Dados los chorros de gran tamaño observados recientemente, el hecho de que el 3I/ATLAS siga siendo un solo cuerpo resulta sorprendente para un cometa natural. Y es que tras su paso más cercano por el Sol se planteaba la posibilidad de que el objeto interestelar se hubiera fragmentando en varios pedazos por el calor de la estrella; algo que no sucedió.