Miguel Tirado Rasso
mitirasso@yahoo.com.mx
La maestra Delfina va por la revancha y,
aunque en estos cuatro años de la 4T,
ocupó varias posiciones relevantes, senadora,
súper delegada de programa sociales en el Edomex
y secretaria de Educación Pública,
su desempeño fue más que discreto,
sin aportaciones que comentar.
Tras el batidillo de la elección interna de Morena de julio pasado, en preparación para la renovación de sus dirigencias estatales, en agosto, y de su Comité Nacional, en septiembre, el partido en el gobierno demostró que lo suyo no es, precisamente, la práctica del ejercicio de la democracia y que, contra lo que su dirigente, Mario Delgado, calificó como casos aislados, las irregularidades, violencia y enfrentamientos durante la jornada electoral, resultaron más la regla que la excepción.
Se habla de que se han presentado más de 400 denuncias y juicios de nulidad ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). La variedad de anomalías denunciadas por los propios morenistas constituye un verdadero catálogo de viejas y malas prácticas: robo de urnas, destrucción de papelería electoral, acarreos, compra de votos, irregularidades en el conteo de votos, inducción al votante, embarazo de urnas, boletas falsas, etc. Está visto que, cuando de elecciones internas se trata, los del partido en el poder no tienen remedio.
Y cuando todavía no se enfrían los ánimos caldeados por esta elección, Morena aprieta el paso para madrugar en la selección de a quien ha de postular para contender por la gubernatura del Estado de México. La joya de la corona, penúltima escala electoral del sexenio, junto con la también elección para gobernador en Coahuila, que tendrán lugar el 4 de junio de 2023, con lo que se habrán renovado las gubernaturas de los 32 estados de la República, en este período sexenal.
Con el método de encuestas al estilo de la 4T, en las que los resultados no contrarían los pronósticos oficiales y solo decepcionan a los que se las creen, para el caso de las tierras mexiquenses, la “elegida” por los encuestados resultó coincidir con la que, en Palacio Nacional, veían con simpatía, la maestra Delfina Gómez. En las tres encuestas, la maestra arrasó: mejor candidata, candidata preferida, e intención del voto. Y, para desalentar cualquier cuestionamiento sobre los resultados, el que aparecía como su competidor más peligroso, el senador Higinio Martínez, solo alcanzó un lejano tercer lugar. Cualquier semejanza con la encuesta que definió la candidatura para la jefatura del Gobierno de la CDMX en 2017, en la que Ricardo Monreal, competidor con tablas y presencia, quedó relegado, también, a un tercer lugar, es mera coincidencia.
La maestra Delfina va por la revancha y, aunque en estos cuatro años de la 4T, ocupó varias posiciones relevantes, senadora, súper delegada de programa sociales en el Edomex y secretaria de Educación Pública, su desempeño fue más que discreto, sin aportaciones que comentar. Así que, esta candidata entrará a la campaña con más negativos que positivos, pues no hay manera que se borren de su pasado los delitos de desvío de recursos y abuso de autoridad, cometidos durante su gestión como alcaldesa de Texcoco al retener el diez por ciento del salario de los burócratas municipales, para aportarlos a Morena.
Por esta retención ilegal, el INE, con ratificación del TEPJF, sancionó a Morena con 4.5 millones de pesos, si bien, a la maestra Delfina Gómez, no se sancionó por que la autoridad consideró que las retenciones salariales, que fueron a dar a Morena, no la habían beneficiado electoralmente.
En la elección mexiquense habrá varios factores que incidirán, además de la calidad de los candidatos, en el resultado final. Está claro que, si la oposición no va con una candidatura de unidad, Morena sumará una entidad más a su registro. Como en pocos estados, tanto el PAN como el PRI cuentan con candidatos con posibilidades reales de ganar, el detalle está en a quién postularán.
La autoridad electoral ha determinado que los partidos deberán respetar la paridad de género, por lo que tendrán que
postular, en alguno de los dos estados, a una mujer. Al PRI, que actualmente gobierna en los dos estados, y por ello, tendría prioridad, le queda bien nominar una candidata en el Edomex. Cuenta con dos buenas cartas, Alejandra del Moral y Ana Lilia Herrera, y en Coahuila, tiene un buen prospecto, Manuel Jiménez. Acción Nacional, por su parte, está bien cubierto con el diputado Enrique Vargas, en la entidad mexiquense, pero para Coahuila, no tiene alternativa femenina competitiva.
La actuación del gobernador, Alfredo del Mazo, será determinante, según decida pelear o no por la plaza. Algunos gobernadores priistas, prefirieron no contrariar el Ejecutivo Federal y dejaron el camino despejado para el triunfo de los candidatos de Morena. Esto sucedió en Sonora, Sinaloa, Hidalgo y Oaxaca. Pero en el Edomex hay grupos priistas dispuestos a dar la batalla, además de ser el estado del ex presidente Enrique Peña Nieto. Este último dato, nos podría llevar a especular que las anunciadas investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) en su contra, después de cuatro años y justo ahora que se viene la elección para gobernador en su estado natal, no se trata de una simple coincidencia.
La oposición tendrá que definir ya el tema de su alianza y, en su caso, la postulación de un candidato de unidad, porque Morena va con todo, dispuesto a quitarle al PRI su gubernatura más preciada.