Roberto Vizcaíno
Nunca antes se había visto que el zócalo capitalino, con su plancha central de 50 mil 625 metros cuadrados -según topógrafos de Ingeniería de la UNAM-, amaneciera totalmente amurallado con vallas de acero, soldadas y enlazadas con cadenas para resguardar no sólo Palacio Nacional, sino La Catedral, los comercios de los Arcos y los dos edificios del Gobierno de la CDMX.
Adicionalmente igual se amuralló El Ángel de la Independencia y Bellas Artes, desde donde arrancarán y por donde pasarán algunas de las marchas.
De ese tamaño es el temor de la 4T en la Presidencia de México a las anunciadas manifestaciones de la CNTE y de la Generación Z de este fin de semana.
La obviedad del caso indica que el Gobierno de la 4T algo sabe de la profundidad de la irritación que se expresa en amplios sectores de la sociedad.
Está por demás a flor de piel de los mexicanos el asesinato cometido el primero de este mes del alcalde de Uruapan Carlos Manzo que ha generado todo un movimiento no sólo en Michoacán, sino a nivel nacional.
Persiste además el movimiento de productores agrícolas que generó largos bloqueos en carreteras del centro del país y por reclamos al precio del maíz y de otros productos, entre ellos el de la caña de azúcar, pero sobre todo por el trato despectivo que han recibido del Gobierno de la 4T.
En redes sociales la inquietud y el descontento social se expresa alrededor de las aristas del intento por homologar la consulta popular sobre la revocación de mandato prevista constitucionalmente para octubre para decidir si sigue o no Claudia Sheinbaum en la Presidencia, con las elecciones intermedias para renovar las 500 diputaciones federales junto con la elección de 17 nuevos gobernadores y miles de diputaciones locales y alcaldías por todo el país.
Todo eso se sumaría a la elección de la otra mitad de jueves y cargos del Poder judicial y así completar la Reforma del Poder Judicial.
Y por si todo lo anterior no fuese suficiente para preocupar a México, además se da el proceso de reforma electoral que amenaza con desaparecer al INE, al Trife, a los 64 senadores y 200 diputados plurinominales y para regresarle el control absoluto de la organización y calificación electoral al Gobierno Federal, como ocurría en los 40, 50, 60 y 70 del siglo pasado.
Eso sin contar con la irritación social surgida alrededor de los excesos exhibidos en viajes de verano a todo lujo por personajes de la 4T –Gerardo Fernández Noroña, Andrés Andy López Beltrán, Mario Delgado, los Yunes, y otros- que se suma a la impunidad en asuntos de Adán Augusto López y el caso de La Barredora o la red de Huachicol Fiscal que implica además al exsecretario de Marina, José Rafael Ojeda y sus sobrinos, pero igual a un grupo de gobernadores, alcaldes y otros de Morena.
De ese hartazgo surge ahora la movilización de los jóvenes de la Generación Z, convocada a salir a las calles de la Ciudad de México y otras muchas del país, y que hasta hace muy poco habían mostrado apatía a cualquier manifestación o participación en consultas o elecciones.
Hoy esta Generación Z mexicana, enlazada con otros jóvenes del mundo entero, suma en México a quienes nacieron entre 1997 y 2012 (después de los Millennials), y que cuentan hoy entre los 13 y 28 años de edad, que según INE, INEGI y el Consejo Nacional de Población representan el 30.05% de la población, es decir, unos 40 a 45 millones de los 120 millones de mexicanos.
Son como los jóvenes que en 1968 decidieron salir igual a exigir y protestar contra el Sistema y el Gobierno de su momento y que se encontraron de frente con la represión militar en La Plaza de las 3 Culturas en Tlatelolco.
Ese momento fue el previo de las Olimpiadas del sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, como hoy es el previo del Mundial de la 4T y de Claudia Sheinbaum.
Quizá son aquellos amargos recuerdos los que mueven ahora al Gobierno de Morena a lanzar este nuevo movimiento de la CNTE para ocupar el Zócalo al mismo tiempo que los jóvenes movilizados de la Generación Z.
Y que llevaron a Ricardo Monreal, a posponer en San Lázaro, quizá hasta febrero de 2026, la Reforma Constitucional para homologar la consulta de revocación de mandato de la presidenta Claudia Sheinbaum con el proceso intermedio de 2027. Evidentemente para bajarle a la irritación a la inconformidad social que ya suma a la Generación Z.
Es así que este fin de semana permanecerá amurallado el Zócalo contra la protesta social.
SALINAS PLIEGO DENUNCIA ACOSO A SUS EMPRESAS
Con la amenaza de que la suprema Corte surgida del acordeón y bajo el control de Morena y el Gobierno de Claudia Sheinbaum deseche los amparos otorgados al Grupo Salinas contra el atropello de un cobro fiscal del doble o triple que debiera ser, el empresario Ricardo Salinas Pliego circuló un comunicado en el que exige se detenga el acoso a que se le tiene sometido desde el Poder.
El martes por la noche, Grupo Salinas publicó un comunicado en su cuenta oficial de X en el que acusó al gobierno federal de llevar a cabo una “acción más de acoso y persecución sistemática del Estado”.
En este boletín el empresario con abiertas aspiraciones a la presidencia en 20230, afirma que la Procuraduría Fiscal de la Federación, y la Unidad de Inteligencia Financiera, le notificaron una investigación sobre diversas marcas de casinos por presunto lavado de dinero, entre ellas Ganador Azteca S.A.P.I. de C.V. y Operadora Ganador TV Azteca S.A.P.I. de C.V., ambas subsidiarias de TV Azteca.
“Nos quieren silenciar, pero no nos van a doblar; todas nuestras empresas actúan siempre apegadas a la legalidad. Aquí estamos y aquí seguiremos”, indicó el consorcio empresarial de Salinas en su publicación.
Con ello se profundiza la confrontación que mantiene Salinas Pliego con el Gobierno desde finales del sexenio anterior.
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