CIUDAD DE MÉXICO.- Los Miami Dolphins se impusieron 20-17 a los Tampa Bay Buccaneers en el Hard Rock Stadium. El resultado no solo representó una victoria de orgullo para los locales, sino que dejó a los Bucs en una situación sumamente comprometida de cara a la postemporada.
El duelo fue una montaña rusa de emociones. Tampa Bay tomó la delantera temprano gracias a una conexión precisa de Baker Mayfield con Chris Godwin, pero Miami respondió con la frescura de su quarterback novato, Quinn Ewers. El joven mariscal, quien obtuvo su primera victoria como titular, mostró temple al conectar un pase espectacular de 63 yardas con Theo Wease Jr. para igualar las acciones, y más tarde encontró a Greg Dulcich para darle la vuelta al marcador antes del descanso.
Mike Evans hace historia en la derrota
A pesar del marcador adverso, el receptor estrella de los Buccaneers, Mike Evans, escribió su nombre en los libros de récords al superar las 13,000 yardas recibidas en su carrera, consolidando su legado como futuro miembro del Salón de la Fama. Evans incluso acercó a su equipo en el último cuarto con una anotación que puso a temblar a la grada de Miami, pero no fue suficiente.
Errores que costaron
La clave del partido fueron las entregas de balón. Mientras que los Dolphins jugaron un partido limpio, los Buccaneers cometieron tres pérdidas de balón costosas. Una intercepción clave de Ashyn Davis en los minutos finales terminó por sepultar las esperanzas de remontada de Mayfield.
Con este descalabro, Tampa Bay liga su cuarta derrota consecutiva y, aunque matemáticamente siguen vivos por el título de la NFC Sur debido a otros resultados, su margen de error ha desaparecido. Por su parte, Miami cierra filas con una victoria que inyecta confianza en el desarrollo de sus jóvenes talentos de cara al 2026.
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AM.Mx/kmj
