Este prolífico escritor llamado Andrés Manuel López Obrador y que –así lo pregona- se ha hecho millonario gracias al roce de su estilográfica sobre la hoja en blanco, le debe a la ciudad de México un libro que podría intitular: Cómo convertí al DF en un coto de poder. Deseo fervientemente que, si el voto lo instala en la silla del poder omnímodo -como todo parece indicar-, en seis años no tenga motivos para escribir un bodrio similar acerca de nuestro amado país.
Ramón Márquez C.