Miguel Tirado Rasso
mitirasso@yahoo.com.mx
Total, que el informe del Departamento
de Estado norteamericano solo describe
la realidad de lo que sucede en el
eclipse del gobierno cuatroteista.
La semana pasada, el Departamento de Estado de los EUA, publicó el Informe Nacional sobre Prácticas de Derechos Humanos, 2023. Un documento que describe “fáctica y sistemática la situación de los derechos humanos en aproximadamente 200 países y territorios.” La información que se analiza, procede de sus embajadas y consulados en el extranjero, de periodistas, académicos, organizaciones no gubernamentales locales e internacionales, medios de comunicación, juristas y activistas, y, en base a ésta, el Congreso norteamericano determina la ayuda exterior que ha de brindar a las diversas naciones.
Pues resulta que, en este informe, nuestro país no sale muy bien librado. Lo menos que dice es que el Departamento de Estado no detectó “cambios significativos en la situación de derechos humanos en México.” Ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, feminicidios, ataques a periodistas y problemas con la independencia del Poder Judicial, son algunos de los señalamientos que no gustaron en Palacio Nacional.
El documento refiere que México no investiga ni enjuicia la mayoría de los casos criminales como homicidios, secuestros, tráfico de personas y extorsiones. Que la tortura y los malos tratos a los detenidos continúan siendo práctica común en el país, así como los casos de ejecuciones extrajudiciales con la participación de entidades gubernamentales o sus agentes. También menciona los casos de amenazas y tratos degradantes en centros de detención migratoria.
En el caso de los ataques a la prensa, la denuncia alude al constante descrédito oficial a los periodistas por parte de políticos, incluido el propio presidente López Obrador, calificándolos de parciales, partidistas y corruptos. Además de que, en los casos de periodistas asesinados predomina la impunidad, pues las investigaciones, cuando las hay, son lentas y no culminan con la captura de los responsables.
También se habla de “grave corrupción gubernamental”, y preocupación por los diferendos entre el Poder Ejecutivo y el Judicial. Temas, delicados y muy sensibles que generaron una dura reacción por parte del titular del Ejecutivo, que de inmediato procedió a descalificar, con el sello de la casa, al mensajero, acusando de mentiroso, irresponsable, poco serio y hasta decadente al Gobierno de los Estados Unidos.
El Informe es una tomadura de pelo, muy superficial y no tienen sustento sus señalamientos en contra del gobierno, acusó el Primer Mandatario. Como le vamos a hacer caso, se cuestiona, si dice que nosotros promovimos que se difundieran 20 mil señalamientos en contra de la presidenta de la Suprema Corte ¿Dónde están la pruebas? Alegó.
Pero la realidad, conspira contra el gobierno de López Obrador. Los señalamientos solo describen lo que estamos viviendo con la Cuarta Transformación. En ese primer piso, al que la candidata del oficialismo pretende agregarle un segundo piso, en el que los homicidios, las desapariciones forzosas y las extorciones han llegado a cifras sin precedente.
En el caso de los asesinatos, de acuerdo a datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, para estas fechas, en los poco más de cinco años del actual gobierno, el número de muertes violentas suman más de 185,000, lo que convierte a esta administración en la más mortal de la historia del país.
De sus muy frecuentes descalificaciones a periodistas, con nombres y apellidos, tenemos registro en sus cotidianas sesiones mañaneras. No hay manera de negarlo. Su antipatía hacia al Poder Judicial, con todo y su autonomía, no la puede ocultar. Como tampoco puede contener sus ataques verbales contra la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, cliente frecuente, también, en las menciones mañaneras de Palacio. Y qué decir de su compromiso de barrer la corrupción, de arriba para abajo, como las escaleras. Otra promesa de campaña que nos queda a deber.
En el caso de los migrantes, poco se hace para evitar el maltrato y las extorsiones de que son víctimas por parte del crimen organizado y de los agentes de migración. A más de un año de que murieran 40 migrantes en el incendio de un centro de detención del Instituto Nacional de Migración, en Ciudad Juárez, Chihuahua, no hay sanciones contra los responsables, el director del Instituto, sigue gozando de su cargo, y los familiares de las víctimas, continúan en espera de que se les haga justicia.
Total, que el informe del Departamento de Estado norteamericano solo describe la realidad de lo que sucede en el eclipse del gobierno cuatroteista.