miércoles, abril 24, 2024

TOQUE DE CRISTAL. Ramón Márquez C.

Ayer tecleaba casi entre carcajadas acerca de los submarinos adquiridos por la Armada española-. Hoy lo hago entre fogonazos de rabia porque tiempos son de fin de sexenio, tiempos en los que se reitera que nuestro gobierno vive de las traicioneras dentelladas que propina a los ciudadanos. Y en nuestra ciudadanía suman ya casi 15 millones de personas que viven en la descarnada pobreza extrema –la última de las cuatro categorías-: ingresos diarios promediados en un peso y 25 centavos. Pero nuestros nefandos funcionarios recuerdan que este es el año de Hidalgo y en silencio, por favor, que no se sepa, ya ven que estamos perdiendo la silla magna, y a esa alta burocracia que disfruta de elevadísimos sueldos, bonos, servicio médico, gastos de representación, gasolina, viajes, automóvil, chofer, prolongadas vacaciones, bolsillo abierto a la corrupción y etcétera etcétera, otorga un incremento salarial con efecto retroactivo a enero. En números: el regalito a 317 mil “funcionarios” –del presidente para abajo- representa al país un gasto que se eleva de un billón 220 mil millones de pesos anuales a un billón 261 mil 236 millones. Los 15 millones de mexicanos que viven en la pobreza extrema ganarán anualmente 225 millones de pesos. Y fácil es escribirlo, pero difícil es digerir la indignación. Por eso recurro al Año de Hidalgo, ese dicho nacido de la imaginación popular y que tan certero es: Este es el año de Hidalgo y chingue a su madre el que deje algo. No dejarán nada, pero de todos modos que la chinguen; ellos y todos los que autorizaron este nuevo madrazo a la población.

Ramón Márquez C.

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