Miguel Tirado Rasso
mitirasso@yahoo.com.mx
El número de avisos para la creación
de nuevos partidos políticos no tiene
proporción con los casos que culminan
exitosamente su proceso de registro.
La Ley General de Partidos Políticos establece la posibilidad de registro de nuevos partidos políticos cada seis años, para lo cual, quienes buscan formar un partido, deberán informarlo a la autoridad electoral en el mes de enero del año siguiente a la elección presidencial. En nuestro escenario político nacional, ahora se plantea la posibilidad de incorporar nuevas organizaciones políticas con la pretensión de participar en los comicios federales de 2027.
El número de avisos para la creación de nuevos partidos políticos no tiene proporción con los casos que culminan exitosamente su proceso de registro. En 2019, por ejemplo, el número de Interesados que presentaron al aviso correspondiente fue de 106, de los cuales solo tres obtuvieron su registro como partidos políticos nacionales. El final de estos flamantes partidos, sin embargo, no fue feliz, pues en su primera incursión electoral, en 2021, no pudieron conservar su registro, al obtener menos votos de los requeridos por la ley.
Recién informó el INE que, al concluir el plazo para la recepción de avisos de las organizaciones interesadas en convertirse en partidos políticos, se recibieron 89 notificaciones que serán revisadas para determinar cuáles son procedentes. El siguiente paso que tendrán que realizar las organizaciones aprobadas es la celebración de un mínimo de 20 asambleas en 20 entidades, en las que se acredite la presencia de 3,000 personas afiliadas, en cada entidad. O bien, realizar 200 asambleas distritales, con la asistencia de 300 personas en cada distrito.
Entendemos que el requisito de la realización de asambleas en un número determinado de entidades en el país o de distritos electorales, tiene por objetivo que, las organizaciones que aspiran a convertirse en partidos políticos nacionales, acrediten tener cierta presencia nacional. Se les pide, además, probar que cuentan con un número de afiliados, equivalente al 0.26 por ciento del Padrón Electoral utilizado en la elección federal inmediata anterior a la solicitud de que se trate. Todo esto deberán cumplir antes de febrero de 2026. Requisitos mínimos para obtener su registro y poder participar en los procesos electorales. Eso sí, para conservar su registro, los partidos deberán obtener, siempre, un mínimo de votos del 3 por ciento de la votación emitida.
Mencionar que 89 organizaciones solicitaron realizar los trámites para convertirse en partidos políticos nacionales para competir en las elecciones de 2027, suena como un exceso, cuando los partidos políticos con registro no atraviesan por su mejor momento. La opinión pública les es desfavorable, están desprestigiados, son desconfiables, han perdido identidad, carecen de liderazgos, han olvidado su ideología y, para colmo, están confundidos, desorientados y derrotados, unos. Otros padecen los mismos defectos, pero su oportunismo los ha salvado de la derrota.
Desde el tsunami electoral de 2018, los partidos tradicionales PAN, PRI y PRD perdieron y se perdieron y, es la fecha en que no encuentran su lugar en el tablero político. El PRD no sobrevivió a la elección de 2024 y el otrora partidazo, el PRI, continua en caída libre gracias, entre otras razones, a su dirigente Alejandro Alito Moreno, que ha sacrificado partido y militancia en vías de mantenerse al frente de lo que queda del tricolor. La fractura interna que ha provocado el campechano le puede costar el registro al partido en la próxima elección.
El PAN se defiende, pero también ha perdido simpatizantes. Pareciera que las fracturas internas son el denominador común de los partidos de la oposición y, divididos no les alcanza ni para retener lo que les queda. Este partido tendrá que remar contra corriente y buscar la unidad de sus filas. No se ve que vayan a repetir la alianza de la pasada elección que de nada les sirvió.
Movimiento Ciudadano se mantiene en la liga intermedia que le ha dado dos gubernaturas y posiciones en el Congreso.
Por lo que toca a Morena y sus aliados, PVEM y PT, continúan con viento en popa, ante la ausencia de quien les pueda hacer competencia. Podrían surgir problemas, pero por luchas internas. Ya sea al interior de Morena o entre este partido y sus aliados.
En este escenario pretenden incorporarse nuevos partidos que, por experiencia histórica, serán pocos los que concluyan el proceso para su registro. Se sabe que, entre los aspirantes, hay varios que, a pesar de haber sufrido ya descalabros en intentos anteriores, reaparecen con un nombre diferente.
Es el caso del PRD que lo pretenden sustituir por Ciudadanos Unidos; Fernando González, quien creó el partido Redes Sociales Progresistas, ahora buscará participar con un nuevo partido denominado MURO; César Augusto Santiago que, con el partido Alternativa no logró su registro, ahora lo pretende con Alternativa Popular. El fracasado Partido Encuentro Social (PES), buscará tener mejor suerte con el nombre de Transformación que Fortalece a México. Otros fundadores de este partido, lo intentarán, por su lado, con el nombre Construyendo Ciudades de Paz y otro, con el de Nuevo Espacio.
Así algunos de los “nuevos” partidos que aspiran a su registro.