Carreño como moderador. Pocos minutos bastaron para que la idea de una entrevista se viniera abajo y el programa de televisión se convirtiera en un infocomercial del gobierno federal. Felicitaciones a la “valentía” del Presidente por “transformar “ a México sobraron.
Las respuestas confusas de Peña Nieto al paso de los días se habrían de convertir en otro pasivo de su gobierno. Una frase tuvo especial atención cuando expresó que: “La corrupción es un tema casi humano, que ha estado en la historia de la humanidad”. Esta expresión fue dada cuando se le cuestionó sobre la corrupción que ha sido tan alentada por el priismo en su historia comentó León Krauze, y Peña Nieto titubeó. Cuando el presidente de México define a la corrupción como un “tema cultural”, su frase va más allá: la consiente, la explica y hasta la justifica en “Conversaciones a fondo”. La desafortunada expresión de Peña Nieto es lo único que queda del efímero programa de televisión