miércoles, abril 24, 2024

ESTADO DE LOS ESTADOS: Crónica de una farsa anunciada

Lilia Arellano

 

“Los mentirosos pagan el castigo de sus propias fechorías”: Fedro

 

  • Crónica de una farsa anunciada
  • EPN, fue aplaudido por cada una de sus mentiras
  • Arrogancia y drama en el mensaje del VI Informe
  • Deja a AMLO una nación de fantasía y sin apuros
  • Su gobierno no pudo garantizar la paz y seguridad
  • Cancelan ambas Cámaras jugoso “bono de entrada”

 

Ciudad de México, 4 de septiembre de 2018.- Dos eventos dieron pie, entrada a lo inimaginable. En un primer acto de semejante comedia apareció doña Claudia Ruiz Massieu para representar el papel de priístas victimas, los que pagaron el costo de haber puesto en marcha las reformas estructurales con las cuales ha recobrado vida el país. En el segundo acto, Enrique Peña Nieto interpretando el papel del gran estadista habló, habló y habló de lo antes ya suficientemente promocionado y sólo visto en peñalandia, en el país imaginario en el cual se instaló junto con sus amigos, compadres, socios, hijos, hijastros y parejas,  no todas bien avenidas. En un tercer acto aparecen las grandes interrogantes sobre las interpretaciones anteriores, entre las cuales sobresalen dos al igual de graves: ¿cómo le hicieron para incrementar en grado superlativo la corrupción? ¿Con cuáles y cuántas mafias se asociaron para hacer llegar a los ciudadanos a un esquema de inseguridad como el actual y para sembrar de miles y miles de cadáveres el territorio?

 

Hasta el final, el presidente Enrique Peña Nieto mantiene su fantasía de gobernar un país inexistente. Prácticamente nada rescatable hay en su mensaje político con motivo de su VI y último Informe de Gobierno, donde predominaron las mentiras. Dentro del cúmulo de falsedades destaca la afirmación de haber combatido la impunidad, cuando ésta se aparece cada día en los cambios hasta de señalamientos delictivos en los gobernadores a quienes se les atribuye haber entregado miles de millones de pesos para las campañas priístas, y no solamente ellos sino también para quienes, como es el caso de Alejandro Gutiérrez, fueron quienes desviaron y entregaron cantidades millonarias a la jerarquía tricolor por instrucciones del mexiquense.

 

En su interpretación, en la comedia de ayer, el titular del Ejecutivo se mostraba convencido de que gracias a sus “reformas estructurales” deja un mejor país, con crecimiento sostenido, estabilidad económica y paz y tranquilidad social, así como menor pobreza, mayor empleo y recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores, metas sólo cumplidas en el discurso. Para sostener estas palabras, la diputada Ruiz Massieu antes hizo suyo el papel de víctimas sin medir que, de haber sido cierto, de existir un mínimo de beneficio en esta administración federal no hubiera sido posible la aplastante y brutal  derrota que sacó al PRI del poder presidencial y lo comprimió a su mínima expresión en ambas cámaras del Congreso de la Unión.

 

A modo, tal cual se esperaba, dio inicio el espectáculo presidencial, en el sobresalía el escenario hecho para la televisión, para el lucimiento mediático dentro del cual, como suele suceder cuando la farsa llega al extremo, Peña Nieto, en un lapsus mentis, se aplaudió solo. Apareció al centro del escenario, con el escudo nacional a su espalda, rodeado de los 32 mandatarios estatales y los integrantes del gabinete. Presentes se encontraban los líderes del Congreso, tal cual lo ofreciera Porfirio Muñoz Ledo al recibir el texto y los anexos del Informe; Luis María Aguilar, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para así tener completo el cuadro de los tres Poderes de la Unión y la concepción de federalismo; empresarios beneficiados desde el tiempo de la gubernatura del Estado de México, el cuerpo diplomático acreditado en México, embajadores mexicanos, líderes de organizaciones civiles y de iglesias, entre otros. A López Obrador no le mandaron invitación.

 

Peña Nieto siguió el tono de sus mensajes mediáticos, enumeró sus presuntos logros, los considerados por su gobierno como los más importantes, sin mencionar crisis o momentos complicados para su administración. Sólo admitió su gestión no alcanzó el objetivo de garantizar la paz y la seguridad para todos los mexicanos, y agregó para cumplir en los años posteriores con esta meta es necesario el apoyo de los recursos públicos para incrementar la capacidad del Estado. Si antaño se dieron eventos en los cuales justo en el momento de la retirada hubo quienes hablaron hasta de defender al peso como perro o admitieron total responsabilidad en situaciones de extrema gravedad como lo fue la masacre de 1968, para el mexiquense todo fue miel sobre hojuelas y más allá de ceder la estafeta lo entregado es, en efecto, un país arruinado económicamente y rebasado por los grupos de mafiosos los cuales, por si fuera poco, permanecen en complicidad, los de dentro con los de fuera.

 

Indicó impulsó un diseño institucional para facilitar la coordinación entre dependencias de seguridad y la Secretaría de Gobernación para hacer frente a la inseguridad del país. Ese diseño permitió el mayor grado de corrupción existente en la vida de la Nación. Dijo la violencia se ha combatido con sistemas de inteligencia y “con el uso legítimo de la fuerza del Estado. Enfrentamos a todos los grupos criminales”. Sólo olvidó mencionar sin resultados por lo que hubo de corregir su afirmación y caer en un “pese a todo, no se alcanzó el objetivo planeado”. Una vez más, reconoció a los elementos de seguridad y de las Fuerzas Armadas quienes ponen en riesgo sus vidas con la finalidad de contener  y combatir “la amenaza que representa el crimen organizado en la sociedad”. Peña Nieto destacó que eso ha dado como resultado la aprehensión o abatimiento de 110 de los 122 objetivos prioritarios del gobierno. Pero olvido mencionar que este descabezamiento de los cárteles de la droga lo único que logró fue su multiplicación y la intensificación de las batallas internas entre los grupos delincuenciales por apropiarse de cada vez más territorios en la geografía nacional, así como el incremento exponencial de los índices delictivos, particularmente de las ejecuciones.

 

CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD

 

Tal vez su mentira más descarada en este show fue señalar su administración trabajó para erradicar el problema de la corrupción, y prueba de ello es la creación y puesta en marcha del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA, el cual no pudo operar a plenitud), entre otras acciones. El todavía inquilino de Los Pinos sostuvo el país cuenta ahora con poderosos instrumentos para disuadir a quienes se ven tentados a violar la ley, y el marco legal también contempla sanciones que deberán aplicarse a quienes se atrevan a incurrir en actos de corrupción. “Merecen todo el rigor de la propia ley y así ha actuado el estado mexicano, sin distinción”, subrayó sin ningún rubor. Faltará saber si dentro de las próximas reformas y vistos los delitos no prescritos en un termino medio, esos instrumentos le serán aplicados con un rigor mucho mayor y sin la red de protección tejida por su propia administración a su persona.

 

Resalta el hecho de que esa afirmación se hace frente diversos funcionarios federales, dirigentes y legisladores quienes se han visto involucrados en diversos escándalos de corrupción y, pese a ello, aún laboran en el sector público. La corrupción creció de forma desmesurada durante la administración de Peña Nieto. Sus escándalos tuvieron graves repercusiones políticas, económicas y electorales, pues minaron la confianza de los inversionistas, mostraron la nula voluntad de erradicar esta práctica en las altas esferas, particularmente en la Presidencia de la República, e indignaron a la opinión pública.  Este cáncer social se fue agravando por la persistente impunidad, hasta llegar al desprestigio total con que se va el mandatario federal. Están los ejemplos por todos conocidos y un cúmulo mucho mayor entre aquellos que no lograron el escándalo pero que, sumadas las cifras, hacen superiores los datos referidos a los gobernadores.

 

Es muy larga la lista y se apuntaron en ella situaciones con las cuales al surgir la “casa blanca” conocieron el tope. No fue con la “gaviota” el caso inicial de las corruptelas y en el presente está el gran “moche” a David Penchyna, producto de los más de 5 mil millones de pesos pagados a un empresa de la cual resultan beneficiados también los del clan Murat. Los fideicomisos recientemente creados, las indagatorias no concluidas en Comunicaciones y Transportes con la cancelación de licitaciones como la de otro tren el México Querétaro, el socavón, las carreteras contratadas pero inexistentes, el tren fantasma México-Toluca, las contrataciones irregulares con Higa, OHL, lo referente a las contrataciones para producción eléctrica, de gas, petrolera.

 

El cúmulo de irregularidades relacionadas al Programa Nacional de Infraestructura tiene su mayor referente en el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM). La Auditoría Superior de la Federación detectó irregularidades por alrededor de mil millones de pesos. Otros casos en los cuales ha estado involucrado otro mexiquense, uno de los mayormente consentidos y protegidos: Gerardo Ruíz Esparza.

 

EPN DICE DEJAR MEJOR PAÍS

 

En el doble lenguaje utilizado, Peña Nieto lo mismo insiste en irse dejando un mejor país pero reconoce la persistencia de rezagos y desafíos, entonces ¿cuál mejor país? Con tal de utilizar el lenguaje del próximo gobierno aseveró la transformación del país comenzó con el cambio de leyes, de instituciones y hasta del Pacto por México, con lo cual lo iniciado fue una total mutilación de la Constitución.

 

Con el debido respeto pero asombrada por el espectáculo presenciado, no pudimos contener una muy mexicana expresión, en tono bajo aclaro, cuando habló de la proyección de los valores al mundo. De inmediato llegan a la mente las notas internacionales en las cuales dan cuenta de los grados de corrupción, de la calificación presidencial, se hacen denuncias sobre las violaciones a los derechos humanos, nos llevan al recuerdo de las indígenas acusadas de secuestro y violación de todo un regimiento y, en el colmo, el mexiquense celebró: “nos enfocamos en fortalecer las instituciones, reducir pobreza e impulsar los derechos sociales, asegurar que niñas y niños reciban una educación de calidad, eliminar las barreras que habían obstaculizado el crecimiento económico”.

 

Peña Nieto destacó, entre aplausos y aplausos –surgidos seguramente en reconocimiento a su capacidad de mentir- el nuevo sistema de justicia penal acusatorio, el cual sienta las bases para una impartición de justicia expedita y más transparente. A pesar de esto, la violencia ha crecido exponencialmente, los índices delictivos han crecido como nunca en la historia del país y los grupos criminales no sólo no fueron eliminados sino que su descabezamiento provocó su multiplicación y la agudización de la lucha sangrienta por el control de territorios. A eso habrá de sumarse el enorme rezago existente en materia de administración y procuración de justicia en todo el territorio nacional.

 

La arrogancia lo acompañó hasta el final. Haciendo gala de grandes dotes de actor quebró la voz, mostró ojos enrojecidos –esto provocado por la intensa luz surgida de repente en el fondo de pantalla de su promter-, Peña Nieto aseguró haber cumplido con su encomienda al afirmar: “México tiene resultados tangibles” y, con falsa modestia, señaló el mérito es “en última instancia de los mexicanos no de un gobierno ni mucho menos de una persona”. Pero sea de esos “resultados tangibles”, todos en contra, no es el único culpable, lo somos también nosotros, primero por elegirlo y después por soportarlo y permanecer callados ante tanto abuso e indignidad.

 

Dijo hubo de tomar “decisiones difíciles” y debe ser cierto, una de ellas seguir con “la gaviota” y evitar denuncias después de conocerse la mando al hospital a consecuencia de una buena golpiza; agregó el cambio “afectó añejos privilegios”, o sea pasaron corruptelas y moches de una mano a otra, contrataciones de unas empresas a otras, quiebras como la de Oceanografía vistas como el clásico quítate tú porque sigo yo. No obstante, afirmó, “estuvimos dispuestos a asumir ese costo y asimilar el desgaste que es consecuencia de emprender profundas transformaciones”, pero, insistió, deja un país mejor del de hace seis años cuando llegó a la Presidencia.

 

Para cerrar su telecomedia engrosó la voz para expresar: “Cómo presidente y como mexicano, deseo el mayor de los éxitos al próximo jefe del Ejecutivo nacional en su gestión. Y luego siguió con su presunción: “a la siguiente administración le entregamos un país con importantes fortalezas: estabilidad política, social y económica; finanzas públicas sanas, con 78 por ciento más de contribuyentes que hace seis años y una deuda manejable y en tendencia decreciente; la inflación más baja para un sexenio desde hace casi 50 años; nuevos empleos formales que crecen a un ritmo de 800 mil por año; un nuevo modelo energético que nos permite recuperar nuestra condición de potencia en este sector y liberar recursos públicos para fines sociales; la mayor inversión extranjera directa de nuestra historia por 192 mil millones de dólares a la fecha, además de inversiones ya comprometidas por casi 200 mil millones de dólares tan sólo en el sector energético”.

 

Ya encarrilado, las mentiras siguieron sin freno: “los menores porcentajes de pobreza y de carencias sociales (cuando son los mismos niveles de hace treinta años); un nuevo modelo educativo que se aplica (inútilmente) en las aulas a partir de este ciclo escolar; proyectos de telecomunicaciones en marcha (para los amigos); el doble de la capacidad portuaria que existía al inicio de este gobierno; una renovada red carretera (para el enriquecimiento de cómplices y socios), y proyectos ferroviarios (no concluidos y cancelados) y aeroportuarios de gran escala (a revisión por presuntos actos de corrupción),  y un conjunto de tratados comerciales de nueva generación (todavía a revisión y sin conocerse beneficios para México).

 

¿Qué pensará “la gaviotita” cuando le dice te quiero mucho?

 

DE LOS PASILLOS

 

El ex titular de la Fepade, despedido por sus investigaciones en torno a los sobornos de Odebrecht a Emilio Lozoya, Santiago Nieto Castillo, será el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, confirmó Carlos Urzúa, próximo secretario de Hacienda y Crédito Público. El ex fiscal adelantó será necesario trabajar de manera coordinada con la PGR y la Unidad Técnica de Fiscalización del INE para detectar malversación de usos públicos, financiamiento ilegal en la política y lavado de dinero. Asimismo, destacó la Unidad de Inteligencia Financiera será crucial en el próximo sexenio, pues el gobierno de AMLO tiene el objetivo de atacar las estructuras financieras del crimen organizado…

 

El ex presidente de la Mesa Directiva del Senado, Martí Batres, informó giraría sus instrucciones a la Secretaría de Servicios Administrativos para evitar se entregue el bono por 50 millones de pesos a los legisladores federales, sólo por el inicio de la Legislatura y para que compren automóvil y computadora. “Las reglas han cambiado. No habrá apoyos para recibir coches ni ningún privilegio”, informó en su cuenta de Twitter… También el presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal, adelantó su rechazó a la compensación ofrecida a los legisladores por considerar que se trata de un exceso que no corresponde con la nueva política de austeridad que será aplicada en la Cámara alta.

 

Especialistas del sector privado redujeron de 2.25 a 2.14 por ciento su pronóstico de crecimiento de la economía nacional para 2018 y ajustaron de 2.17 a 2.16 por ciento la prevista para 2019, de acuerdo a la encuesta mensual aplicada por el Banco de México. La semana pasada, el propio Banxico también hizo un ajuste a la baja al pasar de un rango de 2 y 3 por ciento a 2 y 2.6 por ciento para 2018, mientras que para el primer año de gobierno de AMLO lo redujo a un rango de 2.2 a 3.2 por ciento a sólo 1.8 y 2.8 por ciento… En cuanto a la inflación general, los especialistas de los 34 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero, aumentaron su pronóstico de 4.23 a 4.41 por ciento para 2018 y de 3.63 y 3.74 por ciento para 2019.

 

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