CIUDAD DE MÉXICO.– La siembra de nubes se ha convertido en una alternativa viable para ayudar a combatir los efectos de la sequía que afecta gran parte del territorio nacional.
De esta manera, RainMaker® ha innovado en la manera de aplicar y utilizar esta tecnología, a través del uso de yoduro de plata en una disolución líquida a través de una disolución líquida que coloca las nanopartículas de yoduro en una geometría molecular que incrementa la disponibilidad y uniformidad de los núcleos de condensación para hacer operaciones de estimulación de lluvias más eficaces.
El yoduro de plata (AgI) es un compuesto químico inorgánico que se presenta como un sólido cristalino. Este compuesto es conocido por su capacidad para inducir la formación de cristales de hielo en las nubes, facilitando la precipitación, debido a la similitud molecular con la de los cristales de hielo
El yoduro de plata es un elemento natural que se encuentra en minerales como la yodargirita; es decir, en las zonas oxidadas de los depósitos de plata, y está asociado con otros como la acantita y la clorargirita. Su presentación es en forma de cristales hexagonales y puede variar en color desde incoloro hasta amarillo pálido, verde amarillento, marrón o grisáceo, dependiendo de su exposición a la luz.
Además de su uso en la siembra de nubes, el yoduro de plata tiene varias aplicaciones industriales; se utiliza en la fotografía analógica debido a su sensibilidad a la luz, en terapias antimicrobianas y en la fabricación de fibras ópticas.
Sin embargo, el contexto de sequía que actualmente vive el país hace que el uso más destacado de este compuesto sea en la siembra de nubes, donde actúa como núcleo de condensación para estimular la precipitación.
Si bien el uso de yoduro de plata en la siembra de nubes ha generado preocupaciones sobre su impacto ambiental, Manuel Mustieles, fundador de RainMaker®, insiste en que la cantidad de yoduro de plata utilizada en las aspersiones es tan pequeña que su detección es imperceptible y aplicado no es identificado en el medio ambiente, por lo que no causa daños al entorno ni a la salud de sus habitantes en corto o largo plazo.
“Es una solución muy estable que se puede almacenar entre los 5 y los 25 grados centígrados y es muy amable, además de que no tiene riesgo para la salud de quien manipula el activo ni de quien recibe la precipitación”, señaló Manuel Mustieles.
En este sentido, RainMaker® aborda este desafío utilizando una innovación nanotecnológica que dispersa el yoduro de plata en forma líquida, reduciendo significativamente la emisión de gases por combustión, colocando dramáticamente más núcleos de condensación, estandarizando la cantidad de núcleos disponibles (con las bengalas al hacer combustión, el proceso de liberación de la sustancia es aleatorio en cantidad y disponibilidad). Es decir, a diferencia de otras técnicas que queman bengalas de yoduro de plata, la compañía utiliza una disolución de cristales de yoduro de plata en solventes orgánicos, creando aproximadamente 100 septillones de puntos de cristalización por litro.
Además, estas nanopartículas permanecen suspendidas en el aire, facilitando una dispersión más uniforme y efectiva.
El yoduro de plata utilizado por RainMaker® se obtiene mediante la reacción química entre nitrato de plata y yoduro de potasio, resultando en un sólido amarillo que se disuelve en solventes orgánicos para su aplicación. Esta solución se dispersa en las nubes mediante sobrevuelos, donde las nanopartículas actúan como núcleos de condensación, promoviendo la formación de gotas de agua y, eventualmente, la lluvia.
“RainMaker® está comprometido con la sostenibilidad y la protección del medio ambiente. Nuestra tecnología de nanopartículas no solo es innovadora, también representa un avance significativo en la reducción del impacto ambiental de la siembra de nubes”, agregó Manuel Mustieles.
AM.MX/fm