Teresa Gil
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Alarmante, algo nunca visto, el misogismo en México. Los momentos de crisis en un país, que impactan la vida personal, ¿repercutirán en contra de las mujeres y si es así, por qué no sucede al revés? Los expertos en el tema vuelven siempre a lo mismo: la agresión contra la mujeres tiene su origen en la ratificación de la hombría, de un ser humano que se cree superior en ese encuentro de géneros y quiere ratificar con la violencia esa superioridad. La mencionada ratificación ha costado a México del 2000 al 2014, según INEGI, 26 mil 267 mujeres asesinadas. Datos publicados posteriormente arrojan la cifra de 8 mil 904 feminicidios de 2014 a 2017 y la ONU alerta en vísperas de la celebración -el 25 de noviembre- del Día Internacional Contra la Violencia hacia las Mujeres, que solo en el primer semestre se cometieron en México 402 muertes violentas por género. Lo terrible es que sea el Estado de México, cuna del grupo que ha gobernado al país en estos seis años, el que encabece las cifras de feminicidios. Hay que ver además, que aparte de las cifras letales, deben incluirse las agresiones diarias, las violaciones y abusos sexuales y la iniquidad en el trato hacia las mujeres en el entorno social y laboral. Todo un contexto de gran preocupación que tiende a elevarse.
¿HAY MISOGISMO EN LEGISLADORES PARA NO CREAR EL TIPO DE FEMINICIDIO?
Mucha presión tuvo que darse para que se creara el tipo del feminicidio y se dejara de aplicar el de homicidio que no toma en cuenta la muerte violenta por cuestión de género. Pero años después, solo 19 estados en el país tienen legislado el tipo y de los 13 restantes, algunos han hecho reformas sin definir el tipo adecuado. Lo primeros definieron el tipo como figura autónoma y los otros lo catalogan como agravante de homicidio. La primera entidad en tipificar la figura autónoma fue la Ciudad de México, pero además incluyó en la reforma aparte del respeto a la vida y la integridad corporal, la dignidad y el acceso a una vida libre de violencia. Nuevo León, Oaxaca y otros estados agregaron también otros derechos pero mucho después. De hecho la figura del feminicidio tiene legislada, pese a que México fue pionero en el mundo, alrededor de siete años. O sea que los miles de casos que ocurrieron en décadas anteriores por cuestiones de género fueron calificados como simples homicidios. Según Inmujeres que los califica como defunciones, de 1985 a 2014 hubo en el país 47 mil 178 asesinatos de mujeres y la gran mayoría quedaron fuera de la tipificación de feminicidio. Y las cosas en el país ahí van, mientras la sangre derramada es paradójicamente la de las mujeres en las que inspiran muchos hombres parte de su machismo. Y en cuya defensa estuvo concentrando el actual gobierno un gran presupuesto, a través de Inmujeres, sin que su política tuviera los efectos deseados.
EL CÓDIGO PENAL HABLA DE SUJETO ACTIVO; ÉSTE PUEDE SER UNA MUJER
En su artículo 325 reformado para crear el tipo de feminicidio el 14 de junio de 2012, el Código Penal Federal se refiere al sujeto activo que comete el crimen. O sea que puede ser también una mujer, siempre que el asesinato sea por cuestiones de género. En el propio artículo se especifican 7 circunstancias para considerar que el hecho pueda ser tipificado como feminicidio. Y en todas embona un sujeto activo de cualquier género, pero de acuerdo a la información que se tiene la enorme mayoría de los feminicidios los cometen hombres. Un código muy viejo el federal, de tiempos de Pascual Ortiz Rubio reformado según el momento y que fue publicado el 14 de agosto de 1931 y entró en vigor el 17 de septiembre de ese año. Trae todavía tipificado como delito el aborto, aunque exenta la imprudencia, violación y razones médicas. La pena por feminicidio es de 40 a 60 años y multa por 500 días de salario. Circunstancias no siempre probables si se parte de la gran impunidad que existe en México y la habilidad de abogados para que el crimen se tipifique como un simple homicidio.
