sábado, abril 20, 2024

DIARIO EJECUTIVO: La Jornada: claves para entender el conflicto

Roberto Fuentes Vivar

 

  • Una empresa atípica: los trabajadores primero
  • El chairo Colmex, Cultura, Cemex, AP, UGOCP

 

Veo con tristeza lo que sucede en La Jornada.

Con más tristeza veo cientos de mensajes que se han difundido en redes sobre el caso. En muchos de ellos (de buena o de mala fe) se intenta colocar el conflicto de huelga del periódico fuera de su contexto real.

Como cofundador del diario y del sindicato no puedo más que externar aquí ese doble dolor.

La Jornada, junto con Proceso, son los dos únicos medios de alcance nacional, cuya propiedad conjunta está en manos de periodistas, líderes sociales e intelectuales. Cuando ambos medios nacieron había por lo menos tres cooperativas. Ya desaparecieron.

Hoy, reitero, La Jornada es uno de los pocos medios nacionales que no son empresas con fines de lucro y creo que su supervivencia es necesaria para la vida democrática de un país como el nuestro que requiere voces distintas al mercantilismo puro y obsesionado en acumular ganancias para sus propietarios y sus accionistas.

Por eso me duele que se vea a la directiva del periódico como una parte patronal a ultranza, que busca el enriquecimiento personal a costa incluso de sobreexplotar a sus trabajadores. No es el caso.

Comparto las preocupaciones de los trabajadores en el sentido de que luchen por mantener salario y prestaciones. Lamentablemente, llevar este conflicto a una lucha de clases es lo peor que puede sucederle a La Jornada en estos momentos.

Considero que tomar partido sin entender a fondo la situación es generar una situación que enturbia más la complicada operación de este diario.

Por eso, para tratar de entender lo que sucede, hay que intentar poner en su contexto todos los factores que intervienen en este problema interno, el cual podría desembocar en un final indeseable para la vida democrática de México. Como decía la Rayuela de La Jornada del sábado pasado: “Sólo una pregunta: ¿A quién sirve quien pretende silenciar un medio?”.

 

La empresa

 

La Jornada es un diario que tuvo tres momentos fundacionales: el 29 de febrero de 1984, cuando se anunció su construcción en un evento en el Hotel de México y se convocó a la sociedad a financiar el nacimiento del periódico; el 14 de junio de ese mismo año, cuando se fundó Demos (Desarrollo de Medios) y el 19 de septiembre, también de 1984, cuando salió el primer número. Su capital inicial fue de 104 millones aportados por dos mil 138 accionistas entre quienes me incluyo. Las características de la empresa (diseñadas si mal no recuerdo por David Márquez Ayala) especificaban un monto máximo de acciones, para evitar que una persona pudiera concentrar el poder en sus manos. Muchos de los accionistas éramos trabajadores y muchos trabajadores éramos accionistas. La estructura se mantiene. Durante varios años, hubo ganancias y los trabajadores se beneficiaron del reparto anual de utilidades. Los accionistas nunca han recibido un centavo, lo que permite afirmar que no se trata de una empresa (como la mayoría de las emisoras de acciones) que busque beneficiar a los socios, pero sí a los trabajadores. Por el entorno actual se encuentra entre la espada y la pared, es decir entre despedir trabajadores para poder sobrevivir o hacer una reducción generalizada de prestaciones para mantener la fuente de trabajo.

 

El sindicato

 

El Sindicato Independiente de Trabajadores de La Jornada (Sitrajor) se creó poco tiempo después del nacimiento del diario. Su objetivo principal era precisamente defender a los empleados. Durante los primeros 25 años, empresa y sindicato trabajaron de la mano. Incluso hubo épocas en que, por dificultades financieras, los trabajadores aceptaron acciones como pago. Gracias a esta labor conjunta de empresa y sindicato se lograron las mejores condiciones laborales del mercado, con cláusulas como la indización automática de los salarios o el pago de prestaciones muy por encima de la ley. El Sindicato es una organización solidaria que ha apoyado a trabajadores en conflicto, incluso de otros medios. También es una institución que en estos momentos se enfrenta la disyuntiva: aceptar una reducción de prestaciones o poner en riesgo la fuente de empleo. Optó por la segunda opción, tal vez sin medir las consecuencias.

 

El conflicto

 

Lamentablemente, por el entorno (del que párrafos más adelante se esbozan algunos datos generales), los ingresos del diario mermaron de tal manera que se hizo imposible seguir manteniendo la plantilla laboral, como estaba inscrita en los convenios laborales. La empresa dio a conocer en varias ocasiones que se encontraba ante la disyuntiva de recurrir a despidos (como lo han hecho masivamente otros medios de comunicación) o reducir prestaciones para mantener la totalidad de las fuentes de trabajo. En este sentido, un laudo emitido el 31 de mayo pasado por la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de la Ciudad de México, dictaminó que el contrato colectivo de trabajo firmado por y el Sitrajor “hace financieramente inviable a la empresa”. La situación había sido expuesta con anterioridad por parte de la empresa a sus empleados periodísticos y administrativos. Ante esta situación el sindicato decidió iniciar la huelga el pasado primero de julio.

 

El entorno

 

La Jornada ha sido, en sus 33 años de vida, un diario crítico, por lo que muchos políticos y personajes de poder en México estarían gozosos de que dejara de publicarse. Es además, el único diario mexicano al que le han asesinado dos periodistas en este año. En lo financiero se enfrenta a fuertes problemas, como la mayor parte de los medios impresos. Al respecto, vale la pena escrutar algunos datos recabados en la Encuesta Mensual del Sector Servicios que realiza el INEGI. De 2008 (fecha en que se comenzó a hacer la medición) hasta abril de este año, los ingresos de los medios impresos, muestran un crecimiento nulo. De 100.0 pesos promedio hace nueve años, subieron a 100.8 al cuarto mes de este año, es decir que se han mantenido sin variación en casi 10 años. Sin embargo, sus gastos en el mismo periodo subieron de 100 a 117.4. Por ello, el personal ocupado disminuyó 5.1 por ciento en un año, pero se encuentra 13 por ciento abajo del que mostraba hace nueve años. Las remuneraciones bajaron 15.2 por ciento en abril contra el mismo mes del año pasado y están 39 por ciento debajo del nivel de 2008. Otros sectores mediáticos, como la Programación en Televisión, muestran avances en sus ingresos de tal magnitud que de 100 puntos en 2008 pasaron a 358 puntos en abril de este año, pero el personal ocupado se ha reducido 43 por ciento con respecto a hace nueve años y sus remuneraciones bajaron 13.5 por ciento nada más en el lapso de un año.

 

La amenaza

 

Todos estos datos pueden dar una idea de la tragedia que se cierne sobre los medios impresos. En este sentido hay que recordar que hace unas semanas los 200 trabajadores de El Dictamen (el diario decano de la prensa nacional, con 118 años de vida) fueron informados de su despido. El anuncio lo hizo una empresa de Outsourcing  llamada “Tecprover S.A de R.L” que llamó, uno por uno, a los empleados para obligarlos a firmar su liquidación, muy por debajo de la ley, e incluso a plazos.

Llama la atención que muchos de quienes hoy a través de las redes sociales manifiestan su total solidaridad con el Sindicato de la Jornada, no se expresaron de igual manera con los trabajadores de El Dictamen. También extraña que varios sindicatos apoyan irrestrictamente al Sitrajor, pero no hicieron lo mismo, por ejemplo, con la huelga de UnomásUno, que era, entre otras cosas, en contra el gansterismo periodístico ejercido por empresarios mediáticos ligados en aquel entonces al actual presidente Enrique Peña Nieto.

El párrafo anterior da una idea de que detrás de muchas opiniones en contra de la actual administración de La Jornada puede haber mala fe personal o una acción política que teje engranajes para cerrar un diario que no es afín a los intereses de la clase gobernante. Retomo aquí una frase de Blanche Petrich en un artículo sobre su posición en contra de la huelga: “La empresa apuesta por la sobrevivencia de La Jornada, con todo lo que ello implica. Los huelguistas, por lo contrario, por su silencio”.

Es cierto que las tres partes que intervienen en la huelga (empresa, sindicato y autoridades) se encuentran entre la espada y la pared. Pero creo que haber iniciado la huelga en La Jornada, en estos momentos, afila más la espada que apunta directamente al corazón de un diario que necesita sobrevivir por el bien del país. Dice el filósofo del metro: Dice el filósofo del metro: no hay mayor amenaza/ en una sola jornada, / que ver una mano deseosa/ por acercarse a la espada.

 

Tianguis

 

El Colegio de México publicó en su Diccionario del Español de México la definición de la palabra “chairo”, cada vez más utilizada en el léxico común de los mexicanos. Se trata, dice el Colegio de una: “persona que defiende causas sociales y políticas en contra de las ideologías de la derecha, pero a la que se atribuye falta de compromiso verdadero con lo que dice defender; persona que se autosatisface con sus actitudes”. Si bien la palabra fue definida luego de “sesudas” investigaciones por parte del Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios del Colmex. Se trata de una definición “chaira”, por decir lo menos y con una fuerte carga ideológica, sobre todo por el uso del término “derecha”, lo cual significa que todos los “chairos” son de izquierda. No con ánimo lingüista, pero si con algo de experiencia en la vida diaria, me atrevo a pensar que la definición fue hecha por personajes que poco conocen los términos de hace 50 o 60 años. “Chaira” era un término para definir una “chaqueta”, “puñeta” o simplemente una masturbación. Ese es bien “chairo”, se decía para señalar a alguien aficionado al onanismo. Creo que la palabra derivó en decir ese es bien “chairo” para indicar que alguien se hace “chaquetas” o masturbaciones mentales, ya sea de izquierda o de derecha. Lamentablemente muchos científicos sociales del Colmex desconocen el pasado inmediato y ahora ligan sólo con una actitud contraria al sistema. Ni modo, ellos saben más… Interesante la cuenta satélite del sector cultural que dio a conocer el INEGI hace unos días, en la cual se indica que durante 2015, el Producto Interno Bruto de la cultura alcanzó un monto de 490 mil 446 millones de pesos, que representó el 2.9 por ciento del PIB total del país. A su interior, éste se conformó con 2.1 puntos del valor de los bienes y servicios de mercado, y de las actividades no de mercado que contribuyeron con 0.7 puntos, entre las que se incluye la producción cultural de los hogares.  Por actividad económica, el PIB de la cultura se concentró en la fabricación de bienes culturales (por ejemplo, las artesanías), el comercio, la generación de información en medios masivos y la producción de otros bienes y servicios ofrecidos por los hogares, mismos que en conjunto aportaron el 77.3 por ciento del valor generado por el sector de la cultura… Cemex informó que  una de sus subsidiarias en Estados Unidos cerró la venta de su negocio de materiales de construcción en el noroeste del Pacífico de Estados Unidos, el cual consiste en operaciones de agregados, asfalto y concreto en Oregon y Washington a Cadman Materials, empresa que forma parte de Lehigh Hanson y es la subsidiaria en Estados Unidos de Heidelberg Cement Group. El monto de la operación fue de 150 millones de dólares y los recursos obtenidos de esta transacción serán utilizados principalmente para reducción de deuda, así como propósitos generales corporativos… Luis Robles Miaja, Presidente del Consejo de Administración de BBVA Bancomer, participó en el IV Encuentro Empresarial de la XII Cumbre Presidencial de la Alianza del Pacífico. Ahí señalo que “la Alianza del Pacífico será la sexta economía mundial a mediano plazo, apoyada por su apertura comercial y la aplicación de políticas económicas responsables, por lo que representa una excelente oportunidad para diversificar el comercio y la inversión de México e incluso puede llegar a ser un paso previo en la posible reactivación del llamado Acuerdo Transpacífico (TPP) a futuro”… Luis Gómez Garay, secretario general de la Unión General Obrera Campesina y Popular (UGOCP), condenó el asesinato de Meztli Sarabia Reyna, dirigente social en Puebla de manos de un comando armado. Exigió a la Secretaría de Gobernación una investigación profunda de los hechos y señaló al gobierno del estado de Puebla como principal responsable de lo ocurrido. Solicitó a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos una investigación profunda de la actitud del gobierno del estado de Puebla en estos lamentables hechos. Meztli Sarabia Reyna, es hija del líder histórico de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre, Rubén Sarabia Sánchez “Simitrio”, y fue asesinada el pasado 29 de junio, en las oficinas de su organización por un grupo armado de 4 personas encapuchadas.

filosofodelmetro@yahoo.com.mx

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