martes, abril 23, 2024

Triste estado poblacional del jaguar en América

Luis Alberto García / Zamora Pico de Oro, Chiapas

*Las poblaciones se encuentran actualmente en declive.
*El animal está catalogado como especie sumamente amenazada.
*Datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
*Podría estar amenazado de extinción en un futuro próximo.

La pérdida de parte de su ámbito de distribución, incluida su práctica eliminación de sus áreas históricas en el norte, así como la creciente fragmentación de las zonas restantes, ha contribuido a su estatus actual.
Durante la década de 1960 hubo un declive especialmente significativo, con más de 15 000 pieles de esta especie extraídas de la Amazonia brasileña cada año; gracias a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora Salvaje Amenazadas (CITES) de 1973, se produjo una drástica disminución del comercio de pieles.
Un estudio detallado que se realizó bajo los auspicios de la Wildlife Conservation Society (WCS) reveló que ha perdido el 37 % de su distribución histórica y se desconoce su situación en un 17 % adicional.
Un aspecto más favorable fue que la probabilidad de supervivencia a largo plazo fue considerada elevada en un 70 % de la distribución actual, especialmente en la cuenca del Amazonas y las regiones adyacentes del Gran Chaco y el Pantanal brasileño.
Entre sus principales amenazas se encuentran la deforestación de su hábitat y ecosistema, un creciente incremento de la competencia por la comida con los humanos,​ la caza furtiva, los huracanes en la parte septentrional de su distribución y los enfrentamientos con los ganaderos, que a menudo los matan en las zonas donde cazan ganado.
Cuando se adapta a la presa, se ha comprobado que caza ganado bovino como parte importante de su dieta; sin embargo, mientras que la deforestación para crear zonas de pasto es un problema para la especie, su población podría haber aumentado tras la introducción de ganado bovino en América del Sur al aprovecharse los félidos de esta nueva fuente de presas.
Esta tendencia a cazar ganado ha llevado a los propietarios de ranchos a contratar cazadores especializados a tiempo completo. Eliminando así las posibilidades de sobrevivencia de ejemplares que merecen vivir a su albedrío y en libertad en muchos territorios.
Panthera onca es una especie incluida en el Apéndice I de la CITES, por lo que está prohibida cualquier forma de comercio internacional de esta especie o sus partes.
Su caza está prohibida en Argentina, Belice, Colombia, Estados Unidos, Guayana Francesa, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Surinam, y Venezuela, estringida como «animales con problemas» en Brasil, Costa Rica, Guatemala, México y el Perú, mientras que la caza deportiva todavía se permite en Bolivia; pero la especie carece de protección legal en Ecuador y Guyana.
Los esfuerzos de conservación actuales a menudo se concentran en educar a los criadores de ganado y promover el ecoturismo. Generalmente se le define como una «especie paraguas», esto es, una especie con una distribución y unas necesidades de hábitat lo bastante amplias para que, si se le protege, también se estará protegiendo a otras muchas especies con una distribución más pequeña.
Las especies paraguas sirven de «enlaces móviles» en su entorno, en el caso de esta especie mediante la depredación. Así pues, organizaciones conservacionistas se concentran en proporcionar un hábitat viable y conectado para este félido, con la idea de que también se beneficiarán otras especies, tan necesarias en el ciclo de la vida.

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