En sus comentarios transmitió una visión aún positiva de la economía estadounidense y un impacto de los aranceles sobre la inflación que podría ser transitorio, aunque aclarando que podría llegar a tener efectos más duraderos. Adicionalmente se mantuvo el ritmo más moderado de reducción del balance de la Fed que se había anunciado en la reunión de marzo.
En línea con lo expresado en reuniones anteriores, el presidente de la Fed reiteró el compromiso de la institución con el regreso de la inflación al objetivo de 2.0%, y subrayó, por tanto, la necesidad de ver un mayor progreso en el proceso des inflacionario para retomar la senda de recortes.
Aunque la Reserva Federal ha mantenido un régimen de tasas relativamente restrictivo para controlar la inflación, vimos una disminución de las tasas en otoño, a medida que la Fed intentó alinearse con la normalización de la inflación.