Este nuevo cohete sería el tercer intento por parte de Pyongyan, capital de Corea del Norte, de poner un satélite en órbita, esto después de dos intentos de lanzamiento fallidos en los meses de mayo y agosto del mismo año.
“Estamos convencidos de que el ejército ruso y el pueblo ruso obtendrán sin duda alguna una gran victoria en la lucha sagrada para castigar la reunión del mal”.
El representante estadounidense destacó en una conferencia de prensa que Pionyang debería respetar su compromiso público de que no suministrará dicho armamento y aseguró que Washington seguirá buscando oportunidades para disuadir a los norcoreanos de dar ese paso.
Desde el viaje que efectuó a finales de julio a Corea del Norte el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, los líderes de ambos países, Vladímir Putin y Kim Jong-un han intercambiado cartas en favor de una mayor cooperación bilateral, dijo Kirby.
El encuentro reunió en Mérida a representantes federales, estatales y municipales, con el objetivo de fortalecer la coordinación y planeación territorial de las zonas metropolitanas del país.