Miguel Tirado Rasso
En diciembre de 2014, el sub comandante Marcos recibía al nuevo gobierno que encabezaba el Presidente Ernesto Zedillo con un “Bienvenido a la pesadilla”. Guardando las debidas proporciones, algo parecido podrían haberle dicho los legisladores de Morena a los representantes de los partidos de oposición en el Congreso en el inicio del período de sesiones de la LXIV Legislatura, ante las mayorías aplastantes alcanzadas por aquéllos en las cámaras de Senadores y de Diputados, como resultado de los comicios del primero de julio pasado.
Y es que, para unos más que para otros, el porrazo electoral para el PRI, PAN y PRD, fue demoledor, al grado de que, todavía, hasta la fecha no acaban por ubicarse en su triste realidad de oposición disminuida y han sido víctimas del mayoriteo morenista, por carecer de una estrategia que contrarreste semejante desequilibrio parlamentario, al querer caminar cada quién por su lado.
Y no es para menos el desconcierto. El tricolor pasó de ser partido en el gobierno, con 54 senadores, 202 diputados y 14 gubernaturas a ser tercera fuerza política, con 14 senadores, 47 diputados y 12 gubernaturas bajo sus colores, además de no haber ganado ninguna de las elecciones para gobernador en los comicios de julio pasado, lo que ya, de por sí, desalienta a cualquiera.
El PAN, se mantuvo como segunda fuerza política. Cuenta con 24 escaños en el Senado y 78 curules en la Cámara de Diputados, además de 12 gubernaturas, de las cuales, tres, Guanajuato, Puebla y Yucatán, las ganó en la pasada elección. Lo que no está tan mal, aunque el número de sus legisladores en el Congreso es el más bajo de los últimos 20 años.
Al PRD, sus errores del pasado le siguen pasando facturas. De ser la tercera fuerza política en la cámara baja se despeñó hasta el séptimo lugar con sólo 20 diputados. En el Senado apenas consiguió 5 escaños, y para colmo, su coordinador es un externo al partido, Miguel Ángel Mancera. De cuatro gubernaturas que tenía, en la pasada elección perdió tres, que le arrebató Morena: CDMX, su principal bastión, Morelos y Tabasco. Conserva Michoacán, cuyo gobernador, Silvano Aureoles, le salió respondón y a la hora de la verdad, optó por apoyar al candidato presidencial de la coalición del PRI. El riesgo del Sol Azteca, es su permanente desmembramiento rumbo a Morena.
Otros partidos que, en la elección pasada, jugaron también contra Morena, Movimiento Ciudadano (MC), que participó en alianza con el PAN y el PRD, y el PVEM, que se alió con el PRI y el PANAL, tienen más definida su estrategia. El primero, proporcionalmente, resultó ser el mejor librado de la oposición en esos comicios. De estar en riesgo su registro, “ganó” una gubernatura, la de Jalisco; pasó de un escaño a siete en el Senado y de 20 diputados a 28. Con esos resultados se convirtió en la cuarta fuerza política y ha optado por la ambigüedad en su operación política parlamentaria. Si no fuera por el gobernador jalisciense, Enrique Alfaro, que decidió adoptar a este partido, no sería de extrañar que MC le sirviera de partido bisagra a Morena. Pero, al parecer, este gobernador trae su propio juego.
El PVEM también estaba en riesgo de extinción, pero su pragmatismo histórico lo ha salvado. En la elección presidencial de 2000, participó con el PAN, con final feliz, aunque no logró las posiciones en el gabinete que esperaba. En los comicios de 2006 y 2012, se sumó al PRI y ahora coquetea con Morena. Perdió la gubernatura que tenía, pero cuenta con 5 senadores y 11 diputados, que para los propósitos legislativos de Morena resultan una aportación muy valiosa que seguramente los líderes del partido Verde tratarán de hacer valer.
Estos son, pues, los recursos con que cuenta la oposición para enfrentar a la aplanadora Morena. Y si bien, no está manca, tendrán que sacar talento y sumar fuerzas para sustituir su debilidad. Las circunstancias políticas obligan a extrañas alianzas, no muy ortodoxas, pero sí necesarias, más, si se trata de construir contra pesos, indispensables para el equilibrio democrático. Esto va para el PRI y el PAN. Eso sí, tienen que apurar el paso en la definición de una estrategia, antes de que algunos de los otros partidos terminen seducidos por el poder de Morena y se diluya aún más la oposición.
Por lo pronto, y con motivo del nuevo año, deseo para todos nuestros queridos lectores, prosperidad, salud, bienestar y mucha alegría y felicidad, en compañía de sus seres queridos.
