Las relaciones entre las dos Coreas empiezan a normalizarse tras rozar el abismo de una guerra nuclear el año pasado, y cooperarán para una “paz permanente”
Lo que aquí escribo no es especulación ni reconstrucción de terceros: es lo que vi, viví y analicé directamente desde el terreno, con la experiencia de haber encabezado —como activista ciudadano— marchas contra la violencia hace casi 20 años en Baja California y, por otro lado, de haber coordinado como autoridad la atención de manifestaciones masivas. Lo hago con la sensibilidad y el entendimiento de quien conoce estas dinámicas por dentro.