sábado, abril 20, 2024

Uso de energías renovables en los sistemas agroalimentarios para lograr una seguridad alimentaria

La energía se utiliza para cocinar, para la calefacción, la electricidad y el transporte en muchos lugares del mundo. Es necesaria para la producción de cultivos, pescado, ganado y productos forestales; para el almacenamiento y elaboración de alimentos. También para su transporte y distribución y, desde luego, su preparación hasta que llega a nuestras mesas.

A pesar de que la disponibilidad de combustibles fósiles ha contribuido en gran medida a alimentar al mundo: no son renovables y traen problemáticas considerables desde el punto de vista ambiental.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) ha hecho diversos estudios y colaborado con muchas instituciones gubernamentales y no gubernamentales; para lograr una seguridad alimentaria en el mundo. En el marco de la Cumbre Mundial de Sistemas Agroalimentarios, la FAO mantiene como uno de sus ejes, la sustentabilidad y se dedica a estudiar y promover posibles soluciones ante el cambio climático.

Entonces, lo más viable es reducir el uso de combustibles fósiles en los sistemas agroalimentarios y alcanzar, al mismo tiempo; las metas de productividad alimentaria con  un cambio hacia fuentes de energía más sostenibles y renovables. Lo cual se traduce en otros tipos de energía: la energía solar, eólica, hidroeléctrica y la bioenergía.

 

“La cadena de valor agroalimentaria consume el 30% de la energía disponible en el mundo”, asegura la FAO.

 

 


Si se amplía el acceso a la energía limpia, los protagonistas de la cadena de valor agroalimentaria podrán producir más alimentos y de mejor calidad. Esto reduce pérdidas de alimentos, mejora los ingresos y calidad de vida de las personas. 

 

“Las energías renovables son esenciales para alcanzar la seguridad alimentaria y una transformación de los sistemas agroalimentarios sostenible y respetuosa con el clima”, subraya la FAO. 

Ante un escenario con un cambio climático que está causando estragos en todo el mundo, presentaron algunas soluciones de energía limpia.

 

 

Trabajo de la FAO para ampliar el acceso a energías limpias en el mundo

 

Riego alimentado por energía solar en Rwanda: el distrito de Rulindo, en Rwanda, es un distrito agrícola conocido por sus numerosos cultivos (la yuca, maíz y frijoles). Casi toda el agua que ocupan para ellos, procede del río Yanze. Por lo tanto, los agricultores riegan tradicionalmente con bombas de pedal; que deben ser accionadas por al menos tres personas. Lo cual, requiere de gran esfuerzo.
A través del “Proyecto KnoWat” (Conocer mejor el agua), la FAO instaló sistemas de riego que se alimentan de la energía solar y aumentar la eficiencia del riego de los campos; apoyando los medios de vida de agricultores en la zona. De acuerdo al organismo internacional, entregaron tres bombas solares portátiles con accesorios a los agricultores de la Cooperativa de producción hortícola de Yanze. Esta fue la primera vez que se introdujeron sistemas de riego con energía solar en el distrito de Rulindo.

 

¿Cómo funciona?

Cada sistema de riego que es alimentado por energía solar puede suministrar 40 litros de agua por minuto, y el panel solar recoge hasta 500 vatios de energía al día. El sistema puede regar campos a más de cuatro kilómetros de la presa. Esto reduce parte del trabajo manual (que lleva mucho tiempo) y por eso, el sistema de riego alimentado por este tipo de energía, permite que los agricultores tengan una forma más eficiente de administrar su tiempo. Por lo tanto, se aumenta la productividad 

 

https://twitter.com/ArchiLib/status/726322141424132096?s=20

Digestores de biogás para mantener fresca la leche en Tanzania: el biogás es un combustible renovable producido por la descomposición de la materia orgánica, como restos de comida y desechos animales. Puede utilizarse como forma de energía limpia de diferentes maneras y a través del proyecto “Invertir en Tecnologías Energéticas Sostenibles en el Sector Agroalimentario (INVESTA)”; la FAO ha trabajado con entidades gubernamentales, financieras y del sector privado. Con ello, promueven el uso de sistemas de refrigeración de leche, alimentados por digestores de biogás.

Los digestores de biogás son grandes tanques en los que se produce biogás a través de la descomposición de la materia orgánica mediante un proceso llamado digestión anaeróbica. Son llamados digestores porque las bacterias comen y digieren la materia orgánica para producir biogás.

La combustión de biogás puede utilizarse para generar energía. 
Son una excelente solución para los hogares sin conexión a la red y con un número reducido de cabezas de ganado. Alrededor del 90% de los hogares rurales de Tanzania no tienen electricidad. Por ello, cuando los productores lácteos tienen dificultades para entregar la leche de la tarde; la leche cruda suele dejarse sin refrigerar durante toda la noche. Al suceder lo anterior, pierden un 30% o 40% de leche.

Los sistemas de refrigeración de leche que son alimentados por digestores de biogás, logran que la cadena de valor de los productos lácteos sea más eficiente y sostenible: puede conservarse durante más tiempo y se puede utilizar o vender en un período más prolongado. La tecnología de biogás puede enfriar dos latas de leche de hasta 5 litros cada una.

 

Residuos de cultivos se convierten bioenergía en la India: todos los años, hacia finales de septiembre y octubre, los agricultores de los estados de Punjab y Haryana, Rajastán y Uttar Pradesh; de la India, queman unos 35 millones de toneladas de residuos de cultivos después de la cosecha. Como consecuencia, aumentan los niveles de contaminación, que llegan a provocar un espeso esmog sobre Nueva Delhi; asegura la FAO.

Por esto, se encuentran trabajando con el Gobierno de la India, en proporcionar apoyo técnico a través del Planteamiento sobre Bioenergía y Seguridad Alimentaria (BEFS). Con el cual, se ocupan residuos de cultivos; que puedan ser convertidos en otros productos.

Están seleccionando maquinaria que permita cosechar, recoger, empacar y almacenar los residuos de cultivos. Los cuales pueden convertirse en gránulos y briquetas que sustituyen, parcialmente al carbón en las centrales térmicas. La paja de arroz también puede utilizarse para producir biogás comprimido y puede sustituir al gas natural como combustible para el transporte. La FAO ha elaborado el planteamiento BEFS para ayudar a los países a aprovechar las ventajas de esta tecnología. 

Checa el Proyecto INVESTA de la FAO.

Para lograr producir alimentos suficientes que alimenten a la creciente población, es imprescindible generar un cambio gradual hacia sistemas agroalimentarios eficientes; desde el punto de vista energético. Ello requiere adoptar la innovación con el aprovechamiento de energías renovables, que puedan crear cadenas de valor alimentarias más eficientes e impulsar el desarrollo sostenible a nivel mundial. La seguridad alimentaria podría lograrse si es abordada con una perspectiva multidisciplinaria.

 

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