Miguel Tirado Rasso
mitirasso@yahoo.com.mx
En esta elección, el gobernador,
Alfredo del Mazo, tercera generación al
frente del estado, parece haber decidido
no comprometerse con su candidata
ni con su partido.
Esta semana inició el período de campaña de los procesos electorales en las entidades de Coahuila y el Estado de México en donde, el 4 de junio próximo, se elegirán gobernador y diputados al Congreso local (16 de mayoría relativa y 9 de representación proporcional), en el primer caso y, únicamente gobernadora, en la tierra mexiquense.
Penúltima parada electoral en los tiempos de la 4T, antes de la celebración de la madre de todas las elecciones en las que se renovará la presidencia de la República, el Congreso de la Unión (128 Senadores y 500 Diputados), 8 gubernaturas (Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán), la jefatura de Gobierno de la CDMX, 31 Congresos locales, las presidencias municipales y alcaldías en 25 de las 32 entidades federales, entre otros cargos de elección popular.
Por lo pronto, de las próximas elecciones, se le da particular atención a la del Edomex por su elevado padrón electoral, 12.7 millones de electores, el mayor del país; por el peso económico de la entidad, aporta casi el 10 por ciento del Producto Interno Bruto; por su ubicación geográfica, y por su circunstancia política. Porque un triunfo electoral de Morena abonaría, sin duda, favorablemente a los planes de continuidad de la 4T, pero más significativo resultaría el impacto desalentador de semejante revés a una oposición que, a pocos meses del inicio del proceso electoral de 2024, continúa indefinida y vacilante; urgida de ganar esta elección, para la que valdría apostar su resto.
No se digan las consecuencias para un PRI desaliñado y fracturado internamente, con una presidencia empeñada, muy a la moda de la época, en extender su permanencia, contra viento y marea, y a la que le faltan las principales cualidades que debe tener un liderazgo: confiabilidad y credibilidad. Para el tricolor, perder la elección del Edomex, significaría quedarse sin su bastión emblemático, en donde el priismo mostró su mayor músculo y supo resolver, exitosamente, sus diferencias, sin perder la unidad. Dejaría, pues, al otrora partidazo, asomándose a su tumba.
Siete de los ocho partidos registrados en el Edomex participan en dos bloques. Por primera vez, la elección en esta entidad presenta únicamente dos opciones a elegir y ambas son mujeres, también por primera vez. Morena y sus aliados, el PT y el PVEM, forman la coalición Juntos Haremos Historia que abandera a la maestra Delfina Gómez. El PAN, PRI, PRD y PNA local, por su parte, integran la alianza Va por el Estado de México cuya candidata es la abogada Alejandra del Moral.
El octavo partido, Movimiento Ciudadano, decidió no participar ni en esta ni en la elección de Coahuila, al considerarlas una farsa, alegando la existencia de un obscuro pacto entre el PRI y Morena para dividirse los triunfos. Poco tendremos que esperar para conocer la verdadera razón de la abstención de ese partido.
Los números de las encuestas, en el inicio de la campaña, no favorecen a la candidata de la alianza Va por el Estado de México. Varía la desventaja entre 8 y 15 puntos, que necesitará revertir en 59 días de campaña. Poco tiempo, cuando se enfrenta a una contrincante en su segundo intento por la gubernatura, esta vez, en condiciones inmejorables. Con el respaldo oficial desde Palacio Nacional con sus mañaneras, el apoyo de 22 gobernadores, cuatro corcholatas y el partido en el poder. Todos haciendo campaña por la maestra, para contrarrestar los negativos que pesan sobre esta candidata.
Y es que, no resulta fácil borrar de su historia laboral algunos “pecadillos” cometidos en los cargos que ocupó la maestra Delfina. Durante su gestión como alcaldesa de Texcoco, se le acusó de haber retenido el diez por ciento del salario a 574 trabajadores del municipio, durante tres años, para apoyar actividades de Morena, con parte de ese dinero.. Acreditado el delito, la autoridad electoral sancionó al partido con una multa de 4.5 millones de pesos por “ingresos no reportados”.
También, durante su breve estancia al frente de la Secretaría de Educación Pública, la Auditoría Superior de la Federación detectó “irregularidades” por más de $830 millones de pesos cuyo destino no pudo comprobarse. Apoyos duplicados, recursos entregados a padres de familia fallecidos, gastos de mobiliario no acreditado y otras anomalías formaron parte del pliego de observaciones emitido por el auditor. Pero muy al estilo de la 4T, la candidata Delfina se deslindó del tema, declarando que se trataba de ataques injustos y tendenciosos. De responsabilidades, ni hablar, y es que la maestra también tiene otros datos.
En esta elección, el gobernador, Alfredo del Mazo, tercera generación al frente del estado, parece haber decidido no comprometerse con su candidata ni con su partido. En la práctica política esto significa abandonar la plaza y abjurar de su priismo, como lo hicieron los ex gobernadores de Colima, Sinaloa, Sonora, Hidalgo y Oaxaca que, pasiva y convenientemente vieron, en la alternancia, la paz y tranquilidad de su futuro.
Abril 6 de 2023