Cada ejecución infantil es una fractura moral que el Estado no repara. Cuando un sicario apunta contra una niña que duerme, es la impunidad lo que lo permite.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la mitad de los hogares unipersonales en nuestro país están habitados por mujeres. Mujeres, más que hombres deciden vivir solas, para disfrutar de mi espacio y de mi tiempo”, dice Alejandra. En nuestro país, hay 5.3 millones de casas donde sólo vive una persona, el doble de lo que había hace una década según la Red Internacional de Institutos Universitarios de la Familia