Roberto Vizcaíno
Inmerso en un mundo amenazado por el caos económico y financiero, asediado por la amenaza de los aranceles de Donald Trump que se han pospuesto ya varias veces y por la insuficiencia de crecimiento interno, el México de 2026 de la presidenta Claudia Sheinbaum verá, afirma su secretario de Hacienda Édgar Amador Zamora crecimiento de más de 2% con estabilidad macroeconómica.
Y cuando la oposición entera de PAN, PRI y MC junto a analistas y las principales agencias calificadoras predicen graves descalabros por crecimiento de la deuda y un rescate inviable de Pemex, la mandataria habla de que todo en México va muy bien.
Frente al escenario de la inestabilidad vale la pena rescatar lo dicho por el titular de hacienda en la entrega del proyecto de Presupuesto de Ingresos y Egresos 2026 a la senadora Laura Itzel Castillo en el Senado.
Un acto por cierto que recuperó la dignidad de esta institución que apenas unos días antes vivió la violencia, la incivilidad y el fin de un muy oscuro y deleznable período legislativo encabezado por ese error del dedazo político llamado Gerardo Fernández Noroña.
Ahora, luego de saludar a la nueva presidenta senatorial la morenista Laura Itzel Castillo y a Adán Augusto López, presidente de la Junta de Coordinación Política el titular de Hacienda explicó que el proyecto presupuestal de la presidenta Sheinbaum fortalece un modelo de desarrollo y una política económica que impulsa el crecimiento, amplía derechos sociales y garantiza estabilidad macroeconómica con responsabilidad fiscal y en favor de una prosperidad compartida.
Y subrayó que ese modelo cuestionado por opositores y analistas, es ya “tangible en las familias mexicanas a través del reparto de beneficios directos -entre el 2018 y 2024-, a 13.4 millones de personas que gracias a eso dejaron atrás la pobreza.
“Esto confirma que una política económica orientada a salvaguardar el bienestar de las y los mexicanos es la mejor ruta para fortalecer el desarrollo económico y social del país”, indicó.
Al subrayar lo anterior el titular de Hacienda consideró que hoy en México existen finanzas públicas sanas, con una trayectoria estable de la deuda y fundamentos macroeconómicos sólidos.
Y que, si bien el entorno internacional aún presenta riesgos derivados de la incertidumbre y tensiones comerciales, también prevé oportunidades que debemos aprovechar con planeación y responsabilidad.
Édgar Amador Zamora afirmó que en este azaroso contexto económico, México ha mostrado resiliencia respaldada por salarios reales en aumento, un mercado laboral dinámico y una integración estratégica en el comercio internacional.
“Por ello, estimamos que en 2026 la economía crecerá entre 1.8 y 2.8, con un punto medio en 2.3 por ciento, impulsado por inversión privada, consumo interno, dinamismo exportador y un marco fiscal que da certeza y estabilidad.
“La iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación reafirma el compromiso con un México más justo y equitativo. Se trata de un marco de ingreso sólido y responsable, que permite financiar los programas sociales y la inversión productiva que garantizarán el bienestar de millones de familias.
“Para 2026, se prevén ingresos totales por 8.7 billones de pesos, con la recaudación tributaria como eje central. Ello significa que el presupuesto se financiará principalmente a través de un sistema moderno y eficiente, que amplía la base de contribuyentes y fortalece la eficiencia recaudatoria.
“Se proyecta un crecimiento real de 5.7 por ciento en la recaudación respecto a 2025, lo que llevará a los ingresos tributarios a un máximo histórico de 15.1 por ciento del PIB”, apuntó.
Todo ello se alcanzará, afirmó, gracias a la modernización del marco fiscal y el fortalecimiento del Sistema de Administración Tributaria, apoyado en nuevas herramientas digitales y tecnológicas que simplifican trámites, facilitan el cumplimiento y la fiscalización.
“Entre las medidas propuestas, destacan que no serán deducibles las cuotas pagadas al IPAB por parte de las instituciones de la banca múltiple destinados al pago de los pasivos del FOBAPROA.
“Ello mientras se concede un beneficio a las personas físicas y morales que retornen o ingresen recursos de procedencia lícita al país, con el objetivo de que dichos recursos sean invertidos en actividades productivas que coadyuven al crecimiento económico de México.
“Por otro lado, se ampliará la base tributaria y se abordarán fines extrafiscales, mediante una serie de disposiciones que abonen a salvaguardar la salud física y mental de la población, al tiempo que se incorporan medidas de apoyo a diversos sectores para impulsar el desarrollo económico del país.
“Y se revisará la situación fiscal de los extranjeros conocidos como “nómadas digitales”, para asegurar una contribución equitativa a la hacienda pública por parte del universo de talento que reside en México, de forma que sea sostenible la provisión de infraestructura y servicios públicos que ellos demandan”.
Anunció luego que a partir de 2026, se ajustará el IEPS aplicado a bebidas azucaradas y tabacos. Estas medidas buscan inducir hábitos más saludables, reducir la incidencia de enfermedades crónicas y al mismo tiempo contrarrestar los efectos presupuestales originados por el combate a las enfermedades generadas por el consumo de estos productos, destinando los recursos recaudados a fortalecer los sistemas de salud y prevención.
La experiencia internacional, dijo, demuestra que este tipo de medidas cumplen el doble propósito de mejorar la salud pública y garantizar mayores recursos para fortalecer la prevención y ampliar la infraestructura de salud.
No eludió que el financiamiento externo, es decir más deuda, se mantendrá como fuente complementaria para diversificar riesgos y apoyar proyectos de desarrollo económico y social.
El diseño de la Ley de Ingresos se hace con una visión de sostenibilidad, asegurando que el gasto público tenga fuentes estables de financiamiento.
Para 2026, se propone un déficit de 4.1 por ciento del PIB, menor a nuestra previsión de cierre modificada de 4.3 por ciento del PIB para 2025, y un nivel de deuda de 52.3; cifras prudentes que garantizan la continuidad de programas sociales e inversión estratégica, sin comprometer la estabilidad fiscal ni el crecimiento económico.
Señoras y señores senadores, esta Ley de Ingresos es una oportunidad para reforzar la estabilidad, modernizar nuestro sistema fiscal y garantizar que la prosperidad llegue a todos los sectores de la población, especialmente a quienes históricamente han sido excluidos, porque creemos firmemente que sólo construyendo desde abajo y con justicia social podremos alcanzar un país más equitativo y próspero, ya que, por el bien de todos, primero los pobres.
Reitero la plena disposición de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para mantener un diálogo abierto, constructivo y respetuoso, siempre en beneficio del pueblo de México.
Muchas gracias por su atención, por su disponibilidad y estamos a sus órdenes, presidenta.
Por si alguien preguntaba cuales eran las bases de este proyecto de presupuesto de Ingresos y Egresos para 2026.
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