BAJA, SAJONIA, ALEMANIA, 06 de diciembre (AlmomentoMX).- Una de las familias más nobles de Alemania, puso a la venta el magnífico palacio de Marienburg, residencia oficial de la dinastía, en el Estado de la Baja Sajonia en tan solo un euro.
¿La razón? Es demasiado caro conservar el inmueble, mismo que podría ser considerado como de “cuento de hadas”.
El vendedor es el príncipe Ernesto de Hannover de 35 años de edad, jefe de la casa Güelfa, una de las dinastías más nobles de Europa y heredero de varios inmuebles como este palacio de mediados del siglo XIX del que quiere deshacerse a toda costa.
Al anunciar la venta del palacio, el príncipe Ernesto aceptó que le tomó mucha importancia a su decisión, pero que es mejor venderlo para que alguien más lo conserve para el público del presente y el futuro.
Por ahora, el nuevo propietario del palacio real es la empresa Llemak Inmobilien, filial de Kosterkammer, misma que cumplió uno de los requisitos más importantes para adquirirlo: comprometerse a mantenerlo y renovarlo.
Se calcula que el costo de mantenimiento ascienda a unos 30 millones de euros, aunque hay expertos que dicen que podrían ser necesarios 60 millones solo para evitar que el inmueble se vuelva inservible.
El palacio cuenta con 135 habitaciones y desde 2004, el príncipe Ernesto no ha encontrado la manera de mantenerlo para evitar que se vaya a la ruina.
“Ya no podía seguir haciéndome cargo de los gastos,” dijo el noble a los medios locales.
Además, la venta se había tardado tanto porque el príncipe debía pedir autorización a las autoridades de Hannover, ya que ese tipo de inmuebles suele estar protegido por las leyes locales de conservación histórica.
Curiosamente, esta no es la primera vez que el joven príncipe pone a la venta los antiguos tesoros de su familia, ya que en 2005, a un año de ponerse a la cabeza de su familia, subastó varias piezas artísticas que le reportaron una ganancia de 44 millones de euros.
Con ese dinero, el príncipe Ernesto inició programas culturales para los visitantes de su región, entre renovaciones y el pago de sus deudas.
Ahora que el palacio se fue de sus manos, el príncipe deberá administrarlo a través de una fundación cultural dedicada a cuidar y mantener las mil 700 obras de arte que permanecen dentro.
AM.MX/fm