● Oferta de empleo (23.9%), relación de pareja (19.3%) y vínculo familiar (19.3%), los motivos principales para llegar a México.
● 15.9% tiene condición de refugio humanitario y 1.1% vivió la expatriación por dictaduras latinoamericanas del siglo XX.
● 29.5% emprende sin claridad sobre leyes mexicanas; 84% no conoce programas gubernamentales de apoyo y 64.1% no ha recibido apoyos públicos ni privados.
CIUDAD DE MÉXICO Emprender en un país distinto al de origen suele implicar empezar de nuevo y, muchas veces, aprender “sobre la marcha”: desde cómo formalizar una empresa hasta dónde buscar apoyos.
En ese contexto, el emprendimiento migrante destaca por su perfil altamente calificado y su apuesta por la innovación: 80.6% de las personas migrantes fundadoras de empresas en México tiene licenciatura o superior, y 1 de cada 4 empresas con migrantes en el equipo fundador invierte en desarrollo tecnológico; aun así, 29.5% emprende sin claridad sobre las leyes mexicanas, revela la Radiografía del Emprendimiento en México 2025: edición Migrantes.
Este nuevo estudio de la Asociación de Emprendedores de México (ASEM), elaborado con el apoyo de la Fundación Friedrich Naumann, fue presentado en el marco del Día Internacional del Migrante (18 de diciembre). Está basado en una segmentación de la edición nacional de la Radiografía del Emprendimiento en México (que contó con la participación de cerca de 2,800 fundadores de empresas) y en entrevistas. Visibiliza los intereses, las barreras y los aportes de las personas extranjeras que crean empresas y generan empleo en México.
El estudio revela que en México, 4.6% de las empresas cuenta con al menos una persona extranjera en el equipo fundador. La mayoría proviene de países latinoamericanos como Venezuela (22.7%), Colombia (19.3%), Argentina (13.6%) y Perú (5.7%), seguidos de países como Estados Unidos (5.7%) y España (5.7%), entre otros.
Se identificó también que 60.2% de las personas migrantes emprendedoras cursó su último grado en una institución privada) y en promedio, sus empresas reportan una facturación anual cinco veces más alta que el promedio de empresas a nivel nacional.
Juan Carlos Cante, presidente del Consejo Directivo de la ASEM, señaló que “el emprendimiento de personas extranjeras impulsa la innovación, la inversión y la diversificación productiva; sus empresas no solo generan actividad económica y empleo, también fortalecen vínculos internacionales e introducen nuevas perspectivas en los ámbitos empresariales locales”.
Los hallazgos muestran que, en la mayoría de los casos, México no fue el destino al que se llegó “para emprender” desde el primer día: solo 8.0% de las personas migrantes fundadoras arribó con la intención explícita de crear una empresa. La llegada al país se debió principalmente a una oferta de empleo (23.9% de los casos), a una relación de pareja (19.3%) o a un vínculo familiar (19.3%). Además, 15.9% de las personas migrantes fundadoras tiene condición de refugio por razones humanitarias.
Asimismo, 76.1% de las personas migrantes fundadoras inició su empresa en México desde cero, mientras 23.9% expandió hacia el país una empresa ya existente.
Durante la presentación de la Radiografía de Migrantes, Daniel Undurraga, emprendedor de origen chileno cofundador de Cornershop (empresa adquirida por Uber en 2021), recordó que “lo más difícil de llegar a México (2010), fueron todas las diferencias culturales que me encontré y que no esperaba. Me di cuenta de lo diferente que funciona todo, tanto a nivel cultural, de las personas, de cómo trabajan, de qué se espera, de cómo se comunican las cosas, a los procesos más burocráticos del Estado y el gobierno”.
Migrantes enfrentan una “segunda frontera” para emprender
Luisa Elena Díaz, emprendedora venezolana llegó a México en 2016 como persona refugiada por razones humanitarias. En México decidió emprender y fundó una empresa de desechables biodegradables para negocios de comida que,al intentar formalizarla, se encontró con trámites, requisitos y reglas que no conocía. Una “segunda frontera” de procesos administrativos que, para muchas personas migrantes, se vuelven parte importante entre los desafíos para emprender.
Entre las personas migrantes fundadoras que ya viven en México, las motivaciones para emprender se explican sobre todo por razones económicas: 37.3% menciona las mejores condiciones macroeconómicas y 28.4% el tamaño de la economía mexicana, como principales razones para fundar una empresa en el país.
Otro ejemplo es Maximilian Gauland, consultor alemán que llegó a México en 2016 por una combinación de relación de pareja y oferta laboral y fundó una consultoría enfocada en atraer inversión alemana. En su caso, formalizar la sociedad civil tomó alrededor de tres meses (con demoras ante el Registro Público de Comercio y el SAT, además del permiso de trabajo) y, por eso, considera que “un sistema de apoyo más equilibrado o coordinado ayudaría mucho, un ecosistema a nivel local de emprendedores, y que haya más comunicación y colaboración”.
Sobre estas fricciones, Tomás Bobillo, emprendedor español, socio en Igeneris, explicó que “aunque podemos ser representantes legales de esa nueva empresa, no podemos ser representantes legales ante algunas instituciones. Entonces, esto requiere dotar de poderes a otras personas que en ese momento, lo normal es que sean ajenas a la empresa”.
La experiencia de la venezolana Daniela Blank, cofundadora y CEO de GROW, fue distinta: más que toparse con un “muro” burocrático, lo que le pesó fue emprender sin una red de apoyo ya construida: “Yo creo que todo es relativo. En mi caso, toda esa parte del trámite legal me sorprendió para bien. Yo vengo de Venezuela, donde todo es complicadísimo. Por ser extranjera había requisitos extras, pero con humildad los entendía. Para mí, lo más difícil de emprender es que no tienes una red de apoyo social para comenzar: las redes son muy importantes para conseguir tus primeros clientes y tus primeros proveedores.”
Desconocimiento de leyes, falta de información y costo de trámites: las barreras constantes
En conjunto, la Radiografía documenta barreras recurrentes para emprender como persona extranjera: el desconocimiento de las leyes mexicanas (29.5%), la falta de información pública clara y disponible (11.4%) y el costo de los trámites y registros (9.1%). Como área de oportunidad, el estudio subraya que 84% no conoce programas gubernamentales de apoyo empresarial y 64.1% de las empresas con personas migrantes en el equipo fundador no ha recibido apoyos públicos ni privados.
El estudio está disponible, sin costo, para su consulta en asem.mx/investigacion en tres formatos: informe, infografía y audio.
AM.MX/fm
