Pedro Martínez Serrano
La noche de anoche, en la emisión acostumbrada, vía redes sociales, del Clarín de Morelos, que encabeza Daniel J. Ceballos y coloca a cuadro el análisis del periodista Javier Jaramillo Frikas, su padre, el tema llamó poderosamente mi atención y, desde luego, me molestó el nivel de podredumbre y agandaye de las familias que se han adueñado de los partidos políticos en la entidad.
Si de hecho soy un convencido de que el sistema de partidos está agotado, lo que me recordó Javier, es que al igual que en el ámbito nacional, existen vivales, bandidos de la política que no trabajan para nadie, absolutamente para nadie, que para el beneficio personal y convierten la política en asuntos de familia, en negocio de la esposa o los hijos; emplean los desajustes democráticos, para sentar monarquías en sus entidades correspondientes.
Los ejemplos a la mano son muchos y muy variados, desde Rafael Moreno Valle, que el nivel y calidad gubernamental que alcanzó en Puebla, lo echó a la basura y con un jalón de cadena, dejó ir su imagen al estercolero. Luego de simular una campaña en busca de la candidatura presidencial, logró que su esposa, Martha Érika Alonso asumiera la candidatura del PAN al gobierno de aquella entidad.
Lo mismo ocurre en Veracruz, en donde el presunto pederasta (hay decenas de casos documentados), Miguel Ángel Yunes Linares, impuso como candidato del frente PAN, PRD, MC a su hijo, Miguel Ángel Yunes Márquez.
Lo que ocurre en Morelos, es peor, acá en el ánimo de dejar hacer lo que le plazca al gobernador Graco Ramírez, los franquiciatarios de partidos basura, como el Verde, MC, el PSD y el mismísimo PAN (por la libre, personajes de las cúpulas de Monera, PES y el PT), le acomodaron las cosas a cambio de gordos fajos de billetes, en muchos casos puros dólares, a Rodrigo Gayosso Cepeda que, en un cínico caso de imposición y arrebato, se hizo candidato a la gubernatura del Estado.
El estercolero no desborda ahí; se apropió de las candidaturas seguras, las plurinominales y las regidurías número 1 de los partidos que le vendieron la temporada; es decir que se vendieron y a cambio de sumas multimillonarias, lo dejaron poner y quitar a capricho a candidatos.
Veamos:
El primer caso, fue infiltrar el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), no puedo acusar si Rabindranath Salazar, se benefició con un tambache de billetes, pero lo que sí puedo afirmar es que él y su ayudante estelar, Miguel Lucia Espejo, hoy senador de utilería, no han molestado a Graco Ramírez y no han tocado a su gobierno, ni con “el pétalo de una declaración”.
No sólo eso, para mí ha resultado, resulta y resultará extraño, altamente sospechoso, que se haya entregado la candidatura al senado a la cómplice de Graco Ramírez y Rodrigo Gayosso, la señora Lucía Meza Guzmán, “lady pistolas” le dicen y; para que algo quede y quede bien, Rabín impuso a su hermano Radamés, como candidato a senador en segunda posición.
El “caballo de troya” en Morena, lo pilotea el creador de la GxG, Gayosso x Graco, el todavía diputado federal Javier García Chávez, alias El Gato cómplice de Graco Ramírez desde que el tabasqueño estuvo en el Senado; ahora es candidato a diputado local por el segundo distrito, por la coalición “Juntos Haremos Historia”, eso sí con recursos salidos del PRD y el gobierno estatal, para ganar ,la elección. ¿A qué va “El Gato” al Congreso local? A convertirse en golpeador del próximo gobernador, al servicio e instrucciones de Rodrigo Gayosso.
En esa misma coalición, el PES, el partido que abandera Cuauhtémoc Blanco Bravo, el mismísimo presidente de la nomenclatura, el tal José Luis Borbolla (el rey de la imitación y la burla de su candidato a gobernador y del señor José Manuel Sanz Rivera), es quien atiende las instrucciones del grupo Gayosso; se han documentado encuentros del junior e hijo político del diputado local (hoy alejado de la política morelense) Francisco Moreno Merino.
Alterar el proceso de selección de candidatos al ayuntamiento de Cuernavaca, en donde se empeña en colocarse a la cabeza, para servir de lleno al candidato del PRD, es parte de los servicios prestados a la familia de Graco Ramírez.
Y los que también asumieron el tema de la selección de candidatos, como un asunto de familia, fueron los panistas que encabeza un tal Juan Carlos Martínez Terrazas, quien de entrada impuso a sus hermanos, Adrián como candidato a primer regidor en Cuernavaca, y a Oscar Daniel como diputado federal plurinominal, con lo que prácticamente les aseguró un cargo de elección popular en el próximo gobierno.
La cereza del pastel, es el caso de Melissa Torres Sandoval, a quien su esposo, Rodrigo Gayosso colocó en la posición número uno al Congreso de Morelos, según la lista de registro que la coalición PRD-PSD.
Por cierto, la ahora señora Gayosso, tenista de alto ranking, avanzó rápido en el mundillo político; llegó a la legislatura federal por Nueva Alianza, se movió al PES y ahora es perredista.
“Torres Sandoval contrajo nupcias con Gayosso Cepeda el 25 de abril de 2017, en la parroquia de la Hacienda de Chiconcuac, ubicada en el municipio de Xochitepec, la cual causó polémica por el lujo que rodeó al evento”, recuerda la periodista Verónica Bacaz, corresponsal en Morelos de El Financiero, en su edición de hace dos días.
Así las cosas, ente su segura derrota y la de sus aliados, Rodrigo Gayosso acomodó las cosas con tiempo, para atiborrar el congreso con sus aliados, al igual que los ayuntamientos, de ahí su decisión de comprar a los partidos basura que hoy tienen bancos en el Congreso del Estado.
